Un nuevo informe publicado el 19 de octubre por el auditor de Big Four, Ernst and Young ha encontrado que las ofertas iniciales de monedas (ICO) que recaudaron capital en 2017 han hecho "poco para inspirar confianza" un año después.

El informe, que está dedicado a lo que EY denomina la "Clase del 2017", revisa los mismos proyectos que la firma analizó por primera vez en diciembre de 2017; la muestra comprende más de 141 ICOs "principales", lo que representa el 87 por ciento de la financiación total de las ICO de ese año.

Un año después, las estadísticas de EY son contundentes: se dice que el 86 por ciento de los tokens de proyectos se negocian actualmente por debajo de su precio de cotización, y el 30 por ciento ha perdido "sustancialmente todo su valor". En general, el informe continúa: "un inversor que comprara una cartera de ICO Clase del 2017 el 1° de enero de 2018 probablemente habría perdido el 66% de su inversión."

Más allá del retorno de la inversión, el auditor también analizó el desarrollo de productos o prototipos en funcionamiento, encontrando que en la actualidad, solo el 29 por ciento de los proyectos estudiados contaban con alguno de los dos, lo que representa un aumento de solo el 15 por ciento con respecto a finales del año pasado.

El 71 por ciento de los proyectos no tiene "ninguna oferta en el mercado".

De los proyectos que sí ofrecen un producto funcional o prototipo, se dice que siete aceptan monedas fiduciarias como pago junto con sus tokens nativos, y EY sugiere que es una decisión que "reduce el valor" de los tokens de los inversores. Según se informa, uno incluso ha dejado de aceptar pagos en tokens. EY sugiere que muchos de esos proyectos con productos que funcionan están:

"Abandonando a sus inversores de la ICO al no hacer hincapié en el papel de sus tokens[...] los proyectos que aceptan el dinero fiduciario suelen ofrecer algunos beneficios a los usuarios de los tokens, similares a los puntos de los programas tradicionales de fidelidad. Sin embargo, los usuarios no utilizan tokens de utilidad para almacenar valor. Para usar la plataforma, los usuarios tienen que comprar la cantidad necesaria e incurrir en costos de transacción y riesgo de volatilidad del token".

EY sigue esbozando el aparente callejón sin salida al que se enfrentan muchos proyectos; "para convertirse en un medio de pago, el token de utilidad tiene que ser estable. Si se mantiene estable, el token es de poco interés para los inversores especulativos".

El auditor encontró que solo diez tokens de ICO han mostrado ganancias, que según él están "principalmente" en la categoría de infraestructura de la blockchain; sin embargo, EY argumenta que tal crecimiento ha hecho poco para contrarrestar el "dominio" de la industria de la plataforma Ethereum (ETH).

Paul Brody, líder mundial de innovación en tecnología blockchain de EY, dijo a The Globe and Mail en una entrevista que "esto se ve peor de lo que pensábamos". Comparó el panorama de las ICO con el sombrío destino de las nuevas empresas de Internet de finales de los años noventa, a favor de estas últimas. Brody señaló como ejemplo una víctima del auge y caída en la era de las punto com: "Al menos en Pets.com podías conseguir comida para mascotas, tenían un negocio que funcionaba... un producto."

Como se informó anteriormente, los datos hasta septiembre de 2018 corroboran que Ethereum sigue siendo la plataforma dominante para la emisión de tokens, con una participación de casi el 90 por ciento; y algunos han observado que esto ha dejado muchos proyectos de ICOs expuestos a pérdidas de mercado de la criptomoneda alternativa este año.

Por otro lado, otros han argumentado que son los propios desarrolladores de las ICO -que están sacando provecho de sus participaciones en ETH para gastar en el desarrollo de productos- los que han contribuido a la debilidad de los precios en el mercado Ethereum 2018.