Algunos de los primeros adoptantes de la blockchain se están ahora “arraigando” profundamente en la inteligencia artificial descentralizada, con ecosistemas como Bittensor (TAO) emergiendo como motores de crecimiento. Estas plataformas están remodelando los modelos tradicionales de capital de riesgo, permitiendo que las mejores ideas atraigan orgánicamente el apoyo de la comunidad, el staking y la liquidez sin necesidad de guardianes institucionales.
Ese fue uno de los principales puntos destacados de la entrevista de Cointelegraph con Chris Miglino, cofundador y CEO de DNA Fund, una firma de inversión en criptoactivos que dirige junto a los empresarios seriales Brock Pierce y Scott Walker.
DNA Fund gestiona, entre otras cosas, cinco fondos distintos con diversas estrategias, como un fondo de alto rendimiento, un fondo de trading algorítmico, un fondo de cómputo de IA, un fondo de tokens líquidos y un fondo de capital de riesgo, atendiendo tanto a capital de empresas como de inversores.
Miglino, quien recibió a Cointelegraph en un evento de DNA House durante la conferencia Consensus en Toronto, Canadá, estaba particularmente entusiasmado con el fondo de cómputo de IA de la firma.
“Lo más grande en lo que estamos trabajando en todo el ecosistema es nuestro fondo de cómputo de IA, donde hemos estado profundamente involucrados en el ecosistema TAO,” dijo Miglino, refiriéndose a Bittensor, una red de aprendizaje automático descentralizada y de código abierto.
Los respaldos de Bittensor dicen que la red destaca por sus subredes, que permiten mercados especializados basados en incentivos construidos alrededor de un caso de uso específico de IA o aprendizaje automático.
DNA Fund está “minando activamente en diferentes subredes,” habiendo comprometido aproximadamente 50 millones de dólares en cómputo al ecosistema TAO, dijo Miglino.
“Estamos dispuestos y listos para hablar con cualquiera que quiera lanzar algo dentro de ese ecosistema,” afirmó.
“La IA descentralizada está consumiendo todo lo que hacemos”
La IA descentralizada, el marco para desarrollar y desplegar sistemas de inteligencia artificial a través de una red distribuida en lugar de una autoridad centralizada, es actualmente el enfoque principal en DNA House, dijo Miglino.
Está “consumiendo todo lo que hacemos”, afirmó.
Para Miglino, este paradigma tiene la oportunidad de ser “más grande que cualquier cosa que haya existido [...] Creo que tiene la oportunidad de ser más grande que Bitcoin”.
Aunque eso pueda parecer una tarea hercúlea, dado que Bitcoin (BTC) tiene una capitalización de mercado de 2,1 billones de dólares y su estatus como el primer sistema monetario descentralizado exitoso de la era de la información, los tecnólogos están ampliamente de acuerdo en que la IA transformará profundamente la sociedad humana.
DNA House apuesta a que ecosistemas como Bittensor impulsarán esa transformación de manera descentralizada al ofrecer a los desarrolladores la capacidad de lanzar negocios sin tener que recaudar capital externo:
“Desarrolla en el ecosistema, consigue validadores que crean en tu idea, [y] eso atraerá a los mineros y validadores juntos y, de repente, estás en el negocio. No necesitas salir a recaudar una gran cantidad de dinero de un montón de capitalistas de riesgo”.
La idea de que el futuro de la IA será descentralizado está lejos de ser marginal. Uno de los primeros pioneros de la inteligencia artificial general, Ben Goertzel, le dijo a Cointelegraph que se dio cuenta de la necesidad de la descentralización en la IA ya en los primeros años de la década de 1990, incluso antes de escribir su primera línea de código de IA.
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