El uso de efectivo ha perdido mucho terreno frente a los pagos digitales a medida que la pandemia ha cambiado la forma en que las personas realizan transacciones en todo el mundo. Algunos expertos han argumentado recientemente que las monedas digitales de los bancos centrales podrían resolver el problema de dejar esos datos de pagos en manos de las principales plataformas tecnológicas.

En una publicación de blog publicada el lunes por la mañana, el investigador de la Reserva Federal de Nueva York, Michael Lee, y el profesor de economía de la Universidad de California en Santa Bárbara, Rod Garratt, expusieron en un documento que publicaron a principios de este mes.

Los autores señalan el uso preocupante de los datos de los consumidores por parte de las empresas de tecnología, que ha llevado a todos, desde Visa a Facebook, en problemas por posibles infracciones antimonopolio. La publicación del blog dice:

"Las transacciones que utilizan pagos digitales permiten a las empresas capturar los datos personales de los consumidores; el efectivo no. Los datos no se comparten entre empresas. Al obtener acceso exclusivo a los datos de sus propios clientes, las empresas pueden utilizar esta información para obtener una ventaja competitiva".

Una CBDC, sugieren los investigadores, es el mejor sucesor del efectivo en términos de eficiencia y protección del consumidor en la era digital. Si bien la publicación menciona las criptomonedas como una alternativa separada a las plataformas de pago más grandes, no aboga explícitamente por la tecnología de registro distribuido para una CBDC. Sin embargo, sí dice que una CBDC sería más barata y más ecológica:

"Las alternativas de pago digital que preservan la privacidad, como las criptomonedas, implican altos costos de transacción y pueden ser ambientalmente costosas. Es probable que las iniciativas privadas propuestas por firmas 'BigTech' conduzcan a una menor privacidad".

La investigación sobre las CBDC se ha acelerado. El interés se disparó inicialmente al comienzo de la pandemia, y ahora los principales bancos centrales e instituciones financieras están ocupados en realizar investigaciones sobre lo que debe cambiar para que varias jurisdicciones digitalicen su dinero.

Entre las economías más grandes del mundo, muchos ven a China como el líder en la carrera de las CBDC. Otros, sin embargo, argumentan que esto se debe a que al gobierno chino no le importa discutir las características de privacidad de un yuan digital, que finalmente se convertirá en una herramienta de vigilancia.

Michael Lee no había respondido a la solicitud de comentarios de Cointelegraph, al cierre de esta edición.

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