Las expectativas son las ideas que tenemos sobre lo que va a pasar en el futuro. A veces son racionales, es decir, se basan en datos, evidencias y lógica. Otras veces son irracionales, es decir, se basan en emociones, creencias y fantasías. Lo que quiere decir que podemos acertar en gran medida en nuestras predicciones, pero al mismo tiempo podemos equivocarnos en los detalles.

Un ejemplo de esto es el halving, un evento que ocurre cada cuatro años en la red de Bitcoin y que reduce a la mitad la recompensa que reciben los mineros por validar las transacciones. El halving es influyente, cierto. Pero no es omnipotente. Debemos tomarlo en cuenta, pero es un error idolatrarlo.

Hay muchos mitos, medias verdades y exageraciones sobre el halving. Algunos dicen que hará que el precio de Bitcoin se dispare hasta la luna. Otros dicen que provocará una crisis en la minería y una caída en la seguridad de la red. ¿Acaso no estamos sobrestimando su influencia?

Las expectativas racionales se basan en el análisis y el sentido común, y no en el hype, el miedo o las supersticiones. El halving es un evento importante, pero no es el único factor que determina el valor y el futuro de Bitcoin. Bitcoin es mucho más que un halving.

¿Qué es el halving y por qué es tan atractivo para los entusiastas de Bitcoin? Ahora bien, el halving es un evento que ocurre cada cuatro años aproximadamente, en el que la recompensa que reciben los mineros por validar las transacciones de la red se reduce a la mitad. Esto significa que cada vez hay menos bitcoins nuevos en circulación, lo que aumenta su escasez.

En práctica, gracias a la propaganda, el halving es visto por muchos como un mito mesiánico, una profecía que garantiza el triunfo de Bitcoin. Es una creencia muy seductora porque crea un falso sentido de certeza. En la narrativa bitcoin, el halving cumple un rol similar al que cumpliría la dialéctica de la historia marxista. Ofrece una visión mecánica, automática y predecible del tiempo. Vende la inevitabilidad de los eventos. O sea, el futuro ya está escrito.

El halving ofrece esperanza. Estamos mal y las cosas pueden ir peor. Pero tranquilo. El paraíso está garantizado. El día del juicio llegará. Todos los puros seremos salvados. En la mente de muchos, ese es el halving. Tranquilo. Ya viene el halving.

Pero, ¿es realmente así? ¿El halving es una ley natural que determina el destino de Bitcoin? ¿O es solo una ilusión que nos hace ignorar otros factores que influyen en el precio y la adopción de esta criptomoneda? ¿No será que estamos confundiendo nuestros deseos con la realidad?

A veces nos olvidamos de que Bitcoin es solo un código. Es decir, son números y letras en una base de datos. Su escasez es artificial. Imagina que yo decido convertirme en pintor y empiezo a pintar. Imagina que pinto 10 cuadros. Mi obra es escasa. Pero, ¿es valiosa? Eso dependerá de si alguien quiere comprarla o no. Ahora, imagina que prometo quemar 5 de mis cuadros dentro de 4 años. ¿Se volvieron más valiosos?

El precio de Bitcoin no depende solo de su escasez, sino también de la demanda y la oferta. Imagina que un día, por casualidad, el Museo Salvador Dalí recibe una donación multimillonaria. Y, con ese dinero, el museo logra comprar la mayoría de las obras de Dalí que están en manos privadas. Y supongamos que el mercado de arte ahora solo tiene 10 piezas de Dalí disponibles. No hace falta ser un genio para saber que esas piezas se van a disparar de precio. En este caso, la escasez influye. Pero influye porque hay demanda. Un Dalí tiene demanda. Mis pinturas, no. Entonces, no es lo mismo escasez sin demanda que escasez con demanda. La escasez sin demanda es como tener un montón de piedras en el patio. La escasez con demanda es como tener un diamante en el bolsillo.

¿Sabías que durante los tres primeros y últimos halving los costos de crédito estaban prácticamente por el suelo? La liquidez no hacía más que aumentar en un océano de billetes. Parecía que el dinero crecía en los árboles y que todos podían acceder a él sin problemas. No es el caso del próximo halving. ¿Puede un río tener el mismo nivel en temporada de sequía que en temporada de lluvia? Claro que no. Sin embargo, muchos analistas solo trazan una línea recta en las gráficas, ignorando totalmente los distintos contextos. Ignoran el cambio de condiciones macroeconómicas de estas dos etapas tan distintas es irracional. Es como comparar manzanas con naranjas. O, mejor dicho, con limones.

Es posible que el próximo halving no sea tan dulce como los anteriores debido a que ocurrirá en un entorno de condiciones totalmente distintas. Es solo sensato asumir que no es necesario que el patrón de los últimos halvings se repita al detalle en esta oportunidad. Del mismo modo, no es sensato asumir que el verano durará todo el año. Obviamente, tres meses de verano no son suficientes para asumir que habrá verano todo el año. O sea, no es cuestión de trazar una línea recta solo tomando en cuenta la data de verano para pronosticar el otoño, el invierno y la primavera.

Ahora bien, muchos modelos de predicción intentan estimar el precio de Bitcoin basándose en la escasez que provoca el halving. Algunos de estos modelos son el de Ecoinometrics, que divide los ciclos de halving en cuatro fases, y el de PlanB, que usa la relación stock-flujo. Estos modelos hacen pronósticos sobre el precio de Bitcoin para el 2024 (fecha del próximo halving) basándose mucho en el comportamiento del precio en el pasado. Sin embargo, en mi opinión, estos modelos son muy simplistas. Y son vulnerables a los errores y los sesgos. La escasez no es suficiente para determinar el precio de Bitcoin. Hay que tener en cuenta otros factores como la utilidad, la demanda, la oferta y la competencia. Nadie puede predecir el futuro con certeza, y lo mejor es estar atento a los cambios del mercado y adaptarse a ellos. Sí, el halving tiene peso. Pero no exageremos. No es una varita mágica. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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