Autoridades chinas han advertido de los riesgos que entraña el rápido avance del desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y, en consecuencia, han pedido medidas más estrictas en materia de seguridad nacional.

Las declaraciones proceden de una reunión celebrada el martes 30 de mayo, en la que el Presidente chino, Xi Jinping, y destacados miembros del partido comunista subrayaron la ambición del país de ponerse a la cabeza de la carrera mundial por desarrollar la tecnología punta.

La agencia local de noticias Xinhua informó de que los líderes locales debatieron la necesidad de "dedicar esfuerzos para salvaguardar la seguridad política y mejorar la gobernanza de la seguridad de los datos de Internet e inteligencia artificial".

"Debemos estar preparados para los peores casos y escenarios extremos, y estar listos para resistir la gran prueba de vientos fuertes, aguas agitadas e incluso tormentas peligrosas".

Según Xinhua, Xi dijo que los problemas de seguridad nacional a los que se enfrenta el país han "aumentado drásticamente" y que China necesita un "nuevo patrón de desarrollo con una nueva arquitectura de seguridad".

No es la primera vez que las autoridades chinas toman medidas contra el desarrollo de la IA. En abril, las autoridades chinas anunciaron un mandato para revisar todos los servicios de IA generativa que se lanzaran en el país antes de su uso público.

Estos movimientos hacia la regulación de la IA se producen en un momento en el que China ha estado trabajando activamente en el desarrollo de proyectos de IA. Los desarrolladores locales han creado soluciones a las sanciones de Estados Unidos que impiden el acceso de China a los chips más nuevos de Nvidia.

China no es la única potencia mundial que tiene los ojos puestos en la trayectoria del desarrollo de la IA. En Estados Unidos, funcionarios de Washington D.C. celebraron recientemente una sesión de escucha para conocer el impacto del uso de la inteligencia artificial para vigilar a empleados.

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha instado públicamente a las empresas tecnológicas a abordar los riesgos de esta tecnología.

Los directivos de las empresas son conscientes de las implicaciones de un desarrollo incontrolado de la IA y han pedido a los legisladores que establezcan "barreras".

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