Bitcoin llegó para quedarse. La criptomoneda de mayor dominio e historia del ecosistema ha pasado de las sombras a la palestra pública en poco más de 10 años. Sin embargo, sus orígenes y lo enigmático de su creador han hecho que aún hayan debates sobre su principal objetivo, ¿es un resguardo de valor? ¿un medio de intercambio? ¿qué buscaba Satoshi Nakamoto con este sistema de intercambio de valor P2P?
La discusión ha tomado especial relevancia últimamente, siendo empujada por los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China y el posicionamiento de Bitcoin como un posible escape a las posibles consecuencias negativas de este conflicto. Dado este contexto, Bitcoin se posiciona como un resguardo de valor, teniendo un comportamiento positivo similar al del oro, tras el aumento de las tensiones internacionales.
Dos argumentos
Muchos consideran que, dado que en el Libro Blanco Nakamoto describe Bitcoin como una red puramente P2P de efectivo digital (“digital cash”), se trata de un proyecto nacido originalmente para pagos. En este caso, el argumento es que, dado que Satoshi presentó a los cypherpunks el proyecto como dinero digital, Bitcoin fue diseñado primordialmente para cumplir esta función como Medio de Intercambio (MoE).
Llevado al extremo, el argumento de Bitcoin exclusivamente como un MoE es parte de la narrativa de voceros y desarrolladores de otros proyectos alternos a BTC. En este caso, se critica de Bitcoin la lentitud de sus confirmaciones y la dificultad que esto supone para una adopción masiva por parte de los comerciantes. Muchos sugieren que ya hay criptomonedas que mejoran esto, ofreciendo confirmaciones prácticamente instantáneas, es decir, que podrían funcionar mejor como MoE.
Así, el argumento no solo reduce el alcance de Bitcoin, sino que, además, supone que esta criptomoneda ni siquiera cumple con esta funcionalidad. El hecho de que Bitcoin aún tenga estas dificultades para la ejecución de transacciones de pago abre una oportunidad de negocio para otras criptomonedas que supuestamente mejoran su usabilidad y reducen sus fricciones.
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Cabe decir que existen posiciones como las del Cofundador de OB1, Samuel Patt, quien asegura que los múltiples escritos de Satoshi Nakamoto cuentan con muchas más referencias a Bitcoin como un MoE que como un SoV. Patt publicó un exhaustivo reporte sobre los escritos de Satoshi (excluyendo el Libro Blanco), asegurando que los pagos se mencionan 34 veces, mientras que Bitcoin como SoV solo 8. En el whitepaper, Nakamoto se refirió a Bitcoin siempre como medio de intercambio..
Sin embargo, de acuerdo con el analista Dan Held, el objetivo original de Satoshi no era competir o crear una nueva VISA, sino construir una red de intercambio de valor que pudiera eliminar la necesidad de la intermediación y la confianza en terceras partes. Los elementos centrales de esta red son su resistencia al doble gasto y la escasez de sus monedas, limitadas por diseño a 21 millones de BTC.
La escasez es algo insignificante para un procesador de pago. Sin embargo Nakamoto insistía una y otra vez en la importancia de esta característica, destacando la política monetaria establecida en Bitcoin como un elemento superior a otros sistemas monetarios, un elemento que podía explicar el valor intrínseco de esta tecnología y su conveniencia como dinero.
“Con la crisis financiera de 2008, la confianza se había perdido en un mundo que se basaba en la confianza. Bitcoin se lanzó en un momento de absoluta necesidad, Satoshi plantó la semilla precisamente en el momento correcto. El mundo no necesitaba una nueva VISA, necesitaban una alternativa a los bancos”, explicó Held a través de su cuenta en la red social Twitter en enero de este año.
Según Held, incluso si nos atenemos estrictamente al Libro Blanco, resulta claro que el objetivo no era crear un simple sistema de pagos. De hecho, el efectivo es un activo que maneja directamente el portador, en este caso, los problemas que resuelve el diseño de Bitcoin lo posicionan como un activo poderoso para este fin, pero excesivamente funcional para solo hacer pagos.
La tecnología de Bitcoin tiene un valor superior y su tranzabilidad aumenta a medida que tiene mayor aceptación y visibilidad. La red permite que los pagos en línea se envíen directamente de una parte a otra sin pasar por una institución financiera, pero esta capacidad tiene un valor mayor al de simplemente enviar los pagos.
Dado el nivel técnico y de abstracción que demuestra el Libro Blanco, resulta difícil creer que Bitcoin haya sido diseñado como un instrumento deflacionario para pagos, aún en contra de la Ley de Gresham. Esta ley establece que las personas no gastan monedas deflacionarias cuando pueden hacer la misma compra en monedas inflacionarias. ¿Quién prefiere gastar sus bitcoins deflacionarios hoy (si tiene la sospecha de que podrían valer más en el futuro) en vez de sus monedas fiduciarias inflacionarias?, invita a dudar Held.
Bitcoin y su potencial como “buen dinero”
Me parece que ambos tienen una posición válida. Originalmente Bitcoin fue diseñado como una red de pagos, pero su tecnología tiene un alcance potencial aún mayor. Su aceptación y usabilidad ha enfatizado este valor frente a otras monedas y se manifiesta en el contexto del conflicto comercial global. El hecho de que los gobiernos puedan imprimir más dinero a placer y Bitcoin mantenga fija su política monetaria es un atractivo interesante en esta situación.
Así, Bitcoin comienza a manifestarse incluso por encima de las expectativas de su propio creador. No solo se trata de pagos, Bitcoin es algo más.
En contextos como el de Venezuela esto es claro. Bitcoin se posiciona como una opción de SoV sumamente atractivo, por la resistencia a la censura de sus transacciones, la portabilidad y la tranzabilidad. Además, se trata de un activo de gran liquidez, intercambiable a bolívares (y cualquier otra moneda) en poco tiempo. A pesar de que no funciona de manera profusa como MoE en el país, los venezolanos lo utilizan para obtener liquidez rápidamente y para conservar el valor de los bolívares que logran reunir y cambiar por satoshis.
Además, este potencial también se manifiesta frente al dólar. De hecho, para agosto de 2010, la equivalencia era de más 17,54 BTC por dólar. Desde entonces el bitcoin ha vivido una apreciación de más de 19.000.000% con respecto a su valor en dólares, de acuerdo con la data de usdsat.com.
Bitcoin mantiene el dominio de su mercado, con una cifra de casi 70% de acuerdo con CoinMarketCap. Cabe decir que este dominio puede ser más acentuado, especialmente si se consideran exclusivamente los valores reales de intercambio de las casas de cambio que no maquillan sus cifras según Bitwise. En este caso, la dominancia de Bitcoin es de más de 90%.
Para completar sus características funcionales como buen dinero, cabe decir que Bitcoin se utiliza como unidad de cuenta en el mercado de criptomonedas, donde los traders buscan acumular cada vez más satoshis frente al resto de las altcoins. Como vemos, la criptomoneda diseñada por Nakamoto cumple con las funciones básicas del dinero.
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Por otro lado, con Lightning Network, Bitcoin profundizará su potencialidad como un medio de pago potente, pero este escenario no suprimiría las potencialidades de su cadena de bloques base para albergar valor, convirtiéndose en un activo de reserva tan significativo como ha sido el oro.
Como señaló Arcane Crypto en su reporte sobre la dominancia de Bitcoin, esta criptomoneda es la mejor posicionada para convertirse en el dinero de Internet, un uso en el que se combinarían sus cualidades como SoV, MoE y Unidad de cuenta, funcionando como buen dinero.
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