Más de 40 empresas financieras del sector privado, entre ellas tres entidades bancarias de España y dos de México convocadas por el Instituto de Finanzas Internacionales, se unirán al Banco de Pagos Internacionales y a un grupo de bancos centrales líderes en el Proyecto Agorá, para explorar cómo la tokenización puede mejorar los pagos transfronterizos al por mayor, según publicaron el pasado 16 de septiembre en el portal bis.org
La publicación señaló que “el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) seleccionaron un conjunto diverso de empresas entre los solicitantes que cumplían los requisitos de elegibilidad y otros criterios establecidos en la convocatoria pública de participación”.
Determinaron además que las empresas participantes deben estar reguladas en una jurisdicción participante como banco comercial, proveedor de servicios de pago o empresa de infraestructura de mercados financieros; participar de forma significativa en pagos transfronterizos; y tener experiencia en innovación. Estas empresas representan una diversidad de socios del sector privado en términos de modelos de negocio, tamaño de la institución, experiencia y geografía.
¿De qué se trata el Proyecto Agorá?
Como lo reseñó el portal del BPI, el proyecto está estructurado como una colaboración público-privada. Reúne a siete bancos centrales: Banco de Francia, Banco de Japón, Banco de Corea, Banco de México, Banco Nacional Suizo, Banco de Inglaterra y Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Trabajarán en asociación con las empresas financieras seleccionadas, y el IIF actuará como convocante del sector privado.
El proyecto se basa en el concepto de libro mayor unificado propuesto por el BPI e investigará cómo los depósitos tokenizados de los bancos comerciales pueden integrarse a la perfección con el dinero tokenizado de los bancos centrales mayoristas en una plataforma financiera central programable público-privada. Esto podría mejorar el funcionamiento del sistema monetario y proporcionar nuevas soluciones utilizando contratos inteligentes y programabilidad, manteniendo al mismo tiempo su estructura de dos niveles.
Los contratos inteligentes pueden permitir nuevas formas de liquidación y desbloquear tipos de transacciones que hoy no son viables o prácticas, ofreciendo a su vez nuevas oportunidades en beneficio de empresas y personas.
Esta importante asociación público-privada tratará de superar varias ineficiencias estructurales en la forma en que se realizan los pagos hoy en día, especialmente a través de las fronteras.
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