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El comercio minorista debe asociarse con fintechs o prepararse para fracasar

La escala corporativa se ha convertido en una desventaja para la innovación, ya que la burocracia paraliza la evolución de los pagos minoristas. Las asociaciones con fintechs ofrecen la única salida a la irrelevancia.

El comercio minorista debe asociarse con fintechs o prepararse para fracasar
Opinión

Opinión de: Vitaliy Shtyrkin, director de producto en B2BINPAY

Durante años, los grandes minoristas invirtieron fuertemente en sus propias divisiones fintech, convencidos de que podían desarrollar soluciones de pago internamente, pasar por alto a los actores más pequeños e innovar de forma independiente, y, por un tiempo, lo lograron. 

Hoy, sin embargo, a pesar de contar con vastos recursos y un alcance global, las corporaciones se están dando cuenta de que el dinero ya no garantiza la innovación.

¿Por qué? Porque la escala es un arma de doble filo. Las corporaciones están atadas a la burocracia, el escrutinio regulatorio y la presión antimonopolio que las ralentizan. Mientras tanto, los "disruptores" fintech, una vez despreciados, enfrentan menos limitaciones y se mueven más rápido. 

Son ellos quienes están probando productos de marca blanca, préstamos localizados y rieles basados en la blockchain que ya liquidan miles de millones de dólares en stablecoins cada día.

La escala no es una ventaja

En la superficie, las corporaciones tienen un alcance global, reconocimiento de marca y presupuestos sustanciales que les permiten dominar los mercados, por lo que el tamaño debería darles una ventaja competitiva. Sin embargo, cuando se trata de innovación, la misma escala se convierte en una desventaja. 

Cada nueva idea dentro de una corporación debe pasar por numerosos controles legales, revisiones regulatorias y evaluaciones de riesgos. En última instancia, lo que una fintech puede probar en unas pocas semanas, a un minorista le lleva un año entero obtener la aprobación. Desafortunadamente, los accionistas son cualquier cosa menos un factor menor.

Ellos esperan que las empresas protejan y hagan crecer sus inversiones de miles de millones de dólares. Esta carga hace que los grandes minoristas prioricen proyectos con ganancias trimestrales predecibles por encima de los experimentos.

Como resultado, los recursos que podrían financiar nuevos productos a menudo se asignan a mejoras incrementales y más seguras. Incluso si se aprueban los presupuestos de innovación, con frecuencia se quedan en "modo piloto", sin llegar a formar parte del negocio principal de la empresa. 

La presión externa de los reguladores solo intensifica el problema. En 2024, la Comisión Federal de Comercio decidió bloquear una fusión minorista de 24.600 millones de dólares, argumentando que reduciría la competencia y llevaría a precios más altos. Es un recordatorio de que, para los gigantes minoristas, cada gran acuerdo corre el riesgo de convertirse en disputas con los reguladores que paralizan la innovación.

Para los minoristas, la escala ya no es una ventaja, sino una trampa, y una que hace que la innovación genuina sea casi imposible. Por el contrario, las fintechs tienen la libertad de experimentar, y en el mercado actual, la velocidad importa más que el tamaño, decidiendo finalmente quién gana.

La mentalidad pro-tecnológica

Los proveedores pequeños y medianos no están sujetos al mismo nivel de escrutinio regulatorio o demandas de los accionistas, por lo que son mucho más ágiles. Tienen una estructura más simple y una cultura que trata la tecnología no como una función de apoyo, sino como el negocio mismo.

Por eso pueden lanzar, probar y ajustar productos rápidamente, haciendo que los minoristas los vean como los verdaderos motores del progreso. Esta mentalidad "pro-tecnológica" importa porque en lugar de tomar prestada infraestructura obsoleta o adaptar sin cesar sistemas heredados, las fintechs construyen directamente sobre rieles modernos.

Esto otorga a las fintechs una posición significativamente más fuerte para definir el futuro de las finanzas digitales, un rol que los minoristas aún no han reclamado. Aun así, los minoristas están empezando a aceptar que asociarse solo con fintechs puede romper su estancamiento en la innovación, como lo han demostrado las decisiones recientes de Walmart y Shein.

En 2025, Walmart cambió su proveedor de "compra ahora, paga después" (BNPL) porque la empresa entendió que una fintech moderna y ágil podía ofrecer un servicio más rápido y adaptarse a las necesidades del consumidor de forma más eficaz. Asimismo, en 2024, Shein lanzó una tarjeta de crédito de marca compartida con una fintech mexicana, lo que deja claro que depender de la experiencia local era más seguro que intentar construir un producto financiero internamente.

En conjunto, estos movimientos demuestran que las corporaciones que una vez intentaron desplazar a las fintechs ahora les están pidiendo que impulsen sus productos centrales. ¿A dónde lleva esto?

El camino a seguir: asociación o irrelevancia

BNPL y las tarjetas de marca compartida son solo el primer paso. La verdadera frontera reside en la infraestructura cripto-nativa, que abarca pagos tokenizados, rieles de liquidación de la blockchain y sistemas de lealtad digital. Los desafíos, sin embargo, que van desde el cumplimiento multijurisdiccional hasta el alto costo de construir soluciones on-chain internamente, solo se multiplican. 

Aquí es precisamente donde la brecha se amplía: Los minoristas enfrentan serias restricciones, mientras que las fintechs ya están construyendo los rieles.

Por ejemplo, Circle integró USDC en las redes de proveedores de pago, convirtiendo una stablecoin en una opción de pago principal. Al mismo tiempo, en mercados emergentes, las startups están lanzando APIs para tarjetas vinculadas a stablecoins, proporcionando a las empresas acceso instantáneo a los pagos de criptoactivos sin que tengan que construir nada desde cero. Este es el punto en el que los minoristas corren el riesgo de quedarse atrás de nuevo. 

Sí, pueden ir solos, pero eso solo significa repetir el mismo ciclo de burocracia y retraso que ya los ralentizó. Por eso, asociarse con fintechs es el único camino a seguir. Las fintechs aportan los rieles, los minoristas aportan el alcance, y juntos pueden entregar productos que escalan a millones.

Las corporaciones deben aprender que en el mercado actual, la escala sin innovación es un callejón sin salida. Los rieles de la blockchain ya están aquí, y los minoristas que comprendan esta realidad darán forma al futuro mientras el resto se desvanece en segundo plano.

Opinión de: Vitaliy Shtyrkin, director de producto en B2BINPAY.

Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, ideas y pensamientos expresados aquí pertenecen únicamente al autor y no reflejan ni representan necesariamente las opiniones de Cointelegraph.