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Jagjit SinghJagjit Singh

La represión minera de Tayikistán muestra cómo la tensión energética moldea la política cripto

La nueva ley de Tayikistán que criminaliza la minería de criptomonedas no autorizada muestra cómo la escasez global de energía está remodelando la regulación de los activos digitales.

La represión minera de Tayikistán muestra cómo la tensión energética moldea la política cripto
Criptoguía básica

Puntos clave

  • Tayikistán ha criminalizado el uso de electricidad robada para la minería de criptomonedas, introduciendo multas de hasta 8.250 dólares y penas de prisión de hasta ocho años.

  • La medida sigue a una crisis energética en la que la escasez generalizada de energía y la minería supuestamente ilegal han causado millones en pérdidas y daños a la infraestructura.

  • El país se une a una tendencia más amplia, ya que gobiernos desde Asia hasta Oriente Medio intensifican las represiones contra la minería de criptoactivos no autorizada para proteger los suministros de energía nacionales.

  • La minería de criptomonedas puede estar cambiando, con algunos operadores moviéndose hacia fuentes de energía renovable y tecnologías más eficientes energéticamente.

El 3 de diciembre de 2025, el parlamento de Tayikistán aprobó formalmente enmiendas a su código penal que tipifican como delito el uso ilegal de electricidad para la minería de criptomonedas. La nueva ley introduce el Artículo 253(2), titulado "Uso ilegal de electricidad para la producción de activos virtuales".

Según la nueva ley, cualquier persona que sea encontrada minando activos digitales usando electricidad robada o sin medir se enfrenta a graves sanciones. El delito básico conlleva multas que van desde aproximadamente 1.650 dólares hasta 4.070 dólares.

Si el acto es cometido por un grupo coordinado, las sanciones aumentan de 4.125 dólares a 8.250 dólares, o de dos a cinco años de prisión. En casos que involucren operaciones a gran escala u organizadas, los infractores pueden enfrentar hasta ocho años de prisión.

El proyecto de ley fue presentado al parlamento por el Fiscal General Habibullo Vohidzoda, quien advirtió que la minería no regulada ya había causado apagones regionales, millones en pérdidas y un aumento en los delitos relacionados. Dijo a los legisladores que los daños por la minería ilegal habían alcanzado aproximadamente 3,52 millones de dólares y que varios casos penales estaban bajo investigación.

Escasez de energía en Tayikistán y creciente presión

La decisión de Tayikistán se produce en medio de una de las crisis energéticas más graves que el país ha enfrentado en los últimos años.

  • El país depende en gran medida de la energía hidroeléctrica, y los bajos niveles de agua en los embalses han obligado a las autoridades a racionar la electricidad durante el invierno. En muchas áreas, los residentes reciben solo de dos a cuatro horas de energía cada día.

  • Las autoridades afirman que las granjas de minería sin licencia están empeorando la situación. Estas operaciones a menudo se conectan a la red nacional ilegalmente o evitan los medidores para no pagar por la energía. El resultado no es solo pérdidas financieras significativas, sino también daños graves a la infraestructura energética.

El miembro del parlamento Shukhrat Ganizoda dijo a los legisladores que un dispositivo de minería típico de circuitos integrados de aplicación específica (ASIC) consume alrededor de 3,5 kilowatt-hour (kWh) de energía, mientras que los modelos más avanzados pueden consumir hasta 6 kWh. Dijo que las grandes granjas de minería que operan miles de estas máquinas ejercen una enorme presión sobre la red. Ganizoda añadió que los perpetradores a menudo manipulan el cableado y los medidores para reducir los costos y maximizar las ganancias.

También señaló que la minería ilegal puede contribuir a la evasión fiscal, transacciones financieras irrastreables e intentos de ocultar o lavar ganancias ilícitas. La nueva legislación, enfatizó, está diseñada para proteger tanto la economía del país como su seguridad energética.

Una vez firmada por el presidente Emomali Rahmon y publicada en los medios estatales, la ley entrará en vigor.

¿Sabías que? Según el nuevo Artículo 253(2) de Tayikistán, minar criptomonedas usando energía robada puede conllevar una pena de prisión de hasta ocho años.

Una ola global de represiones contra la minería de criptoactivos

La medida de Tayikistán es parte de un cambio internacional más amplio. En todo el mundo, los gobiernos están reconsiderando su postura sobre la minería de criptomonedas a medida que aumentan los costos de la energía y las redes se tensan:

  • En Malasia, las autoridades han descubierto miles de sitios de minería ilegal que desviaron electricidad por valor de más de 1.000 millones de dólares en los últimos años.

  • En Kuwait, los funcionarios lanzaron una operación a nivel nacional en 2025 para cerrar granjas de minería no autorizadas después de que la escasez de energía empeorara. El uso de electricidad supuestamente cayó más del 50% en un área después de la represión.

Incluso en países que alguna vez adoptaron la minería, como China y Kazajistán, la escasez de energía y las crecientes preocupaciones ambientales han llevado a regulaciones más estrictas y, en algunos casos, a prohibiciones totales. Muchos de estos gobiernos ahora tratan la minería no autorizada como robo o sabotaje económico en lugar de una simple violación administrativa.

El hilo conductor es claro: Donde la electricidad es barata, subsidiada o mal monitoreada, la minería de criptomonedas tiende a aumentar. Cuando la energía escasea, los reguladores intervienen para proteger la red y asegurar que el público tenga acceso a la energía esencial.

Por qué la represión de la minería en Tayikistán es importante para la política energética

La nueva ley de Tayikistán destaca cómo la minería de criptomonedas ha pasado de ser una curiosidad financiera a una cuestión de infraestructura nacional y política energética. La minería de Bitcoin (BTC) y otras criptomonedas de prueba de trabajo consume grandes cantidades de electricidad, y cuando se realiza ilegalmente, crea una doble carga.

Primero, agota recursos energéticos limitados que deberían estar disponibles para los hogares y la industria. Segundo, priva al estado de ingresos y eleva los costos de mantenimiento a medida que la infraestructura sufre daños. Para países con sistemas eléctricos frágiles, esta combinación puede ser muy difícil de manejar.

En Tayikistán, las autoridades esperan que la criminalización de la minería no autorizada disuada a los infractores y ayude a estabilizar la red eléctrica. La ley también señala a los inversores y empresas que el gobierno se toma en serio la regulación de la actividad de los criptoactivos.

La medida llega mientras el país endurece las penas por otras formas de robo de energía y falta de pago. Esas ofensas ya pueden resultar en multas de hasta 9.900 dólares o penas de prisión de hasta ocho años.

Cómo pueden responder los mineros y la industria de los criptoactivos

El endurecimiento de las normas en Tayikistán y otros lugares probablemente acelerará lo que los analistas llaman "migración minera". A medida que un país aplica penas más severas, los mineros a menudo se reubican en jurisdicciones con reglas más indulgentes o energía más barata.

Este patrón ya se ha visto antes. Cuando China prohibió la minería de criptomonedas en 2021, gran parte de la industria se trasladó a países como Kazajistán, Estados Unidos y Rusia. Pero a medida que algunas de esas regiones experimentaron tensión en la red, muchas han reevaluado su postura desde entonces.

Los expertos dicen que el futuro de la minería dependerá cada vez más del acceso a energía renovable o excedente. Las operaciones que dependen de energía sostenible tienen menos probabilidades de atraer el escrutinio regulatorio. Algunas redes de la blockchain también están avanzando hacia modelos de prueba de participación (proof-of-stake), que generalmente requieren mucha menos electricidad.

Para Tayikistán, la esperanza es que las nuevas penas desalienten por completo la minería ilegal en lugar de empujarla más a la clandestinidad.

La seguridad energética es ahora política de criptoactivos

La decisión de Tayikistán subraya un reconocimiento creciente de que la minería de criptomonedas no se trata solo de finanzas digitales. Afecta la seguridad energética, la resiliencia de la infraestructura y la política ambiental.

Al convertir la minería ilegal en un delito penal, el gobierno tiene como objetivo enviar un mensaje claro de que el mal uso de la energía no será tolerado. En un país donde la escasez de electricidad afecta regularmente la vida diaria, la medida se trata tanto de equidad como de tecnología.

Para los mineros de todo el mundo, el ejemplo de Tayikistán es un recordatorio de que la electricidad barata o gratuita tiene un costo. A medida que más gobiernos traten el robo de energía como un delito grave, el mapa global de la minería de criptomonedas seguirá cambiando hacia regiones que puedan equilibrar la innovación con la responsabilidad.

En Tayikistán, ese equilibrio ahora significa una cosa por encima de todo: en el país, minar con electricidad robada o sin medir ahora puede acarrear penas criminales, incluyendo tiempo en prisión.

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