La recaudación de USD 500 millones de Ripple en noviembre supuso un giro sorprendente para una empresa que en su día se caracterizó por su dura batalla de varios años con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. A medida que sus problemas legales se van resolviendo y Ripple va más allá de los pagos transfronterizos hacia una estructura de liquidación cripto más ambiciosa, la empresa se está reposicionando de formas que atraen cada vez más a los principales inversores de Wall Street.
La ronda, que según Cointelegraph valoró a Ripple en USD 40.000 millones, una de las valoraciones más altas para una empresa privada, atrajo a una lista de instituciones inusualmente numerosa. Entre los inversores se encontraban Citadel Securities, Fortress Investment Group y fondos vinculados a Galaxy Digital, Pantera Capital y Brevan Howard.
Los nuevos detalles publicados por Bloomberg también arrojan luz sobre cómo Ripple se aseguró ese interés, concretamente, ofreciendo a los inversores un acuerdo estructurado con importantes protecciones frente a las caídas.
Las condiciones permiten a los fondos participantes vender sus acciones a Ripple después de tres o cuatro años con un rendimiento anual garantizado de alrededor del 10%, según personas familiarizadas con el asunto. Esa opción desaparece si Ripple sale a bolsa dentro de ese plazo.
La empresa también se reservó el derecho de recomprar las acciones durante el mismo periodo, en cuyo caso ofrecería a los inversores un rendimiento anual aún mayor, de aproximadamente el 25%.
Ripple amplía su alcance, pero los inversores aún se centran en XRP
Aunque Ripple ha ampliado su enfoque, incluyendo una importante incursión en el mercado de las stablecoins con su Ripple USD (RLUSD) vinculado al dólar, algunos inversores institucionales siguen considerando que respaldar a la empresa es una apuesta por el XRP (XRP), según Bloomberg.
Dos de los fondos involucrados concluyeron que aproximadamente el 90% del valor neto de los activos de Ripple estaba vinculado al XRP, a pesar de que la empresa ha insistido repetidamente en que no controla el token y que el XRP funciona como un activo independiente.
No obstante, Ripple se está posicionando como una empresa capaz de combinar servicios de custodia, tesorería, corretaje de primera línea y stablecoins para ayudar a las instituciones a acceder a los activos digitales.
Como parte de esa estrategia, la empresa adquirió en abril el bróker principal no bancario Hidden Road, ahora rebautizado como Ripple Prime, y también compró la empresa de gestión de tesorería GTreasury. Las dos operaciones, por un valor total de aproximadamente USD 2.250 millones, ponen de relieve el creciente esfuerzo de Ripple por establecer una infraestructura institucional integral.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.