La ciudadana australiana Katherine Nguyen se ha declarado culpable de robar USD 450,000 en XRP - más de 100,000 tokens - en enero de 2018.

El canal local de noticias 7News Sydney reportó lo último sobre el caso el 23 de agosto. Según el informe, Nguyen hackeó la cuenta de correo electrónico de un hombre con el mismo apellido. Luego procedió a robarle todo su XRP, antes de desbloquear su cuenta dos días después.

Al parecer, la policía investigó el robo durante 10 meses antes de localizarla y detenerla. Desde entonces, Nguyen se ha declarado culpable del robo, por lo que, según se informa, se enfrentará a la cárcel. En octubre se celebrará una audiencia especial para resolver algunas disputas de hecho y determinar su sentencia.

Nguyen fue acusada por primera vez del crimen en octubre de 2018. Los investigadores dijeron entonces al Sydney Morning Herald que Nguyen transfirió los tokens a un exchange de criptomonedas chino donde los cambió por Bitcoin (BTC) y posteriormente los envió a múltiples billeteras. El comandante de la brigada contra el crimen cibernético, Arthur Katsogiannis, dijo:

"Es un crimen muy significativo y es el primero que conocemos de su tipo en Australia, donde un individuo ha sido arrestado y acusado por el robo de criptomonedas."

Australia se enfrenta a una reacción violenta por las restricciones de efectivo propuestas

Ayer, Australia recibió rechazo sobre un nuevo proyecto de ley que pondría un límite a las transacciones en efectivo, incluidas las transacciones en criptomonedas. El proyecto de ley propuesto, titulado "Ley de divisas (restricciones al uso de efectivo) 2019", prohibiría todas las transacciones en efectivo por valor de más de 10,000 AUD (USD 6,900). Más de 7,000 personas han firmado posteriormente una petición contra este proyecto de ley.

La motivación para poner un tope a las transacciones en efectivo es, supuestamente, disuadir a las actividades ilícitas, incluyendo el lavado de dinero y la evasión fiscal. Robert Barwick, el director del Consejo de Ciudadanos Electorales de Australia -quien inició la petición- argumentó que esto es un error. Él comentó:

La prohibición de las transacciones en efectivo superiores a USD 10,000 no pondrá fin a la evasión fiscal y al blanqueo de dinero de la "economía sumergida", sino que privará a las personas de su derecho a la intimidad en los asuntos financieros y las atrapará en bancos privados, incapaces de eludir políticas como el "rescate" y los tipos de interés negativos".

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