Opinión de: Olivier Dang, director de ventures en Laser Digital, y COO en KAIO

La primera generación de tokenización acertó a medias. Demostró que los fondos regulados pueden vivir onchain, pero ahí se detuvo. Miles de millones de dólares en los llamados activos del mundo real han sido envueltos en tokens, pero en el fondo, poco ha cambiado.

La mayor parte de las "finanzas onchain" hoy en día son poco más que un reflejo digital del viejo sistema: PDFs con fuentes de precios, hojas de cálculo detrás de tokens y liquidación aún gestionada por intermediarios. En esencia, es la financiación tradicional reempaquetada con un barniz de la blockchain.

Ese modelo, desafortunadamente, no escalará.

La transformación real requiere que los activos financieros se comuniquen e interactúen entre sí y se vuelvan componibles. Esta será la característica definitoria de la segunda ola de tokenización.

Visión general del mercado global de activos del mundo real. Fuente: RWA.xyz

El lugar de la componibilidad entre los gestores de fondos

El mercado se ha vuelto más sofisticado, estén o no de acuerdo los gestores de fondos. Sin componibilidad, los activos digitales no pueden integrarse con la nueva infraestructura de dinero digital, liquidez descentralizada o sistemas de tesorería automatizados. Con ella, las finanzas se vuelven modulares, interoperables y programables.

Las stablecoins muestran cómo se ve eso en la práctica.

Se han convertido en la capa de liquidación predeterminada para los mercados globales de criptoactivos, moviendo más de 700.000 millones de dólares cada mes, según el informe "State of Crypto 2025" de a16z. El dinero digital ahora se mueve a la velocidad de internet.

Para cerrar esa brecha, la tokenización debe evolucionar de ser un envoltorio a convertirse en una infraestructura. La siguiente fase no se trata de poner más productos onchain; se trata de reconstruir el stack financiero para la programabilidad, con emisión, transferencia y presentación de informes operando dentro del mismo entorno digital.

Esto significa diseñar la confianza en el propio sistema. Cuando los derechos de los inversores, las reglas de liquidez y los datos de los activos se codifican directamente en contratos inteligentes, la transparencia y la aplicación se vuelven continuas en lugar de ocasionales. Las instituciones ya no dependen de capas de conciliación; la propia red confirma la propiedad y la liquidación en tiempo real.

Esa infraestructura desbloquea la componibilidad, cambiando la tokenización de un experimento fintech a una arquitectura de mercado.

Estado de las Criptomonedas 2025: El año en que las criptomonedas se hicieron mainstream (diapositiva 18). Fuente: a16z

Convergencia de los activos digitales con DeFi

El impulso hacia la componibilidad debe verse como una automatización necesaria y basada en la confianza que permite a las instituciones unirse a este nuevo sistema. En un sistema componible, un fondo de crédito tokenizado podría servir como garantía en un mecanismo de préstamo, o una participación de fondo podría liquidarse instantáneamente contra una moneda digital, cerrando el ciclo entre inversión y dinero. Nada de esto es futurista. Es simplemente el siguiente paso lógico, una vez que tanto el capital como el efectivo operen en rieles programables.

La historia demuestra que estas transiciones ocurren lentamente y luego, de golpe. El trading electrónico ha desplazado a los brókers telefónicos durante la última década; los pagos digitales reemplazaron a los cheques bancarios casi de la noche a la mañana una vez que los usuarios vieron la eficiencia. La tokenización seguirá la misma curva: La tecnología funciona, pero los modelos de negocio necesitan ponerse al día.

Transición de activos heredados onchain

Los defensores de esta próxima era de tokenización son conscientes del potencial en juego. Bancos, fondos soberanos y gestores de activos están adoptando protocolos abiertos y componibles no porque sean amigables con las criptomonedas, sino porque son más eficientes, auditables y escalables por diseño.

Las inversiones en infraestructura deben, por lo tanto, considerarse un signo del apetito institucional por la estabilidad a largo plazo en lugar de la especulación. A medida que más activos se muevan onchain, veremos la liquidez centralizarse y a los intermediarios que dependen de la fricción de la liquidación perder relevancia. Las instituciones que desarrollen esta infraestructura liderarán naturalmente los mercados de capital híbridos emergentes, incluso a medida que la tecnología continúe reduciendo los costos y mercantilizando procesos que antes tenían altos márgenes.

Y una vez que los gestores de activos e inversores experimenten el beneficio de la conformidad transparente y las operaciones automatizadas, la lógica económica será imposible de ignorar. En ese punto, la distinción entre onchain y offchain desaparecerá. Solo habrá infraestructura que funcione e infraestructura que no. Y el mercado dejará de ser un duplicado tokenizado.

Simplemente se convertirá en el mercado.

Opinión de: Olivier Dang, director de ventures en Laser Digital, y COO en KAIO.

Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente los del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.