Según un nuevo estudio, cada vez son menos los ciberdelincuentes que recurren al Bitcoin como método principal para mover fondos ilícitos, mientras que los malos actores optan por volver a los canales fiduciarios o eligen otras criptomonedas.
La empresa de cumplimiento y gestión de riesgos de activos digitales; TRM Labs, reveló que los volúmenes de financiación ilícita relacionados con Bitcoin habían disminuido significativamente en los últimos siete años, según su "Illicit Crypto Ecosystem Report", publicado el 28 de junio.
TRM Labs said instead a new multichain era has led to a “qualitative leap” away from Bitcoin as a primary means of moving criminal proceeds. The firm also highlighted that cash and other forms of fiat-related finance remain the “default” means of criminal money movements.
"De hecho, el dinero en efectivo e incluso formas más antiguas de financiación como la hawala (transferencia de dinero sin moverlo físicamente) siguen siendo los medios por defecto con los que se financian las actividades ilícitas y se blanquean sus ganancias".
TRM Labs también señaló que, aunque la actividad ilícita relacionada con criptomonedas ha aumentado, "las criptomonedas no inventaron estas formas delictivas".
La firma informó de que alrededor de USD 2,000 millones en criptomonedas fueron robados a través de ataques a puentes cross-chain en 2022, pero muy poco de eso fue en Bitcoin.
"La era de la multicadena ha tenido un gran impacto en la distribución del volumen ilícito de criptomonedas en su conjunto", señaló, añadiendo que la proporción de Bitcoin en las transacciones ilícitas se desplomó del 97% en 2016 a solo el 19% en 2022.
Además, mientras que en 2016 dos tercios del volumen de los hackeos para robar criptomonedas correspondían a Bitcoin, en 2022 esa proporción se había reducido a algo menos del 3%.Según el informe, Ethereum (68%) y BNB Smart Chain (19%) se hicieron cargo de las pérdidas.
Mientras tanto, Bitcoin también fue en su día la "moneda exclusiva" para la financiación del terrorismo también por aquel entonces, pero en 2022 había sido "prácticamente sustituida" por Tron, con un 92%, según afirma TRM Labs.
Además, TRM Labs afirma que ha habido un aumento del 240% en el uso de Tether entre las entidades de financiación del terrorismo que rastreó en 2022.

Las últimas cifras de financiación ilícita en criptomonedas pueden ser buenas noticias para Bitcoin, que en los últimos días parece estar de vuelta en la mesa para la adopción institucional.
Sin embargo, según TRM Labs, la criptomoneda registró al menos USD 7,800 millones en esquemas piramidales y Ponzi, USD 1,500 millones en mercados de la darknet especializados en narcóticos y USD 3,700 millones mediante hackeos y exploits de protocolos DeFi en 2022.
A principios de este año, Cointelegraph informó de que 2022 estableció un nuevo récord de transacciones ilícitas de criptomonedas. El valor total de las criptomonedas recibidas por direcciones ilícitas superó los USD 20,000 millones el año pasado, según datos de Chainalysis.
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