Felipe Mendoza, analista de ATFX LATAM, expuso cómo factores como la política energética de Donald Trump y las proyecciones de la OPEP podrían influir en la volatilidad del precio del petróleo en 2025. Y su análisis lo compartió con Cointelegraph en Español.
La administración de Trump —explicó— ha declarado su intención de fortalecer la industria energética, especialmente la del petróleo y el gas, como parte de su estrategia para garantizar la seguridad energética del país y mantener la competitividad internacional. Mendoza señaló que esta postura podría generar presiones alcistas en los precios del crudo, ya que sectores clave como la tecnología, la manufactura y el transporte dependen de un suministro energético constante.
Sin embargo, Mendoza advirtió que un incremento desmedido en el precio del petróleo podría ser contraproducente para Estados Unidos. “Históricamente, un petróleo demasiado caro frena el crecimiento económico y aumenta los costos de producción”, explicó. Por ello, es probable que la administración de Trump busque un equilibrio, promoviendo un precio que beneficie a los productores locales sin perjudicar el consumo ni provocar una inflación excesiva, agregó.
La visión global: OPEP y transición energética
Mientras tanto —agregó el analista— organismos internacionales como la OPEP y la Agencia Internacional de Energía (AIE) estarían proyectando escenarios que también podrían influir en los precios del crudo. Según la OPEP —explicó— la demanda global de petróleo continuaría creciendo hasta 2025, impulsada por el desarrollo económico en países no pertenecientes a la OCDE. Por otro lado, la AIE prevé un superávit en la oferta de petróleo, señalando que la transición hacia fuentes renovables podría limitar el crecimiento del precio a mediano plazo, señaló.
Según Mendoza, estas proyecciones estarían reflejando una dinámica en la que el precio del petróleo se vería influido tanto por la persistencia de la demanda en mercados emergentes como por los avances en energías limpias en economías desarrolladas.
Así mismo, Mendoza sugirió que el petróleo podría estabilizarse en un rango de precios ligeramente más alto, siendo suficiente para respaldar a los productores locales sin impactar negativamente el comercio global. Sin embargo, advirtió que esta estabilidad estaría condicionada por la interacción de diversos factores, desde la política energética de Estados Unidos hasta las tensiones geopolíticas y los cambios estructurales en la matriz energética mundial.
“El contexto actual sugiere que el petróleo mantendrá una tendencia de volatilidad, con fluctuaciones provocadas tanto por decisiones políticas como por avances tecnológicos y cambios en el consumo energético”, comentó Mendoza.
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