La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, apoya la participación activa del banco en el desarrollo de una moneda digital del banco central (CBDC) para abordar la demanda de pagos transfronterizos más rápidos y más baratos.

En una entrevista con la revista de negocios francesa Challenges publicada el 8 de enero, Lagarde discutió las amenazas más probables para la economía mundial en 2020, entre las cuales mencionó una caída en el comercio y una serie de incertidumbres, riesgos geopolíticos y cambio climático. Yendo más allá, Lagarde señaló que "la UE sigue siendo la zona económica y comercial más poderosa del mundo, con un enorme potencial".

No actuar como observadores de un mundo cambiante

Cuando se le preguntó acerca de la dedicación del BCE a la exploración y el desarrollo de una CBDC, Lagarde enfatizó la urgente demanda de pagos rápidos y de bajo costo, el campo donde ve que toma una posición de liderazgo, en lugar de seguir siendo observadores de un mundo cambiante. Como tal, Lagarde dijo:

"El BCE continuará evaluando los costos y beneficios de emitir una moneda digital del banco central que garantizaría que el público en general siga siendo capaz de usar el dinero del banco central, incluso si el uso del efectivo físico finalmente disminuye".

Lagarde recordó que el banco continúa examinando la viabilidad y los méritos de una CBDC ya que dichos medios de pago podrían ejercer influencia en el sector financiero y la transmisión de la política monetaria. Ella estipuló que el BCE formó un grupo de trabajo de expertos para trabajar en estrecha colaboración con los bancos centrales nacionales para investigar la viabilidad de un CBDC de la zona del euro.

Cointelegraph contactó al BCE para que hiciera comentarios, sin embargo, el banco no había respondido al cierre de esta edición. Esta historia se actualizará al recibir una respuesta.

Enfoque amigable con las criptomonedas

Lagarde ha demostrado previamente una postura amigable hacia las monedas digitales, habiendo dicho en diciembre del año pasado que el BCE debería estar a la vanguardia con respecto a la demanda de monedas estables.

En septiembre pasado, cuando Lagarde todavía era la jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y nominada para ser la próxima presidenta del BCE, afirmó que se centraría en asegurarse de que las instituciones se adapten rápidamente al entorno financiero que cambia rápidamente.

Mientras tanto, el BCE sigue abierto a la idea de un equivalente digital en euros, pero querría evitar que los ciudadanos retengan demasiado.

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