Las remesas representan el anhelo de los migrantes por contribuir al bienestar de sus seres queridos. Son un símbolo de solidaridad, responsabilidad y compromiso. A la vez, satisfacen necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y salud en las comunidades receptoras que lo necesitan. Es una forma de inclusión financiera mediante la migración y el apoyo familiar.  

Las remesas son una expresión tangible de la conexión entre familias separadas por la distancia. Son un salvavidas que permite a los migrantes aliviar la pobreza y brindar un futuro mejor a sus seres queridos.

Al mismo tiempo, las remesas son un reflejo de las desigualdades globales, la fragilidad de las economías locales y los sacrificios que implica la migración. Son un tema complejo que involucra aspectos económicos, sociales, políticos y culturales.

Ahora bien, las remesas afectan tanto a los países de donde salen como a los que llegan. Son una fuente de movimiento económico y social para quienes las mandan y las reciben. Para el receptor, las remesas son un alivio económico y una muestra de orgullo, satisfacción y gratitud. Pero también pueden generar dependencia, vulnerabilidad y culpa. Para el emisor, las remesas son una expresión de amor, solidaridad y apoyo. Pero también suponen un sacrificio, un estrés y una carga.

Sin embargo, las remesas también son un fenómeno sumamente complejo que afecta tanto a los migrantes como a las familias y comunidades receptoras. Exploraremos algunos de estos aspectos. 

Dependencia y pobreza:

Las remesas pueden generar dependencia en las familias receptoras, desincentivando la búsqueda de alternativas económicas locales y limitando el desarrollo a largo plazo. El dinero enviado para mejorar las condiciones de vida puede, en algunos casos, perpetuar la pobreza al no invertirse en actividades productivas. Por ejemplo, un estudio realizado en México encontró que las remesas reducen la participación laboral de los miembros de las familias receptoras, especialmente de las mujeres, y que no tienen un efecto significativo en el crecimiento económico de las regiones receptoras.

Sacrificio y bienestar:

Los migrantes sacrifican su vida personal y familiar para enviar remesas, lo que puede afectar su salud mental y bienestar. El bienestar de las familias receptoras depende del sacrificio y la lejanía de sus seres queridos. Por ejemplo, un estudio realizado en Filipinas encontró que las remesas aumentan el nivel de felicidad de las familias receptoras, pero disminuyen el nivel de felicidad de los migrantes, y que este efecto es más fuerte cuando los migrantes tienen hijos.

Costos y comisiones:

Los migrantes pagan altos costos de transacción por enviar remesas, lo que reduce el monto final que reciben sus familias. Las remesas, que buscan aliviar la pobreza, se ven afectadas por comisiones que impactan negativamente en su impacto real. Por ejemplo, según el Banco Mundial, el costo promedio de enviar remesas en 2020 fue del 6.8%, lo que significa que por cada 100 dólares enviados, solo 93,2 dólares llegaron a su destino. Estos costos varían según las regiones y los canales de envío, siendo más altos en África subsahariana y en los servicios informales.

Desigualdad y disparidad:

Las remesas pueden reducir la desigualdad económica dentro de las familias, pero al mismo tiempo, pueden aumentar la desigualdad entre las comunidades receptoras. El flujo de remesas, que busca mejorar la calidad de vida, puede generar nuevos problemas de desigualdad y disparidad social. Por ejemplo, un estudio realizado en Nepal encontró que las remesas aumentan el consumo y el ahorro de las familias receptoras, pero también aumentan la brecha de ingresos entre las familias que reciben remesas y las que no, y que este efecto es más fuerte en las zonas rurales.

Soberanía y políticas públicas:

Las remesas representan una importante fuente de ingresos para algunos países, pero a la vez, pueden afectar la soberanía económica y la capacidad de formular políticas públicas independientes. Los países que dependen de las remesas para su desarrollo económico pueden tener menos control sobre su propio destino. Por ejemplo, un estudio realizado en El Salvador encontró que las remesas tienen un efecto positivo en el crecimiento económico, pero también reducen la recaudación fiscal y la inversión pública, lo que limita el espacio fiscal para implementar políticas sociales.

Migración y fuga de talento:

Las remesas pueden ser un incentivo para la migración, lo que a su vez puede generar la fuga de talento y mano de obra calificada de las comunidades de origen. El dinero enviado para mejorar las oportunidades educativas y laborales puede contribuir a la salida de capital humano de los países que más lo necesitan. Por ejemplo, un estudio realizado en Marruecos encontró que las remesas aumentan la probabilidad de que los jóvenes con educación superior migren al extranjero, lo que reduce el stock de capital humano y el potencial de innovación del país.

La fintech y las criptomonedas prometen cambiar el mundo de las finanzas y las remesas. Con estas tecnologías, los migrantes podrían enviar dinero a sus familias de forma más eficiente, rápida y económica, sin intermediarios ni comisiones abusivas. 

Sin embargo, no todo es color de rosa. Estas tecnologías también enfrentan desafíos como la falta de regulación, la volatilidad, la seguridad, la usabilidad y la inclusión financiera. Para que las remesas digitales puedan alcanzar su pleno potencial, es necesario que los gobiernos, las empresas y la sociedad civil trabajen juntos para crear un entorno favorable, confiable y equitativo.

Las remesas son más que dinero. Son una expresión de sentimientos y compromisos. Pero, ¿cómo medir su efecto social? No es una tarea sencilla. Se requiere un enfoque multidisciplinario que combine diferentes metodologías e indicadores para obtener una comprensión completa de su impacto.

Además, es necesario considerar el contexto específico de cada país o región al evaluar el impacto de las remesas. Los factores como la política económica, la estructura social y el nivel de desarrollo pueden influir en la forma en que las remesas impactan la sociedad.

Sin embargo, para saber el efecto personal de las remesas, se puede preguntar si los migrantes y sus familias están mejor que antes. La gran pregunta: ¿Estamos mejor o peor que antes?

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.