Desde Gate.io, hicieron un análisis comparativo sobre el Bull Run que hemos tenido desde mediados a finales de 2020 y principios del 2021, contrastando con lo que ocurrió en 2017. Dicho análisis fue compartido con Cointelegraph en Español, y a continuación se presentan algunas de las conclusiones a tener en cuenta.

“La industria cripto siempre ha sido única en lo que respecta al tipo de personas que atrae; desde trajes de ejecutivo, a gente cotidiana o estrellas de rock en toda regla. El 2017, por otro lado, llevó las cosas a un nuevo nivel de locura. Incluso tuvimos una variedad de celebridades de Hollywood que se subieron al ´tren de bloques´ en dirección al ´Crypto Wild West´ (...). Algunos de nosotros no le prestamos atención. En cambio, estábamos demasiado ocupados buscando la última ICO en la que tirar nuestro dinero”, señalaron. 

"¿Cuándo Lambo?" y "¿Cuándo Luna?" se convirtieron en el hilo conductor en canales de Telegram, hasta tal punto que muchos administradores habían fijado mensajes que decían que estaba prohibido si se comentaba algo relacionado con cualquier Lambo o cualquier Luna.

La segunda señal de que algo fue muy diferente, en diciembre de 2017, se hizo evidente cuando familiares y amigos perdidos hace mucho tiempo, que nunca antes habían mostrado interés, ahora sí se mostraron interesados y comenzaron a preguntar sobre el mundo crypto.

Hype

Desde Gate.io señalaron que, esencialmente, el mercado de 2017 consistió en demasiadas personas que buscaban ganar dinero rápido y fácil; personas sin conocimiento de la industria ni de la tecnología subyacente. Personas dispuestas a operar con su dinero sin hacer ninguna diligencia debida, simplemente porque habían caído en la emoción del hype. 

Se lanzaban varias ICOs a diario. Muchos recaudaron millones con un documento técnico cuestionable, un sitio web de aspecto inferior al promedio y una idea o concepto que consistía principalmente en palabras de moda. Estos proyectos sabían que el mercado era inmaduro y que no haría falta mucho para convencer a la gente de que invirtiera en ellos”, explicaron. 

Muchos proyectos terminaron siendo estafas de salida o proyectos que en realidad nunca construyeron nada (ningún producto del mundo real), aparte de haber creado un token que podría negociarse en un intercambio, en una cantidad de volumen cada vez menor. Cuando el mercado tomó un giro bajista y todo comenzó a derrumbarse, las víctimas más importantes fueron los recién llegados que buscaban ingenuamente hacer dinero rápido”, añadieron. 

Desde tarjetas de crédito al máximo hasta fondos vaporizados, fue un verdadero drama. “Una vez que estos usuarios finalmente se dieron cuenta de que los proyectos en los que invertían eran estafas o estaban condenados al fracaso, salieron corriendo a las colinas gritando que el mercado crypto era una gran estafa”, remarcaron.

Un nuevo amanecer

Pero llegando a la actualidad, vemos que el mercado ha madurado considerablemente. Los proyectos necesitan mucho más que una idea decente, un documento técnico y un sitio web atractivo para recaudar fondos. 

Los inversores ya no son tan ingenuos; han madurado con el mercado y la mayoría tiende a llevar a cabo una investigación debida y auditada antes de invertir sus fondos. 

Según Gate.io, la mayoría de los recién llegados al mercado se apegan a invertir en criptomonedas establecidas y se alejan de las empresas emergentes no auditadas y poco fiables con promesas que son simplemente "demasiado buenas para ser verdad". 

El precio de Bitcoin ha crecido a más del doble desde su máximo histórico anterior y una vez más muchos medios de comunicación están comenzando a difundir noticias sobre criptomonedas. “Sin embargo, no está tan publicitado como en 2017 y las conversaciones tienen un tono serio en general”, opinaron desde Gate.io

El mercado alcista actual es un toro completamente diferente. A diferencia de antes, tenemos inversores institucionales a gran escala que invierten su asignación de efectivo en el mercado y empresas como PayPal o Tesla se aseguran de no quedarse atrás”, puntualizaron.

¿Regulación?

Por otra parte, desde Gate.io hicieron referencia a que “la mayoría de los gobiernos de todo el mundo están analizando seriamente cómo implementar regulaciones que les darían cierto nivel de control”.

En este escenario, desde el ámbito gubernamental han comenzado a preguntarse: "¿Cómo encontramos una manera de trabajar con proyectos de criptomonedas mientras tenemos alguna regulación en vigor?" en lugar de "¿Cómo prohibimos las criptomonedas?". 

De hecho, desde Gate.io consideraron que este es un gran paso en la dirección correcta. “Por supuesto, esto no se aplica a todas las monedas, ya que la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) ha intentado recientemente ir tras XRP, con ambas partes sin mostrar signos de retroceder. Pero el deseo de crear claridad en el salvaje oeste es una señal alcista para la adopción general”, afirmaron.

Reserva de valor

En 2017, aparte del hype publicitario de ICO, Bitcoin fue visto constantemente como una moneda potencial. Una moneda que, hipotéticamente, podría facilitar el uso diario como medio de intercambio, como por ejemplo poder pagar por tu comida en restaurantes de autovías. Esa narrativa ha cambiado. La mayoría de las personas ahora se están uniendo a la narrativa de la reserva de valor más que cualquier otra cosa.

Por mucho que el mercado de 2020, y comienzos del 2021, fuera claramente diferente al de 2017, también hubo algunas similitudes. “Durante el frenesí de FOMO de 2017, muchos intercambios simplemente no pudieron hacer frente a los volúmenes. Los grandes exchanges colapsaron con frecuencia. Algunos incluso tuvieron que suspender sus registros de nuevos usuarios porque no podían hacer frente. Uno esperaría que estos exchanges estuvieran mejor preparados esta vez, pero parece que la mayoría de los intercambios de primer nivel están luchando una vez más para hacer frente a los volúmenes de tráfico”, manifestaron en el análisis.

Te puede interesar: