Los principales exchanges de criptomonedas están retirando de sus listados a XRP, el token de la compañía de pagos Ripple. Todo debido a sus problemas legales. Lo que ha traído como consecuencia una dramática caída del precio. ¿Por qué la pérdida de apoyo? Bueno, la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) ha presentado una denuncia contra Ripple por la emisión (presuntamente ilegal) de valores en la forma de ventas de XRP. ¿Qué significa todo esto?  ¿Todas las ICOs son valores? ¿Es una cacería de brujas injustificada por parte de la SEC? ¿O es XRP realmente un esquema fraudulento? ¿Cuál será la próxima cripto en caer en las garras de la SEC? 

Claro que nadie quiere una cacería de brujas contra todas las ICOs. El caso XRP podría crear un precedente con múltiples ramificaciones. Debemos reconocer que hay muchos proyectos similares a XRP allá afuera y lo menos que se quiere es una arremetida generalizada. Por supuesto que Estados Unidos no es el mundo entero. Pero, considerando la importancia de los Estados Unidos como centro financiero, un veto en aquel lugar significa una pérdida enorme para cualquiera proyecto. 

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Lo sensato sería que las ICOs tengan su regulación aparte. El concepto de “valor”, tal vez, no aplica aquí en un 100%. Sin embargo, tampoco podríamos pretender que todas las ICOs son iguales a Bitcoin. Los fundadores de Ripple emitieron millones de tokens ofreciendo villas y castillas a sus inversores. Luego, usaron el dinero de esas ventas para financiar su compañía y para enriquecerse en lo personal. Sin embargo, nada los compromete. No están obligados a cumplir sus promesas. No deben rendir cuentas a nadie. Y no son responsables de nada. 

Ripple preminó millones de XRP y conservó la mayoría. Luego de una venta inicial, el token registró una tasa de cambio oficial. En cuestión de días, esta tasa, generada por la venta de unos pocos tokens, se convirtió en el precio de todos los tokens en existencia. Entonces, el precio del token se multiplicó por el número de monedas en circulación y se obtuvo una capitación de mercado. Ese criterio convirtió a los fundadores de Ripple en multimillonarios de la noche a la mañana. Y eso se logró a base de promesas. Porque producto como tal todavía no se tenía. En el caso de muchas ICOs, esto es lo que normalmente ocurre. Primero, cobran los fundadores. Se hacen multimillonarios y lo único que tienen es una idea. Todo es una gran promesa. Y luego vienen o no los resultados. El pequeño gran detalle es que la entrega de resultados no es obligatoria. 

Muchos en el espacio cripto se hacen multimillonarios saltando de ICO en ICO. Siempre con una gran idea. Se presenta la idea, se recaudan los fondos, y se trabaja por un tiempo en el proyecto. Sin embargo, al poco tiempo, siempre surge algo. Los fundadores se retiran del proyecto prematuramente y van por una mejor idea, comenzando un nuevo ciclo. Es decir, no culminan el proyecto original y ya quieren iniciar otro. Se les olvida cumplir con sus promesas, pero, muy convenientemente, no se les olvida cobrar su dinero. Claro que, si alguien reclama, ellos sacan la carta libertaria. Por supuesto que no quieren regulación. Son “libertarios”. 

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Ahora bien, volvamos a Ripple. El proyecto no es algo malo per se. De hecho, es muy bueno. Hacer los pagos transfronterizos más fáciles es un objetivo bastante noble. Sin embargo, aquí el problema no es ese. Tampoco es la centralización como tal. El problema en el caso de Ripple es el irrespeto que han demostrado para con los inversores de XRP. Un irrespeto expresado elocuentemente en palabras y acciones. Por un lado, tenemos las ventas masivas en medio de un mercado bajista. Es decir, los sujetos desangran el activo sin piedad para financiar sus adquisiciones. Lo sensato habría sido comprar en la baja y vender en el alza. En otras palabras, Ripple debió usar su gran poder sobre el precio como un agente estabilizador. Pero escogió el camino que perjudica al inversor. 

Por otro lado, están las respuestas por parte de la gerencia de Ripple ante los reclamos (válidos) de su propia comunidad. Da la impresión que los reclamos se reciben con indignación. Se malinterpretan como una falta de lealtad. Porque lo que exige Ripple son sacrificios eternos por el bien de la compañía. Se justificaron las ventas masivas con argumentos baratos, pero no hubo reconocimiento, ni compromiso. Las ventas nunca pararon. Hace poco, iniciaron un programa de buybacks. Pero justo cuando ya no hacía falta. En la temporada alcista. 

Un ejemplo contrario a XRP podría ser Binance Coin. No es un secreto que Binance Coin es un instrumento para el beneficio del exchange Binance. Sin embargo, Binance cuida a sus inversores haciendo quemas y buybacks. De esta forma, aumentan artificialmente el precio del token para satisfacer a sus inversores que merecen un retorno por la confianza. He ahí la diferencia. Y eso explica muchas cosas. Los tenedores de Binance Coin están contentos con su inversión. Pero los tenedores de XRP, no. En otras palabras, no es necesariamente un asunto de centralización. Es un asunto de dinero. Con Binance Coin, ganan todos. Con XRP, solo gana la compañía. 

¿Por qué la SEC comenzó con XRP? Yo me atrevería a especular que el funcionario encargado del proceso escogió XRP porque encontró mucho apoyo de la comunidad XRP. Evidencia y apoyo. El descontento generalizado de la propia comunidad de inversores seguramente fue un factor aquí. Nadie quiere un ataque indiscriminado a todas las ICOs porque aquí podrían pagar justos por pecadores. Pero Ripple no es inocente del todo. Ellos están cultivando lo que sembraron. 

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En lo personal, desconozcó toda la parafernalia legal en torno a los valores. Francamente, no creo que Ripple deba cumplir con las mismas normas que Tesla o Amazon. O sea, Ripple debería poder intercambiarse en los Exchange de criptomonedas sin mayores inconvenientes. Sin embargo, considero que la compañía debe dar explicaciones. O sea, no puede tomar el dinero y no tener ningún tipo de responsabilidades para con sus inversores. 

He ahí mi punto por una regulación aparte. Si bien es cierto que las ICOs no son criptomonedas totalmente descentralizadas como Bitcoin, sería ir muy lejos decir que pertenecen en la misma categoría que una acción cotizada en la bolsa. Obviamente que debe haber un punto intermedio. ¿Tendrá la SEC esa sensibilidad? Claro que debemos recordar que pronto tendremos un nuevo liderazgo en la SEC. Los procesos viejos no pueden borrarse de la nada. Pero la actitud general de la agencia hacia las ICOs en el futuro podría verse afectada por este cambio de administración. La gran pregunta: ¿Este es un ataque a Ripple solamente, o es un ataque a todas las ICOs y Ripple es el inicio?