Heather Morgan, a veces conocida por su alter ego Razzlekhan, una autoproclamada ingeniera social y rapera extravagante, hizo titulares después de declararse culpable de uno de los ciberatracos más audaces de la historia; el hackeo de Bitfinex en 2016 de 120,000 BTC, por un valor de USD 4,500 millones en el momento de su arresto.
Contrario a la creencia popular de que estaba tras las rejas, Morgan supuestamente apareció en la Bitcoin Conference 2024 en Nashville, despertando curiosidad y controversia entre los asistentes. Su presencia en varias conferencias de criptomonedas ha dejado a la comunidad de criptomonedas llena de especulaciones.
Una vez que Morgan se declaró culpable el 13 de julio de 2024, supo que podría enfrentar hasta cinco años de prisión y recibir una multa de USD 250,000. Desde entonces, ha estado esperando su sentencia programada para el 8 de noviembre de 2024.
El esposo de Morgan y compañero en el crimen, Ilya Lichtenstein, se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario. Morgan, por otro lado, sigue libre bajo fianza.
Según el juez Howell, Lichtenstein desempeñó un papel mucho más significativo en la planificación del hackeo de Bitfinex que su esposa, lo que justificó medidas más estrictas. Además, sus conexiones con Rusia aumentaron las preocupaciones sobre el riesgo de fuga, como explicó Carol Goforth, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Arkansas, a Cointelegraph.
¿Por qué Morgan asiste a eventos de Bitcoin?
Si una persona está a punto de ser sentenciada a varios años de prisión y tiene tarifas administrativas pendientes, como una multa de USD 250,000, ¿por qué asistiría a eventos de Bitcoin?
Jameson Lopp, desarrollador de Bitcoin y cofundador de la firma de custodia de Bitcoin Casa, encontró su presencia extremadamente sospechosa. Ha aconsejado a los organizadores de eventos de Bitcoin que la consideren una actriz peligrosa y le nieguen la entrada.
Las preocupaciones de Lopp resaltan la inquietud más amplia dentro de la comunidad de criptomonedas con respecto a las intenciones de Morgan y los posibles riesgos que podría representar en estos encuentros.
Lopp le dijo a Cointelegraph que cree que podría haber dos explicaciones para su asistencia a estos eventos de Bitcoin.
Una “explicación caritativa sería que está buscando trabajos de consultoría para pagar la multa de USD 250,000 que le debe al gobierno”. Según informes, se ha presentado como “asesora de Web3” en conferencias de Bitcoin.
Sin embargo, señaló que una “explicación adversarial” sería que ella está “buscando reducir su sentencia recopilando información en nombre del gobierno”.
En cuanto a si Morgan podría haberse convertido en un activo para el gobierno de los Estados Unidos, Lopp señala que pocas personas son tan ideológicamente opuestas al gobierno que elegirían más tiempo en prisión en lugar de cooperar.
Considerando la autoproclamada experiencia de Morgan en la ingeniería social, Lopp dijo que es concebible que ella pueda estar utilizando esas habilidades en nombre del estado. Esta posibilidad alimenta aún más la cautela de la comunidad de criptomonedas, añadiendo al interés y la sospecha en torno a sus actividades.
La lista negra entra en conflicto con el valor central de inclusividad de Bitcoin
El llamado de Lopp para negar la entrada de Morgan a las conferencias de Bitcoin ha encontrado resistencia dentro de la comunidad de criptomonedas. Los críticos argumentaron que tal prohibición contradice la inclusividad y el ethos abierto inherentes a la cultura de Bitcoin.
Esta tensión subraya un debate más amplio dentro de la comunidad sobre cómo equilibrar las preocupaciones de seguridad con los principios de apertura e inclusividad que los defensores de Bitcoin promueven.
Lopp dijo que no quiere excluirla por sus creencias. Cree que “debería ser excluida porque es una AMENAZA CONOCIDA”. Enfatizó, “solo un tonto invita a depredadores conocidos a eventos llenos de posibles objetivos”.
Tampoco Lopp cree en una prohibición general de todos los criminales convictos de criptomonedas en las conferencias de Bitcoin. Argumentó que “la criminalidad y la moralidad no siempre se alinean,” distinguiendo a individuos como Sam Bankman-Fried y Alex Mashinsky, quienes “defraudaron a innumerables clientes y causaron un daño generalizado,” y otros como Roger Ver y Erik Voorhees, donde “requeriría gimnasia mental afirmar que realmente dañaron a alguien”.
Lopp cree que la comunidad debería ser capaz de protegerse de los actores malintencionados. Al excluir a aquellos con intenciones nocivas conocidas o antecedentes criminales, dijo que la industria de criptomonedas puede preservar mejor su integridad y seguridad, asegurando que los eventos e interacciones sean seguros y productivos para todos los participantes.
“Nuestra industria está arraigada en los ideales de interacción voluntaria y sin permisos. Una de las formas más fuertes de autopoliciamiento que podemos realizar es excluir a los actores malintencionados conocidos de nuestro entorno. Si demuestras que no eres una persona confiable, no mereces beneficiarte de oportunidades de networking como las conferencias“.
Morgan no respondió a la solicitud de comentarios de Cointelegraph al momento de la publicación.
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