Lo que muchos temíamos lamentablemente está pasando. Resultados cerrados, tensión e incertidumbre. se declaró ganador en horas de la madrugada, pese a que el conteo continúa. Lo que significa que la presidencia de los Estados Unidos todavía está en el aire. Todo parece indicar que los demócratas mantendrán su control en la Cámara de Representantes, a pesar de perder algunas sillas. Y los republicanos, al parecer, seguirán con su control del Senado.
Estas elecciones han sido particularmente complicadas debido al alto porcentaje de voto temprano. Es decir, debido al , muchos votantes enviaron sus votos por correo. Es importante destacar que muchos de estos votos aún deben contarse. Y se estima que muchos demócratas votaron de esta manera. Esto, obviamente, podría ayudar al candidato Joe Biden en algunos estados claves.
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Bueno, lo cierto es que los Estados Unidos pende de un hilo con unos resultados electorales extremadamente reñidos. Y un Donald Trump emitiendo una declaración “indignante, sin precedentes e incorrecta” (palabras de la directora de campaña de Joe Biden, Jen O’Malley Dillon). Lo que podría estar indicando que tendremos tensión e incertidumbre para rato. Y, considerando la polarización política en los Estados Unidos en estos momentos, para nada me sorprendería la presencia de algunos brotes de violencias en las calles. Esperamos que no.
Todo parece indicar que el voto latino en la Florida favoreció a Trump. La estrategia de Trump de asociar a Biden con el “socialismo radical” evidentemente funcionó para conquistar al voto cubano y venezolano. Sin embargo, el voto latino en Arizona se inclinó por Joe Biden, aportándole una posible victoria en ese estado clave.
Los mercados financieros detestan la incertidumbre. Y esta “declaración de guerra” por parte de Donald Trump conforma un mal escenario para los mercados. Una impugnación de los resultados, llevando el asunto al Tribunal Supremo de Justicia, podría crear un clima de gran volatilidad en todos los mercados.
Estas elecciones, obviamente, se complicaron y todo parece indicar que estamos ante un proceso de reconteo largo y prolongado que podría durar varios días o más. Ya hay señales claras de que muchos inversores están buscando un refugio seguro en los Bonos del Tesoro. Y minutos después de que Trump jugara su ficha de cantar “fraude”, los futuros de Wall Street se pasaron al lado negativo. Las bolsas europeas también se vieron perjudicadas con caídas, gracias a la incertidumbre. Nadie ve con buenos ojos una larga y prolongada batalla en los Tribunales. Es natural que los inversores se pongan a la defensiva.
Desde el punto de vista de los mercados, este es el peor escenario. En el caso de , la gráfica diaria nos muestra un comportamiento muy similar al visto con los futuros de Wall Street. Durante el día de ayer, el precio se mantuvo en positivo, pero, a partir de medianoche, comenzó un leve descenso. Es posible que, debido a la incertidumbre, los mercados registren un incremento considerable de la volatilidad. La indecisión puede generar altibajos. O, para decirlo de otra manera, los mercados podrían experimentar hipersensibilidad por las noticias.
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Mucho se ha dicho sobre las ventajas y desventajas de ambos candidatos en lo que a Bitcoin se refiere. Pero, en términos generales, podríamos decir que la diferencia en materia económica no es tan grande como se piensa. Si gana Trump, tendremos estímulos monetarios. Si gana Biden, también tendremos estímulos monetarios.
Los republicanos normalmente piensan que la economía requiere pocas regulaciones, pocos impuestos y poca intervención gubernamental para prosperar. Es decir, la idea del libre mercado. Sin embargo, el libre mercado no soluciona todos los problemas. De hecho, los republicanos no son tan buenos para la economía como se podría asumir. Curiosamente, las administraciones demócratas tienden a generar crecimientos económicos más acelerados, niveles de desempleo más bajos y mercados financieros más fuertes. Esto no es una opinión. Es un hecho perfectamente verificable. Si comparamos el desempeño de la economía en cada administración durante los últimos 50 años, nos toparemos con este claro patrón.
Claro está que Joe Biden no es el radical que Trump nos presenta. Su carrera política nos lo demuestra. Y su plan económico tampoco es radical. La supuesta radicalidad de Joe Biden es una estrategia electoral de laboratorio por parte de la campaña de Donald Trump. Y debo decir que funcionó a la perfección con los latinos de la Florida (cubanos y venezolanos, sobre todo). Sin embargo, este supuesto radicalismo es una acusación infundada que no se corresponde a la trayectoria de Biden.
De hecho, el plan de Biden para la recuperación es mucho más coherente que el plan de Trump. El plan contempla inversión en infraestructura, ayudas para las familias, apoyo para las pequeñas empresas y el aumento del sueldo mínimo. En este plan, los cheques van dirigidos a la economía real para un crecimiento real. Durante la administración Trump, los estímulos han beneficiado principalmente a los multimillonarios. Los republicanos son muy generosos con los multimillonarios, pero en lo que respecta a favorecer a los menos privilegiados siempre se utiliza el dogma de la austeridad para negar ayudas.
Se ha dicho que Wall Street no ve a Biden con buenos ojos. Bueno, a nadie le gusta pagar más impuestos. Y el tema de las regulaciones siempre es complicado. Sin embargo, pese a que este supuesto rechazo podría tener un efecto en el corto plazo, Wall Street sabe perfectamente que el plan demócrata en el largo plazo eventualmente estimularía un fuerte crecimiento económico.
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En conclusión, lo más preocupante aquí es la incertidumbre. El peor escenario para los mercados es tener unos resultados cerrados, tensión e incertidumbre. Justo lo que tenemos en estos momentos. Algunos de nosotros todavía recordamos con claridad las polémicas elecciones presidenciales del 2000 entre Al Gore y George Bush (hijo). Esas elecciones se resolvieron en el Tribunal Supremo de Justicia. Claro que la situación de hoy es más complicada debido a la pandemia y la crisis económica. En lo personal, me preocupa los posibles brotes de violencia en las calles. Pero, bueno, esperamos que esta situación no se presente.
¿Qué hacer? Lo mejor es tener paciencia y esperar que las aguas retornen a su cauce. Sería un error entrar en pánico. Claro, es posible que las cosas se compliquen por un tiempo. Y seguramente pasemos por un periodo de volatilidad y tensión. Este puede ser un proceso largo, prolongado y complicado. Pero eventualmente se resolverá. No podemos perder el optimismo. Esto pasará.