¡Halving, halving, halving! Cada vez más cerca y nosotros en tremendo lío. Nos caímos y nos levantamos. Pero no del todo. Aún estamos en la cuerda floja. Y lo único cierto es que de aquí en adelante cualquier cosa puede pasar. ¡Que el coronavirus sería una maravilla para el precio del Bitcoin! ¡Santas equivocaciones, Batman! ¿De qué galleta de la fortuna esos “genios” del teclado sacan sus predicciones? Bitcoin sube. Tarde o temprano, Bitcoin sube. ¿Cuándo exactamente? Bueno, eso nunca se sabe. Mientras tanto, nosotros en este encierro que parece eterno. Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más leídas de la semana. 

La aterradora advertencia de Hayes: El precio de Bitcoin podría “absolutamente” volver a probar la marca de 3,000 dólares

En tiempos de coronavirus, cualquier cosa puede pasar. Que podemos volver a la marca de los 3,000. Claro que sí. La posibilidad existe y existe con mucha fuerza. Estamos en medio de una gran crisis economía y todo parece indicar que las cosas aún no mejorarán. Se están haciendo los esfuerzos para contener el virus y los científicos están trabajando muy duro para desarrollar una vacuna y tratamientos efectivos. Tarde o temprano, saldremos de esto. La pandemia es un problema del cual saldremos eventualmente airosos. Pero, como las tragedias nunca llegan solas, al irse el virus todavía tendremos la crisis económica. Que ciertamente no es responsabilidad exclusiva del virus, pero el virus sí fue la gota que derramó el vaso. ¡Y vaya gota! 

Los mercados bursátiles han sufrido. Y Bitcoin ha sufrido. A pesar de que la caída de Bitcoin debido a la pandemia resultó ser una gran sorpresa para muchos, en el fondo, es un asunto de sentido común. Los activos de alto riesgo son los primeros en caer en una crisis. Así de sencillo. Claro que muchos se aferran a un sueño, como los comunistas que ven en Cuba un paraíso de la felicidad. Hay una idea. La idea de Bitcoin que por ser escaso es un activo seguro que se desempeñará de las mil maravillas en las buenas y en las malas. Además, está Satoshi, un semidiós que todo lo sabe y esa fue su intención. Sin embargo, por otro lado, está la realidad. Bitcoin es mercado joven e inmaduro. Un activo de altísima volatilidad, aún con limitaciones técnicas y con problemas regulatorios y de adopción. Con muchísimo potencial, claro. Ha dado rendimientos asombrosos. Ofrece muchas ventajas, pero claramente todavía no es todo lo que podría llegar a ser en el futuro. 

Sí, podríamos volver la marca de los 3,000 dólares. Eso está muy claro. Eso no solo es una posibilidad, sino que también es una gran probabilidad. Pero, francamente, no es mal de morir. Las crisis no duran para siempre. Los mercados eventualmente se recuperarán y los precios subirán de nuevo. Entonces, en realidad, no estamos ante una catástrofe. De hecho, estamos ante una gran oportunidad, porque, mientras más dolorosas sean las caídas, mejor será la recuperación. 

El precio de Bitcoin cae hasta un nivel clave mientras el repunte de 100% después de la caída se ve inestable

Los números engañan a cualquiera. Esta es la razón por la cual los charlatanes adoran las matemáticas. Los hechos son los hechos. Pero el ser humano tiene la particular tendencia de siempre ver lo que quiere ver. Uno podría asumir que formamos nuestras opiniones a partir de los hechos, pero eso en realidad es sumamente raro. En la mayoría de los casos, fabricamos nuestros hechos a partir de nuestras opiniones. Después de la caída del 12 de marzo, nos hemos recuperado considerablemente. De hecho, en casi un 100%. Pero, estrictamente hablando, no podemos llamar de una recuperación, porque aún estamos muy por debajo de nuestros números pre-coronavirus. 

El oro sí se recuperó. Y el S&P 500 no se ha recuperado del todo, pero ha superado a Bitcoin. O sea, el S&P 500 ha mostrado mayor fortaleza que Bitcoin en tiempos del coronavirus. No nos engañemos. Nuestra situación es precaria. Y tenemos debilidades por doquier. La inestabilidad es lo que reina. Y no es el momento de jugar al héroe. La prudencia es lo que finalmente nos salvará. Compremos los valles y por nada del mundo cometemos la locura que caer víctimas del pánico y vender. ¡Paciencia!

El autor de ‘Padre rico, padre pobre’ dice que el oro, la plata y el bitcoin están fuera del sistema

Obviamente que Robert Kiyosaki no es un pensador político per se. El sujeto es un empresario y un educador. Indudablemente que conoce de finanzas personales. Sus libros son muy buenos. Sabio al afirmar que ser rico es un asunto básicamente de configuración mental. Es tan brillante como cierto. Sin embargo, últimamente le ha dado por venderse como un rebelde. A veces, incluso, ataca al famoso 1%, del cual admite ser parte. De pronto, su rebeldía es más un asunto mediático, e, incluso, de temperamento, que algo realmente concreto. Esto debemos leerlo muy bien. Robert es un hijo del sistema. Lo puede criticar en una entrevista. Pero él respira y vive empapado de sistema. 

Su éxito no ha estado en su rebeldía sino en su astucia. Es decir, en sacarle provecho al sistema hackeandolo. Usando al sistema para no ser una víctima de él. Se queja. Pero, en mi opinión, es un simple teatro. Son lágrimas de cocodrilo para obtener publicidad gratis. Tiene que dar sus opiniones con un toque de polémica para despertar interés. ¿Y qué mejor villano que el Gobierno? Robert promueve la plata, el oro y Bitcoin porque son una buena inversión a largo plazo. Los activos escasos, con el tiempo, subirán de precio. Es mejor invertir en ellos que acumular fiat en el banco, porque la inflación, eventualmente, se come al fiat. Así de sencillo. 

Bitcoin lo hará igual que Ethereum y pasará a la Proof-of-Stake, dice fundador de Bitcoin Suisse 

El supuesto talón de Aquiles de Bitcoin, según los más verdes entre nosotros, ciertamente es un tema digno de debatir. Me refiero por supuesto al consumo de energía de los mineros. Ese cuento que los mineros consumen más que naciones enteras es algo confuso. ¿Cuánta energía consumen los bancos? ¿Cuánta energía consume la minera de oro? ¿Cuánta energía consume McDonald´s para alimentar al 1% de la humanidad todos los días?  En fin, el tema es interesante y necesario. Es vital para Bitcoin que la creación de nuevos bitcoins requiera esfuerzo. Y, claro, el alto consumo de energía y el daño ecológico es algo que no podemos desestimar. ¿Pero Proof-of-Stake? No lo sé. ¿Por qué no hablamos de minería limpia en su lugar? 

Bitcoin no es el futuro

El rebelde se dirige a la plaza central del pueblo para comenzar una revolución, con sus carteles y grandes ideas. La gente lo saluda y le alaba la iniciativa. El rebelde llega a su casa al final del día, sintiéndose como un verdadero héroe y piensa que él es la mismísima voz del pueblo. Es decir, todos quieren su revolución. Pero lamentablemente esta es una ilusión. Él es lo suficiente ingenuo para creer que la gente cambiará radicalmente su estilo a la mañana siguiente y hará todos los sacrificios necesarios para adoptar las dolorosas (aunque justas) reformas que se plantean. La cruda verdad es que la gente no da tres pepinos por su revolución. Las masas se quejan por fuera, pero, por dentro, le tienen pánico al cambio y un gran pavor de contradecir a lo establecido. 

Bitcoin es algo que todavía no es para todos. Es una revolución que tomará tiempo. Debemos construirla con sudor y lágrimas. Nuestro entusiasmo es nuestro. No creamos que todos los demás son iguales a nosotros. No todos tienen nuestros mismos valores y las mismas ideas. Un corazón a la vez. Así se fomentan los cambios duraderos.