En Estados Unidos, la Casa Blanca publicó el 4 de mayo la estrategia nacional de normalización de tecnologías clave y emergentes, en la que se identifican ocho sectores tecnológicos que tendrán un impacto económico significativo en un futuro próximo.

Entre las ocho tecnologías figuran la inteligencia artificial, las tecnologías de comunicación y redes, la biotecnología y los semiconductores, con la inclusión de la tecnología de libro mayor distribuido (DLT) y la infraestructura de identidad digital, que acaparan la atención de la comunidad cripto.

DLT permite el acceso concurrente, la validación de registros y la actualización de registros en toda una base de datos en red. La tecnología Blockchain se basa en DLT, lo que hace posible que los usuarios vean cualquier cambio y las personas que lo han realizado, reduce la necesidad de auditar los datos, garantiza la fiabilidad de los datos y restringe el acceso sólo a quienes realmente lo necesitan.

La estrategia nacional pretende aumentar el liderazgo de Estados Unidos en el desarrollo de normas internacionales para estas tecnologías emergentes. El gobierno de Estados Unidos participa activamente en la creación de sinergias con el sector privado para promover y elaborar normas internacionales para estas tecnologías emergentes.

El ejemplo más destacado de esta colaboración es el desarrollo de la norma de telecomunicaciones y comunicaciones. Por ejemplo, la propuesta inicial de 3G la hizo en los años 90 Qualcomm Technologies, y la posterior recomendación de LTE -el estándar dominante para la comunicación inalámbrica de banda ancha para dispositivos móviles y terminales de datos- la hizo en los años 2000 NTT Docomo, un importante proveedor japonés de telefonía móvil.

La estrategia nacional sugiere que tecnologías como la DLT y la infraestructura digital tendrán cada vez más impacto y se utilizarán ampliamente en el sector económico. Algunos ámbitos clave en los que estas tecnologías se pondrán a prueba activamente son las infraestructuras automatizadas y conectadas, como las comunidades inteligentes y la Internet de los objetos. La DLT puede resultar especialmente útil para crear funciones y servicios basados en la ciberseguridad y la privacidad.

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