La popularidad de los tokens no fungibles (NFT) dentro del mundo del arte ha llegado a niveles en donde diversos artistas han indagado sobre los beneficios del uso de la tecnología blockchain a través de NFTs.

En esta ocasión, entrevistamos en exclusiva para Cointelegraph a uno de los artistas de habla hispana más reconocidos a nivel mundial: Antonio García Villarán, quien no sólo es Doctor en Bellas Artes, sino que también es artista plástico, profesor y en años recientes Youtuber con más de 1 millón de suscriptores en su canal, donde su temática consiste en realizar una crítica al arte que, desde su conocimiento y experiencia, ha sido tergiversado. Asimismo, es creador del concepto de “Hamparte”, una idea que evoca a lo que él define como: “El arte de no tener talento” y del cuál también ha escrito un libro. Algunos personajes sobre los que ha realizado contenido van desde Joan Miró, Frida Kahlo, Dalí hasta Yoko Ono.

El dinamismo de Antonio y la naturalidad con la que realiza sus videos es única y lo ha puesto en la mira a nivel internacional puesto que, para muchos representa una forma de denuncia dentro del mundo del arte que nadie se había atrevido a manifestar. Ahora, Antonio nuevamente nos vuelve a sorprender con esta noticia sobre este proyecto titulado: “Criptoarte 13 13 13”, el cual consiste en una serie de 13 obras de arte convertidas en NFTs para que todos los interesados puedan adquirir alguna de sus obras.

Eloisa Cadenas (EC): Antonio, gracias por aceptar esta entrevista, es un verdadero honor poder conversar contigo. Lo primero que quiero preguntarte es ¿qué te motivó a hacer NFTs?

Antonio García (AG): Estando en Twitch con mis seguidores, me enviaron una noticia para comentar y era sobre los NFT. Yo no sabía de qué se trataba. De hecho, me sonaba como “chino”. Luego, esa misma semana siguieron llegando más noticias sobre NFTs hasta que comencé a informarme y entonces me di cuenta del potencial que tenía. Lo primero que vi fue que se podía vender una obra sin necesidad de generar un certificado físico. Yo, cada que vendo una obra, tengo una persona que se encarga de embalarla, hacer el certificado y enviarla. Es un trabajo bastante grande y con esto comprendí que todo eso se podía reducir a casi nada, sólo haciendo un contrato inteligente. Vi que esto representaba una oportunidad muy buena para mí. Otra cosa importante es que, en el mundo del arte, me siguen muchos jóvenes y eso me llevó a pensar que podía ayudar a esos jóvenes a probar esta nueva tecnología predicando con el ejemplo.  

Sobre la manera en cómo crear arte, no creo que cambie nada en el sistema, porque hay muchos jóvenes que ya hacen arte digital, lo que sí es un cambio de paradigma, es la venta de arte. Eso a mí me interesa muchísimo porque los artistas siempre hemos sido los “muertos de hambre”, los que no hemos podido vivir de nuestro arte y quizás blockchain puede cambiar eso.

Por otro lado, la gente quería algo mío. En reiteradas ocasiones me piden un dibujo y muchos de mis cuadros son grandes y no son asequibles para todos. Los NFTs son una manera sencilla y asequible para que la gente pueda tener una obra mía, porque es una manera fácil y económica de hacer llegar mi obra a mucha gente.

Una de las cosas fundamentales que me hizo incursionar fue que, en toda la historia del arte, no se ha podido controlar el tema de las falsificaciones. Alguien puede falsificar un Goya, pero con la tecnología de los NFT, esto no es posible. Por otra parte, me interesa mucho que el artista por fin pueda conseguir regalías de sus obras siempre. Antiguamente yo vendía un cuadro y simplemente, de ese cuadro, me olvidaba; si ese cuadro adquiría un precio desorbitado en el mercado secundario, yo podía estar muriéndome de hambre mientras la persona que lo comercializó ganó dinero. Por lo tanto, sí me parece justo que el artista algo de esa creación suya sea para él.

Esto ocurre con los libros. Yo escribo libros también y por cada ejemplar que se vende, me pertenece un mínimo del 10%. Esto con las obras de arte no sucede, o si sucede, es algo muy complejo porque primero, se necesitan abogados que hagan contratos y, segundo, es muy difícil seguirle la pista. Esto es algo muy bueno que le vi a la tecnología blockchain donde el creador puede controlar su obra, las transacciones y todo.

(EC): Cuéntanos un poco más sobre este proceso, ¿cómo te has sentido?

(AG): Me siento muy bien y cómodo, yo ya había hecho arte digital. Estas van a ser mis primeras obras en NFT, 13 obras públicas. Nunca nadie ha visto algo mío digital, aunque se parece mucho a lo tradicional. Me hace mucha ilusión, me está gustando mucho y como me gusta probar de todo yo quería aprender a hacerlo. Cuando yo estudiaba ni existía el arte digital. Yo no toqué una tableta gráfica, pero empecé a dibujar con el dedo; luego me regalaron una tableta gráfica y ahora estoy haciendo mis primeras 13 obras. Quiero que sea un regalo hacia mi audiencia más fiel, porque yo podía haber hecho obra muy cara, pero yo quería algo para mis fans.

Cuando lo anunciamos, inmediatamente nos llegaron multitud de solicitudes para comprar, hay mucha gente que ya se está enterando y también estamos haciendo una labor de difusión. Van a estar disponibles para todo el mundo, nos gustan plataformas como OpenSea o Nifty Gateway. La forma de distribución se decidirá cuando termine la serie. Ahora la estoy retransmitiendo en directo en Twitch para que las personas vean cómo lo voy haciendo. Mi intención es poner esto como un símbolo; si hubiese hecho un video de esto hubiera quedado en algo superficial, pero yo he querido predicar con el ejemplo. Y ahora como estoy metido, investigo algo sobre blockchain, NFT, etc., por eso he querido predicar con el ejemplo y que la gente se anime.

(EC): ¿Cuáles son los principales beneficios en el criptoarte? ¿El valor agregado? ¿Qué destacas en esta corriente?

(AG): Me parece que tiene todas las ventajas del mundo el hecho de que tú tengas la posibilidad de comercializar con esta forma. Compras una obra y tienes un número asociado, aunque yo tenga la obra física aquí. Otro ejemplo puede ser en el caso de una obra muy cara: nos juntamos 10 personas para comprarla y cada uno de nosotros tenemos un porcentaje de esa obra o quienes tengan un pedacito, van a saber que tendrán una parte e incluso podrían tener un rendimiento. Las posibilidades son infinitas.

También me han pedido impresiones (print) de mis obras físicas. Yo no lo hago porque eso significa hacer una muy buena foto de una obra tradicional o escanearla en alta calidad, una buena impresión, meterla en un sobre, crear el certificado, enviarla y después asegurarse que llegue bien. Imagínate borrar todo eso y que directamente compres la obra digital original y tú si quieres, puedes hacer una o miles de impresiones, pero lo más importante es que tú tienes la original. Poniendo el ejemplo de la Mona Lisa, tomo una buena imagen, la imprimo y ya tengo el cuadro de la Mona Lisa. No, tú no tienes el cuadro de la Mona Lisa, ese está en el Louvre y mucha gente va a verlo porque hay uno sólo. En este caso, tú puedes tener una obra digital y será tuya, aunque la gente la tenga en el móvil, en la pantalla del ordenador o la imprima, pero no va a ser la original.

(EC): Dentro del mundo del arte, vemos en algunos casos en donde existe cierto elitismo por parte de las galerías que, típicamente, deciden qué exponer y qué no, ¿qué piensas sobre este concepto de eliminar al intermediario?

(AG): Se dio un paso muy importante con la creación de blogs y web porque eso restaba un poco a este mundo como tú has dicho “elitista” de las galerías, el hecho de poder exponer la obra. Ahora podemos mostrarla a través de internet pero faltaba este otro punto que era poder comercializar libremente sin tener a nadie detrás que te dijera: “usted sirve para estar en mi galería”. En realidad, el único valor que tienen las galerías es una cartera de clientes. A mí no me interesa estar en ninguna galería para recibir un 50% o 60% de la venta de mis obras. No me interesa porque esa galería, ¿qué ha hecho por mí? Ahora bien, si los galeristas se hacen buenas webs, tienen una cartera de clientes importante y me dicen: “Si tú entras conmigo a la galería virtual con tecnología blockchain, te voy a conseguir cientos de clientes”, pues a lo mejor me interesaría. Pero yo creo que las galerías están muy atrasadas, ya les costó entrar a Instagram y webs; esto me parece que les va a costar aún más, pero van a tener que enterarse. En general, no creo que desaparezcan las galerías, pero quedarán únicamente las que consigan ponerse a la cabeza con todo esto.

No hace falta que se vendan obras por 50 mil dólares, simplemente el hecho de que muchos de los artistas que hoy en día estén haciendo sus creaciones de manera digital tengan la posibilidad de ganar un sueldo normal mínimo y que, de las obras que vayan vendiendo, puedan obtener regalías de un 10% o 5% cada vez que se realice una transacción con un NFT, eso para mí me parece la mejor noticia del siglo 21 en el mundo, porque esto sí puede acabar con el sufrimiento de muchos artistas y ese dicho que existe de que, si te dedicas al arte, te vas a morir de hambre. Habrá obras que se vendan como las de Beeple, pero serán una entre 10 millones como sucede en el mundo tradicional; lo que si es cierto es que, como las barreras se destruyen, van a poder comercializar de una manera más justa y directa y, realmente, vivir del arte.

(EC): ¿Cuál identificas como una causa principal por la cual las galerías no estarían interesadas en el uso de de blockchain? ¿Cuáles son los principales retos?

(AG): Yo creo que muchas de las galerías son involucionistas y muchas de las que existen siempre han vendido arte de una manera tradicional pero no se dan cuenta que tienen un móvil en la mano y ese móvil es una galería de arte y, ¡no sé por qué no lo ven! La verdad es que no lo entiendo. Ahora bien, el cambio de las galerías lo vamos a producir los artistas, cuando los artistas hagamos los NFT y esas obras se vayan adquiriendo de manera orgánica, aunque considero que debería ser al revés; no obstante, me temo que no va a ser así.

(EC): Puedes pensar en algún momento ¿cómo pueden haber artistas que no estén haciendo sus NFTs? ¿Por qué deberían o no involucrarse?

(AG): Pienso que ahora hay mucho desconocimiento y es lógico. Esto es una cosa que, aunque no es nueva, parece ser que ahora se está expandiendo un poco más la idea del uso de esta tecnología. Incluso quienes afirman que esto “es el demonio”, “es un timo” lo entiendo porque es gente que no está informada. Yo por lo menos cuando me enteré de los NFT, no emití algún comentario y primero me informé y me di cuenta que esto es muy interesante y que tiene todo el sentido del mundo tokenizar tus obras para controlarla, para las regalías. Pienso que esto al ser tan lógico, lo van a terminar haciendo todos los artistas, el tiempo nos lo dirá.

(EC): ¿La industria del arte va a migrar a esta nueva forma o simplemente es una euforia y todo regresa a la normalidad?

(AG): Sinceramente, después de estudiarlo un poco, sí creo que va a convivir con el arte tradicional, pero creo que va a haber un ‘boom’ muy grande de arte con tecnología NFT. Y otra cosa, el arte tradicional también se puede tokenizar. O sea, se puede conseguir un certificado a través del token y comercializar de esa manera con el arte tradicional. Creo que por una parte va a tener una vida bastante buena la tecnología blockchain y por otra parte se va a fusionar para que no se han copias ilegales o apócrifas; a los propios artistas les interesa eso. Eso va a quitar muchos problemas de autoría, el que ‘tokenice’ y compre cualquier obra va a poder decir frente a todos los tribunales del mundo: “esta obra es mía, me pertenece”.

(EC): Desde tu perspectiva, cuáles son los principios debería dirigirse el criptoarte más allá de la comercialización.

(AG): Pienso que debe tener los principios del arte tradicional, que prime la calidad por encima del hamparte. Está claro que vamos a encontrar hamparte en los NFT, pero los principios deben ser los mismos. Si Velázquez viviese hoy e hiciese una obra tokenizada, seguramente sería de muy buena calidad; pero si Miró viviese hoy e hiciese una obra que fuesen 2 rayas en la pantalla del ordenador y lo pusiese como una obra de criptoarte, pues para mí eso sería hamparte. No tiene que ver con la tecnología, sino con el objetivo visual o la imagen que se genera. Que sea una imagen con calidad e interesante, con técnica, que no tenga lugares comunes, etc., los mismos conceptos que rigen al arte actual o lo que yo considero que es buen arte actual.

Otro aspecto que quiero comentar es sobre la huella de carbono que contamina mucho y parece ser que sí, efectivamente contamina y es algo que se debe solucionar; pero también sé que, después de verano cambiará el protocolo de consenso y esa huella de carbono va a bajar y es algo que también debería primar. Evidentemente se debe cuidar el planeta, pero con el tiempo, esto va a llegar a contaminar lo que contamina el ordenador de tu casa, porque van a cambiar los protocolos y hay que ponerlo en perspectiva. Las personas que critican esto, primero no están muy informadas y critican desde su móvil que lo cambian cada 1 o 2 años y que, además, enviar una obra a cualquier sitio tiene el gasto de sobre (papel), la gasolina, el combustible del avión, etc. Incluso puede que no salgan las cuentas, quizás hasta sería mejor hacer criptoarte que no hacer tanta obra tradicional.

(EC): ¿Qué opinión te merece el NFT de Beeple? ¿Puede ser o no hamparte?

(AG): No, para nada. Las imágenes que genera son de muy buena calidad, muy contemporáneas; además, es un tipo de arte que podríamos llamarlo “lowbrow”. La historia que tiene de estar creando una pieza digital por día durante años, lo hace un virtuoso, ya no sólo en la ejecución sino conceptualmente en lo que genera y los videos que hace.

(EC): ¿Vamos a tener una edición de criptoarte en tu canal?

(AG): Posiblemente, porque creo que esto va a llegar a todos sitios y va a haber grandes artistas que hagan criptoarte y, lamentablemente como es lógico, habrá hampartistas que también se metan aquí. Yo lo único que espero es que hable la razón y que la razón se anteponga a todo esto y que la gente decida apostar por lo que valga la pena. Me parece necesario aclarar muchas cosas. Pienso que esto no tiene vuelta atrás y hay muchos desinformados que tiran piedras sobre su propio tejado; he visto a muchos artistas digitales que dicen que esto es una tontería y digo: esto puede ser tu salvación; pero no pasa nada, que se enteren, afortunadamente esto es exponencial.

Mensaje para quienes están interesados

Estamos en el comienzo de una nueva era y, al igual que antes, cuando empezaron los ordenadores la gente era negativa y decían que no iban a tener uno, no querían un móvil para comprar un libro o un viaje. A esas personas les diría que investiguen de qué se trata y que no se lean un solo artículo, que vean videos y que no se fíen de lo que yo diga y que vean por ahí, que contrasten los datos. Esto es imparable, lo podrán retrasar, pero ya no lo para ni Dios y como no lo va a parar nadie, es mejor subirse a la ola en lugar de que te arrolle con los pros y los contras. Creo que poco a poco tendrá más pros que contra, es una muy buena noticia para los artistas.

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