Esta semana Ether (ETH) ha superado la barrera de los 4,000 dólares mientras que Bitcoin (BTC), la criptomoneda más popular del mundo, recientemente ha alcanzado otro máximo histórico al superar los 63,000 dólares. Por su parte, Dogecoin (DOGE) sigue en la cresta de la ola después de que el "Dogefather", Elon Musk, apareciera en el programa Saturday Night Live, y las noticias sobre obras de arte digitales que alcanzan precios exorbitantes en forma de tokens no fungibles están en boca de todos.

La criptomoneda está de moda, te guste o no.

Sin embargo, no todo el mundo está convencido. Janet Yellen, la recién nombrada secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, previamente cuestionó la legitimidad y la estabilidad de las criptomonedas como depósito de valor. Al fin y al cabo, solo hace tres años que vimos estallar la última burbuja del precio de Bitcoin. Después de un ascenso meteórico en 2017, en el que se vio a BTC llegar a la marca de $ 20,000, una venta masiva en 2018 hizo bajar al activo y generó comparaciones con la "Tulipmania".

Los bitcoiners han sido llamados "cultistas" debido a su celoso respaldo a esta nueva, volátil y misteriosa tecnología. Pero no te confundas: no son solo los tecnófilos y los multimillonarios excéntricos como Elon Musk los que se sumergen en la criptomoneda. Desde JPMorgan hasta PayPal, los auténticos personajes de Wall Street y los incondicionales de Silicon Valley han comprado Bitcoin a lo grande.

La cantidad de BTC en circulación supera ya el billón de dólares. La mayoría de las principales instituciones financieras —incluidos los gigantes de la inversión y las empresas de pagos— están respaldando ahora la criptomoneda, y hay un creciente interés por parte de los inversores minoristas. Bitcoin se está convirtiendo en una parte cada vez más importante del sistema financiero mundial.

Al mismo tiempo, Bitcoin sigue existiendo en una zona gris de regulación, ya que los diferentes organismos de gobierno han tejido un mosaico de normas sobre criptomonedas en los últimos 10 años. En muchos casos, este mosaico no es suficiente para que los inversores convencionales confíen en el mercado, ya que algunos de los principios más básicos de la gobernanza de las criptomonedas siguen siendo objeto de debate. Por ejemplo, ¿las criptomonedas se consideran activos o valores? Bueno, todo depende de a quién se le pregunte...

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¿Qué deben saber los inversores sobre la normativa de las criptomonedas?

Uno de los grandes conceptos erróneos sobre Bitcoin —y las criptomonedas en general— es que el mercado es una especie de "Salvaje Oeste": fuera del alcance de los reguladores y plagado de estafadores, forajidos y ladrones. Eso no es cierto.

Cualquier negocio que esté en contacto con los consumidores en Estados Unidos y otras jurisdicciones está sujeto a algún tipo de normas y reglas reguladoras, que también se aplican a los activos digitales. Puede que no haya un marco creado pensando en las criptomonedas, dado que estamos en la frontera de una tecnología nueva y disruptiva. Pero diversas normas relativas a la protección de los consumidores, la prevención del blanqueo de capitales, la lucha contra el fraude y otros ámbitos se aplican a las diferentes actividades que tienen lugar. Las empresas de criptos pueden trabajar con bufetes de abogados para interpretar las normas en relación con su negocio y cumplirlas lo mejor posible.

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El actual reglamento de las criptomonedas se ha ido confeccionando a lo largo de los últimos 10 años, a medida que la regulación se ha puesto al día con la innovación. Pero eso podría cambiar pronto: La confirmación de Gary Gensler —ex director de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, o CFTC, que ha impartido clases sobre tecnología blockchain y criptomonedas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts— como nuevo presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, o SEC, indica que la administración actual va a tratar los activos digitales con seriedad y va a intentar proporcionar una supervisión exhaustiva y una orientación normativa para este mercado naciente.

Gensler ha insinuado que está esperando a que Yellen termine su revisión a las criptomonedas antes de promulgar una agenda regulatoria sobre las mismas. Mientras tanto, el Congreso también está estudiando a fondo. El mes pasado, los legisladores presentaron un proyecto de ley para crear un grupo de trabajo compuesto por expertos de la industria y representantes de la SEC y la CFTC para evaluar el actual marco legal y regulatorio en torno a los activos digitales.

Es difícil predecir lo que veremos en términos de regulaciones para la criptomoneda y los diversos modelos de negocio del sector en un futuro próximo. Sin embargo, hemos observado que los reguladores son cada vez más sofisticados y constructivos, ya que reconocen que tienen el deber de proteger activamente a los consumidores, promover la innovación y crear un entorno económico positivo.

¿Cómo pueden los inversores institucionales confiar en las empresas de criptomonedas?

Con una plétora de empresas de criptomonedas que han surgido en este confuso telón de fondo regulatorio en los últimos años, es importante que los inversores institucionales entiendan qué trampas deben evitar al elegir un socio al que confiar sus activos digitales. Es crucial saber cómo está regulada la empresa, información que debería estar disponible públicamente en su sitio web y verificada en el sitio web del regulador.

Además, conviene entender cada modelo de negocio, ya que no todas las empresas son iguales. El concepto básico de pagar rentabilidad puede parecer el mismo, pero el perfil de riesgo puede ser muy diferente. Si una empresa no es transparente en su forma de operar y crear rendimiento, debería ser motivo de preocupación, y si sus tarifas son materialmente diferentes de las de sus competidores, creo que es importante entender por qué. Se debe leer siempre la letra pequeña.

Algunas empresas pueden optar por trabajar en jurisdicciones conocidas por su escasa regulación, pero eludir la supervisión va en detrimento de la creación de confianza y de los negocios a largo plazo. Cualquier empresa con la que merezca la pena trabajar tendrá una postura proactiva y de colaboración con los reguladores. Es un panorama complejo, y puede ser costoso para las startups, pero es parte del precio de la construcción de valor a largo plazo.

Los prestamistas de criptomonedas que quieran estar a la vanguardia de la revolución digital deben aceptar la revisión de la normativa que se avecina y acoger el diálogo con los reguladores. Los inversores deben buscar asociaciones con empresas que valoren la transparencia, el cumplimiento, la experiencia y la equidad.

Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.

Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph

Camilla Churcher es la directora global de desarrollo de negocios de Celsius Network. Camilla tiene una amplia experiencia en servicios financieros tradicionales, empresas de Wall Street y startups fintech. Después de recibir su maestría en la Universidad de Edimburgo, inició su carrera financiera, comenzando como analista para Morgan Stanley y más tarde para Citigroup. En particular, Camilla fue directora de servicios de derivados prime en Credit Suisse antes de convertirse en directora de ventas de corretaje preferencial de Bank of America. Su puesto más reciente antes de incorporarse a Celsius fue el de directora de ventas en LGO, un exchange institucional de activos digitales.

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