Según un nuevo informe publicado por la firma de inteligencia de activos digitales CipherTrace, el 2 de junio, el valor de los fondos mal habidos conseguidos a través de los crímenes con criptomonedas durante los primeros cinco meses del año es la enorme cantidad de 1,400 millones de dólares, lo que hace que 2020 sea un año potencialmente activo en lo que respecta a robos, hackeos y fraudes relacionados con las criptomonedas

El informe continúa diciendo, que si las cosas continúan a este mismo ritmo, el volumen total de criptomonedas robadas para 2020 tiene el potencial de aproximarse a la marca establecida en 2019 de nada mas y nada menos que 4,500 millones de dólares, los delincuentes parecen estar aprovechando la actual pandemia de COVID-19 para atacar a personas desprevenidas atrayéndolas a través de una variedad de campañas de phishing relacionadas con las criptomonedas, ransomware y fraudes en el mercado de la darknet.

Además, de las múltiples estafas que se han registrado este año, muchos de ellos han hecho uso de campañas de correo electrónico que se hacen pasar por varios grupos oficiales relacionados con el coronavirus, como la Organización Mundial de la Salud, la Cruz Roja y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades: para solicitar pagos y donaciones en forma en criptomonedas.

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Por último, los funcionarios de CipherTrace afirman que de los 1,360 millones de dólares robados en criptomonedas durante lo que va de año, el 98% del valor total (cerca de 1,300 millones de dólares) puede atribuirse al fraude y apropiación indebida, en lugar de a hackeos y los robos directos.

Los estafadores continúan mejorando sus metodologías.

Para comprender mejor hacia dónde parece dirigirse el mercado en los próximos meses y años, especialmente en lo que se refiere a los crímenes con criptomonedas, Cointelegraph habló con John Jefferies, director de marketing y analista financiero de CipherTrace, en su opinión, si bien es casi imposible predecir con certeza cómo evolucionará este año las tendencias relacionadas con el robo y el fraude de criptomonedas, es posible que cuando el año llegue a su fin, la cantidad de fondos obtenidos por los delincuentes pueda superar las expectativas del informe, apostando la cifra de 4,500 millones de dólares de 2019.

Al profundizar más en el tema, Jefferies declaró que el mayor contribuyente al total a los crímenes con criptomonedas de este año ha sido el supuesto esquema Ponzi de billones de dólares de Wotoken, que surgió de China, además, en los próximos meses le preocupan las estafas de salida, de proveedores de servicios de activos virtuales más pequeños, o VASP, que están teniendo dificultades financieras, y agregó:

“Los inversores minoristas deben desconfiar de cualquier compañía que use declaraciones hiperbólicas y promesas de retornos extraordinarios para atraerlos a participar, si los organismos reguladores hubiesen exigido a WoToken que proporcionase prospectos de inversión detallados y estados financieros auditados, no habrían podido poner en marcha su plan y engañar a más de 700,000 víctimas, muchos VASP, han mejorado drásticamente su postura de seguridad, haciendo que sea más difícil para los hackers robar directamente de las plataformas ".

Pawel Aleksander, cofundador y director de información de, CoinFirm, una empresa de análisis de blockchain, pintó una imagen aún más oscura, le dijo a Cointelegraph que según la investigación y el análisis de su propia empresa, el volumen de criptomonedas robadas en el primer trimestre de 2020 en realidad puede estar más cerca de la marca de los 2,000 millones dólares, destacando:

"Conocer las cantidades relacionadas con los diversos fraudes que se producen en conjunto tiene su importancia, pero el aspecto más importante es abordar cómo resolverlos y proporcionar a las entidades las herramientas y soluciones para hacerlo".

La pandemia ha empeorado las cosas.

Como resultado de la situación actual del coronavirus, un número cada vez mayor de personas ha comenzado a pasar más tiempo frente a las pantallas de sus computadoras y teléfonos inteligentes, naturalmente, los estafadores han reconocido este hecho y están tratando de aprovechar esta oportunidad al idear maniobras novedosas, que prometen altos rendimientos en varias ofertas relacionadas con criptomonedas, como opciones binarias, comercio de confianza, etc, para atraer a las personas desprevenidas.

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Al comentar sobre el tema de cómo las compañías pueden limitar mejor la propagación de estafas relacionadas con criptomonedas, Aleksander declaró que a pesar de que la mayoría de las plataformas como, redes sociales y aplicaciones de mensajería, intentan ser más serios y limitar dichos esquemas nefastos, todavía hay muchos desafíos que aún no se han superado con éxito, en su opinión, se requiere un ecosistema equilibrado, en el que los procedimientos contra el lavado de dinero puedan democratizarse y los usuarios tengan voz:

"Esto puede suceder si se lográ una sinergia entre la prevención de blanqueo de capitales (AML por sus siglas en ingles), las investigaciones de fraude y un ecosistema de datos abiertos que llevaría a los mercados financieros de las criptomonedas a un nivel de seguridad nunca antes visto o incluso pensado para las finanzas tradicionales".

En este sentido, él cree que se necesita una solución triple, es decir, una que se base en una plataforma tecnológica AML que permite a las instituciones verificar el riesgo de las contrapartes en las transacciones de blockchain y cumplir con sus obligaciones regulatorias, no solo eso, sino que la plataforma también debe tener la capacidad de facilitar las investigaciones de extremo a extremo en los casos en que se informé que faltan fondos, así como incentivar la notificación de actividades sospechosas, Aleksander concluyo diciendo: "Si la industria adopta colectivamente tales soluciones y procesos, la capacidad de tales estafas de tener éxito sino también de poder aprovechar los fondos robados se verá seriamente limitada".

Jefferies comparte un punto de vista similar, quien también cree que los bancos, VASP y otras empresas de servicios monetarios pueden protegerse contra los malos actores que utilizan sus plataformas y redes de pago para lavar dinero y participar en otras actividades ilegales mediante el despliegue efectivo de medidas AML.

¿Cómo encajan los cajeros automáticos de Bitcoin en todo esto?

Un aspecto sorprendente del informe mencionado anteriormente de CipherTrace implica el aumento "exponencial" de los fondos que se envían a exchanges de alto riesgo desde cajeros automáticos de Bitcoin con sede en los Estados Unidos, en lugar de a entidades de bajo riesgo, como los exchanges de criptomonedas ya establecidos, esto ha llevado a los expertos a creer que los BATM pueden estar en mayor riesgo de ser utilizados para lavar dinero, especialmente dada la preponderancia de los fondos enviados desde el extranjero, potencialmente a jurisdicciones que carecen de políticas AML y conozca a su cliente.

Al proporcionar sus puntos de vista sobre el asunto, Jefferies declaró que parte de la razón del creciente uso de BATM por parte de los lavadores de dinero, como en el caso de Kunal Kalra, es su creciente ubicación dentro de los Estados Unidos, agregó:

"Incluso a pesar de la creciente disponibilidad de monedas de privacidad como Monero y Zcash, los delincuentes continúan usando Bitcoin debido a la abundancia de rampas de Bitcoin a fiat, los bancos y las empresas de servicios monetarios deben prestar atención a las transacciones de alto riesgo originadas en BATM que carecen del cumplimiento adecuado de la políticas AML ".

¿Bitcoin es más limpio que el fiat?

A pesar de que el sector de las criptomonedas sigue siendo difamado de manera cotidiana por miembros de los principales medios de comunicación que afirman que las monedas digitales todavía son, en general, utilizadas por malos actores por razones nefastas, como el financiamiento del terrorismo, el tráfico de drogas, etc, Jefferies le dijo a Cointelegraph que, según las últimas investigaciones de su compañía, las criptomonedas son considerablemente más limpias de lo que su reputación sugeriría:

"La realidad es que el uso criminal de Bitcoin y otras criptomonedas es muy bajo, menos del 0.2% de los fondos aceptados por los intercambios provienen directamente de fuentes criminales".

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