En los años noventa, la criptografía era considerada una munición no exportable, un elemento de guerra. Entonces, el gobierno de Estados Unidos prohibió el desarrollo privado de esta tecnología, a riesgo de cárcel y otras condenas. El gobierno del país norteamericano deseaba conservar para sí el monopolio del desarrollo de esta herramienta que, a la postre, sirvió como base para sostener la privacidad de buena parte de las aplicaciones que utilizamos hoy en día.

A pesar de que ese incidente pareciera ser cosa del pasado, los recientes sucesos en torno al ecosistema de las criptomonedas parecen señalar una realidad diferente. Parece que una nueva munición se está creando frente a nuestros ojos.

Y es que el reconocido miembro de la comunidad de Ethereum, Virgil Griffith, fue arrestado por el gobierno estadounidense, luego de haber hecho un viaje a Corea del Norte, en el que supuestamente, habría brindado asesoría al gobierno de Kim Jong-un, para evitar las sanciones económicas impuestas por el gobierno del país norteamericano.

Incluso dando por sentado el hecho de que el régimen norcoreano es, a todas luces, un peligro para sus ciudadanos y para la geopolítica internacional, la detención resulta llamativa, paradigmática. Aquél que ose ayudar (aun cuando esto no se ha probado) a los enemigos del hegemón, correrá con las consecuencias.

En este artículo hablaré sobre este caso y como pareciera sugerir que las criptomonedas y la “blockchain” como tecnología “disruptiva”, van convirtiéndose, de a poco, en una nueva munición. Con el posicionamiento de China, Rusia y Corea del Norte en este ecosistema, la respuesta de Estados Unidos no se ha hecho esperar y Griffith ha sido el primer damnificado.

Los hechos

El sujeto fue detenido el 28 de noviembre, Día de Acción de Gracias, en el aeropuerto de Los Ángeles, luego de haber viajado a Corea del Norte en abril de este año. Su participación en un evento organizado en territorio norcoreano habría supuesto una violación de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA). 

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De acuerdo con el comunicado publicado luego de la detención, no queda claro de qué forma apoyó Griffith a Corea del Norte. Sin embargo, su participación en ese evento sobre Blockchain, organizado por el régimen, ha sido causa suficiente para su encarcelamiento, bajo la acusación de apoyar al régimen a evadir sanciones.

Griffith asistió a la Conferencia de Blockchain y Criptomonedas de Pyongyang, organizada por el gobierno del país asiático en su capital. Dado que el evento fue impulsado por la oficialidad, resulta difícil considerar que haya acudido a apoyar a los ciudadanos del país, lo que hace que su participación en ese evento se entienda como una relación directa con el régimen.

La dirección de contrainteligencia del FBI fue la encargada de encabezar la investigación y aprehensión de Griffith. 

“Virgil Griffith proporcionó información altamente técnica a Norcorea, sabiendo que esta información podría usarse para ayudar a Corea del Norte a lavar dinero y evadir sanciones. Al hacerlo, Griffith puso en peligro las sanciones que tanto el Congreso como el presidente han promulgado para ejercer la máxima presión sobre el peligroso régimen”, se lee en el documento.

De acuerdo con el propio Griffith, se trataba de un viaje personal, de vacaciones, y en ningún caso, relacionado con la Fundación Ethereum, de la cual formaba parte.

De acuerdo con la solicitud de viaje de Griffith, presentaría una ponencia titulada “Blockchain y Paz”, aunque el permiso le fue negado.

Controversia

El viaje de Griffith es controversial. Bajo la óptica que se mire, viajar a países como Corea del Norte, Irán o Venezuela y participar en eventos organizados por sus gobiernos es un contrasentido. Quizás si se tratara de encuentros con especialistas y entusiastas de las criptomonedas, con comunidades de usuarios organizados en torno a la privacidad y las cualidades económicas de Bitcoin; pero, participar en eventos organizados por regímenes totalitarios es contradictorio con respecto a este objetivo.

El creador de Ethereum, Vitalik Buterin, se manifestó en torno al caso, asegurando que Griffith es su amigo, y que su “apertura de mente” con respecto a los conflictos geopolíticos resulta una “virtud”. Además, instó a crear una petición para su libertad.

“La mentalidad abierta geopolítica es una virtud. Es admirable visitar a un grupo de personas que uno ha sido entrenado desde la infancia para creer que es un enemigo maligno máximo, y escuchar lo que tienen que decir. El mundo sería mejor si más personas de todos lados hicieran eso”, expresó.

Incluso considerando esto, la realidad de sometimiento y control del régimen norcoreano resulta inexcusable, de manera que esta supuesta “apertura de mente”, esta “virtud” no puede reducirse a los “enemigos” de un gobierno, sino a enemigos de lo humano. 

De acuerdo con la reportera Laura Shin, el de Corea del Norte es un régimen que ha convertido en una cárcel al país asiático. “Corea del Norte es esencialmente una prisión disfrazada de país. A las personas no se les permite salir, no se les permite viajar fuera de sus ciudades sin permiso, ni siquiera se les permite pensar en voz alta”, como explicó en su Twitter.

Para entender mejor esta delgada línea entre la virtud y la complicidad, considero que, si alguien del ecosistema de las criptomonedas le diera asistencia a Nicolás Maduro en el desarrollo del petro, moralmente podría ser juzgado. Estaría asistiendo un gobierno que se ha sostenido en el tiempo sobre los ciudadanos, tanto por sus propias artimañas, como por la cohabitación que ha disfrutado de la mano de su “oposición”. 

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Por más adoctrinamiento que exista en Corea del Norte, me resulta difícil pensar que un ciudadano en mi posición, aplaudiría que su gobierno autoritario reciba adiestramiento o información de ningún tipo, que extienda su control de manera más férrea sobre la población a través del oxígeno del capital internacional.

Criptomonedas como munición

Como dijimos, en su momento, la criptografía fue considerada una munición. Durante la década de los noventas, esta tecnología se consideró un elemento no exportable, ni tampoco desarrollable de manera privada. El gobierno de Estados Unidos se abroga el derecho de utilizar a su conveniencia el desarrollo de esta tecnología, con penas de cárcel y otros castigos para quienes violaran este derecho.

En este caso, la detención de Griffith, pareciera sugerir que las criptomonedas y la implementación de “blockchain” se van posicionando como una nueva munición, un nuevo tipo de conocimiento que, con el interés público de China en ciernes y el posicionamiento de otras potencias adversas, va obligando a Estados Unidos a controlar de manera más férrea.

Estas son malas noticias, pues incluso a pesar de que consideremos los desmanes norcoreanos. Esto podría generar que gente que se ha propuesto apoyar iniciativas en países en conflicto, puedan tener dudas en hacerlo; o que decidan no acudir a invitaciones y entrevistas, solo por prever este tipo de sucesos.

Además, coloca la tecnología en un lugar complejo. Para que haya mayor adopción y desarrollo, es necesario que los especialistas y conocedores compartan su conocimiento, ¿los enemigos de Estados Unidos quedarán relegados de esta expansión? ¿Qué pasará en los casos en los que esa enemistad sea injustificada o simplemente artificial? 

Si bien se sabe que podría ser liberado antes de su juicio en las próximas semanas, el de Griffith es un antecedente peligroso.