El 2 de abril está perfilándose como un momento crucial en la política comercial global. El presidente de EE.UU., Donald Trump, lo ha denominado "Liberation Day", en referencia a la entrada en vigor de nuevos aranceles, superiores al 20%, que afectarán las importaciones de más de 25 países. Según The Wall Street Journal, la administración también está considerando "aranceles más amplios y altos" más allá de esta ola inicial, lo que significa que el 2 de abril no será probablemente el fin de la incertidumbre económica.

Los mercados reaccionaron negativamente durante la última semana, con el S&P 500 cayendo un 3,5%, mientras que el Nasdaq 100 se desplomó un 5%, subrayando la ansiedad de los inversores. Al mismo tiempo, el oro se disparó un 4%, alcanzando un máximo histórico por encima de los 3.150 dólares por onza. El rendimiento del Tesoro a 10 años cayó al 4,2%, incluso cuando datos recientes de inflación mostraron un repunte en algunos de sus componentes principales.

La reacción de los mercados es una señal clásica de un entorno de aversión al riesgo, uno que a menudo precede a una contracción económica.

A lo largo de esta volatilidad, Bitcoin (BTC) cayó un 6%, una disminución relativamente modesta en comparación con su volatilidad histórica, pero esto no lo convierte aún en un refugio confiable, aunque su creciente papel como activo de reserva sugiere que esto podría cambiar con el tiempo.

Bonos y oro lideran la huida hacia la seguridad.

En períodos de inestabilidad macroeconómica y geopolítica, los inversores suelen buscar activos con rendimiento e históricamente estables. Tanto la disminución del rendimiento de los bonos del gobierno de EE.UU. como el aumento de los precios del oro señalan una demanda creciente por este tipo de activos.

El oro está viviendo un momento destacado. En los últimos dos meses, los fondos de oro han atraído más de 12.000 millones de dólares en flujos netos, según Bloomberg, marcando el mayor aumento de capital en este activo desde 2020.

Entradas mensuales a fondos de oro. Fuente: Bloomberg

Desde el inicio del año, los precios del oro han subido casi un +17%, mientras que el S&P 500 ha bajado un 5%. Esto muestra un estado precario de la economía, confirmado aún más por una fuerte caída en el sentimiento del consumidor estadounidense, que ha caído alrededor de 20 puntos, alcanzando niveles no vistos desde 2008. En marzo, solo el 37,4% de los estadounidenses esperaba que los precios de las acciones subieran en el próximo año, una baja de casi 10 puntos desde febrero y 20 puntos por debajo del máximo de noviembre de 2024.

Como lo expresó The Kobeissi Letter en su publicación:

“Claramente ha comenzado una desaceleración económica”.

Bitcoin: ¿oro digital o proxy tecnológico?

Un gráfico de Matrixport muestra que el ETF de Bitcoin al contado de BlackRock (IBIT) ahora tiene una correlación del 70% con el Nasdaq 100, un nivel alcanzado solo dos veces antes. Esto sugiere que las fuerzas macroeconómicas aún están moldeando los movimientos a corto plazo de Bitcoin, al igual que las acciones tecnológicas.

IBIT frente al Nasdaq - Correlación a 30 días. Fuente: Matrixport

Los datos de los ETF respaldan esta tendencia. Tras una semana sólida de entradas, los ETF de Bitcoin al contado registraron una salida neta de 93 millones dólares el 28 de marzo, según CoinGlass. Los activos totales bajo gestión de los ETP de Bitcoin han caído a 114.500 millones de dólares, el nivel más bajo en 2025.

Los números muestran que Bitcoin aún se percibe más como un proxy tecnológico especulativo y aún no ha entrado en una nueva fase de comportamiento de mercado. Sin embargo, algunos signos de esta posible transición ya son evidentes.

Bitcoin está en camino de convertirse en un activo de reserva

Debajo de la volatilidad, se está produciendo un cambio estructural. Las empresas están utilizando cada vez más Bitcoin y sus ETF para diversificar sus balances.

Según Tipranks, el 80,8% de las acciones de IBIT de BlackRock son propiedad de empresas públicas e inversores individuales. Además, en febrero de 2025, BlackRock incorporó una asignación del 1% al 2% de IBIT en sus carteras de asignación objetivo, reflejando una creciente adopción institucional.

Datos de BitcoinTreasuries muestran que las empresas cotizadas en bolsa actualmente poseen 665.618 BTC, y las firmas privadas tienen 424.130 BTC. En conjunto, eso equivale a 1.089.748 BTC, aproximadamente el 5,5% del suministro total (excluyendo las monedas perdidas). Estas cifras subrayan la creciente aceptación de Bitcoin como un activo de reserva en tesorería. Además, algunos expertos predicen que mantener BTC en la tesorería corporativa se convertirá en una práctica estándar para finales de la década.

Elliot Chun, socio de la firma de fusiones y adquisiciones enfocada en criptomonedas Architect Partners, dijo en una publicación de blog del 28 de marzo:

“Anticipo que para 2030, una cuarta parte del S&P 500 tendrá BTC en algún lugar de sus balances como un activo a largo plazo”.

El carácter de cualquier activo está definido por la actitud de quienes lo poseen. A medida que más corporaciones adoptan Bitcoin para la diversificación de sus tesorerías, y a medida que entidades soberanas comienzan a experimentar con reservas de Bitcoin, el perfil de la criptomoneda está cambiando. La Reserva Estratégica de Bitcoin de EE.UU., aunque imperfecta, contribuye a esta tendencia.

Es demasiado pronto para considerar a Bitcoin como un refugio completo. Su precio aún está impulsado principalmente por la especulación a corto plazo. Pero la transición está en marcha. A medida que crece la adopción entre países, empresas e individuos, es probable que la volatilidad de Bitcoin disminuya y su utilidad como cobertura parcial aumente.

Por ahora, la etiqueta de refugio seguro puede ser aspiracional. Pero si las tendencias actuales continúan, podría no serlo por mucho tiempo.

Este artículo no contiene consejos ni recomendaciones de inversión. Toda inversión y operación comercial conlleva riesgos, por lo que los lectores deben realizar su propia investigación antes de tomar una decisión.