El precio de Bitcoin cayó de 95.930 dólares a 86.010 dólares entre el 24 y el 25 de febrero, marcando su nivel más bajo desde noviembre de 2024. La inesperada caída del 10,7% provocó más de 760 millones de dólares en liquidaciones de posiciones largas apalancadas, lo que generó preocupación entre los traders sobre la fortaleza del soporte de 90.000 dólares, que se había mantenido durante los últimos tres meses.
Para determinar si realmente ha terminado la tendencia alcista de Bitcoin, es fundamental analizar los factores clave detrás de la reciente caída. Algunos analistas señalan los 516 millones de dólares en salidas netas de los exchange-traded funds (ETFs) de Bitcoin al contado el 24 de febrero como una de las razones principales. Sin embargo, esta explicación pasa por alto el hecho de que en los cuatro días anteriores, las salidas totales alcanzaron los 553 millones de dólares, y aun así, Bitcoin se mantuvo por encima de los 95.500 dólares.
Preocupaciones de los inversores sobre el crecimiento global y los aranceles de Trump impulsan la venta masiva
Las preocupaciones de los inversores sobre el crecimiento económico global parecen ser el principal motor detrás de la reciente venta masiva en los mercados de riesgo, particularmente después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, confirmara sus planes de imponer aranceles a las importaciones de Canadá y México a partir de marzo, tras un retraso de un mes.
Rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años (izquierda) frente al índice DXY (derecha). Fuente: TradingView/Cointelegraph
Los rendimientos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años cayeron a su nivel más bajo en tres meses, lo que indica una fuerte demanda de los inversores por los activos más seguros. Mientras tanto, el dólar estadounidense se debilitó frente a una canasta de monedas globales, según el índice DXY, que cayó a 106,30 el 25 de febrero, también un mínimo de tres meses.
El presidente Trump argumentó que EE.UU. ha sido “aprovechado” por naciones extranjeras debido a políticas comerciales injustas, incluyendo impuestos sobre el valor agregado a productos norteamericanos. El mercado reaccionó negativamente al anuncio, y el estratega senior de Brown Brothers Harriman, Elias Haddad, advirtió que “están surgiendo señales de alerta para la economía de EE.UU.”.
Mark Cudmore, analista macroeconómico de Bloomberg News, afirmó que “la nueva administración de EE.UU. aún no está cumpliendo con nuestras expectativas de crecimiento” y advirtió que “las políticas de EE.UU. podrían estar comenzando a causar daño económico real”.
La disminución de la confianza en EE.UU. como la fuerza económica dominante suele considerarse un riesgo a la baja para el crecimiento global. Otros activos importantes, incluyendo Nvidia (NVDA), Tesla (TSLA), Palantir (PLTR) y Broadcom (AVGO), también han experimentado caídas similares en sus precios desde el 21 de febrero.
Nvidia, Tesla, Palantir, Broadcom frente al par BTC/USD. Fuente: TradingView/Cointelegraph
La fuerte correlación sugiere que Bitcoin sigue siendo visto como un activo de riesgo, moviéndose en tándem con el sector tecnológico, que depende en gran medida del crecimiento y, por lo general, no ofrece dividendos. Sin embargo, eventos específicos en el mercado de criptomonedas podrían haber llevado a los traders de Bitcoin a reducir su exposición.
El acuerdo de OKX daña la imagen de Bitcoin y dificulta la aprobación de reservas estratégicas
El 24 de febrero, OKX llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., aceptando pagar 500 millones de dólares en multas, principalmente provenientes de comisiones obtenidas de inversores institucionales. Según los informes, el exchange aconsejó a individuos proporcionar información falsa para eludir procedimientos regulatorios, facilitando más de 5.000 millones de dólares en transacciones sospechosas y ganancias de actividades criminales.
Aunque no está directamente relacionado con Bitcoin, el evento arroja una imagen negativa sobre el entorno regulatorio de EE.UU., incluyendo las reservas estratégicas de criptomonedas. Más importante aún, los estados nacionales y los fondos de pensiones suelen tener dificultades para diferenciar a Bitcoin de las actividades financieras ilícitas que involucran activos digitales, principalmente stablecoins. Como resultado, el caso de OKX reforzó la percepción de Bitcoin como una inversión de alto riesgo en lugar de un instrumento de cobertura.
Hay pocas razones para creer que el precio de Bitcoin caerá por debajo de 86.000 dólares, ya que los gobiernos están luchando por contener una posible recesión económica, lo que está empujando a los bancos centrales hacia medidas de estímulo. Si bien la reacción inicial podría ser reducir la exposición a activos de riesgo, los inversores también temen la dilución de la moneda a medida que se expande la base monetaria.
Como resultado, la política monetaria estricta de Bitcoin y su resistencia a la censura probablemente prevalecerán. Sin embargo, predecir si una recuperación por encima de 95.000 dólares tomará días o semanas sigue siendo incierto.
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