La inflación es uno de esos conceptos muy mencionados, pero poco entendidos. Me temo que el término como tal se usa muy libremente. Y ese es, precisamente, parte del problema. Necesitamos hablar de la inflación con cierta precisión. Y, por encima de todo, eliminar por completo el sesgo político. Aquí hablaremos de la inflación (EEUU) y su efecto en el precio de Bitcoin

¿Qué es la inflación? La inflación es una tasa publicada por el U.S. Bureau of Labor Statistics. Índice de precios al consumidor (Consumer Price Index) es un indicador económico que valora los precios de un determinado conjunto de bienes y servicios. Este índice es el principal referente de la inflación en los Estados Unidos. Palabras claves: “Conjunto” y “Bienes y servicios”. Eso implica que el aumento del precio de las bananas no necesariamente implica un aumento automático de la inflación como un todo. La persona entra a un supermercado y puede apreciar que prácticamente todo ha aumentado de precio en un 20% o más. Para su sorpresa, en las noticias anuncian que la inflación es de 5% o menos. “¡Mentira!”. No obstante, la anécdota no es el mejor indicador para medir la inflación. 

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Volvamos a recordar las palabras claves: “Conjunto” y “bienes y servicios”. Los bienes inmuebles en Nueva York pueden estar por las nubes, el precio de las bananas en la estratosfera y el costo eléctrico puede estar batiendo récord. Sin embargo, esos no son los únicos rubros considerados por el indicador. Durante lo peor del confinamiento, los alimentos aumentaron dramáticamente de precio. Pero el sector servicios se vio sumamente golpeado. De pronto, tuvimos un cuadro deflacionario. “¿Por qué si todo está tan caro?” Bueno, porque el bajón en el sector servicios contrarresta los incrementos del sector alimentos en la estadística.  

Para las personas con ahorros en dólares no viviendo en los Estados Unidos, la inflación en Estados Unidos no es el dato más relevante. Lo más importante es la tasa de cambio. Por ejemplo. Si tus ahorros están en dólares, en este preciso momento, es mejor vivir en Argentina que en Venezuela. La inflación en Estados Unidos es un dato bastante secundario en este caso. Un dólar, en Estados Unidos, compra menos que en Argentina. Y un dólar, en Venezuela, compra menos que en Estados Unidos y Argentina. No en todos los rubros. Obviamente hablo en general. Digamos que me refiero a una hamburguesa de McDonald’s. 

Ahora bien, el impacto de la inflación en Estados Unidos no es igual para un asalariado viviendo en los Estados Unidos que para un inversor viviendo en otro lado. Para el asalariado significa una reducción de su poder adquisitivo. Pero, para el inversor, el asunto es un poco más complejo. En términos generales, la inflación es tan fatal para el dueño de activos. Lógico. Sus activos suben de precio con la inflación. De hecho, podría ser provechoso. Todo depende del tipo de activos en su portafolio. 

Si el "activo" es el dólar, tendremos perdida. Todo depende, claro, del país de residencia. Esta pérdida puede ser mucha o poca, dependiendo de la situación en cada país (tipo de cambio, inflación interna, etc.). Si el activo es una deuda, la inflación significa igualmente pérdidas. En un cuadro inflacionario, es mejor ser deudor que acreedor. Ahora, si tu activo es un negocio “defensivo”, una acción conservadora o un inmueble, la inflación es algo bueno. O sea, si tienes una panadería, una casa en una buena zona y acciones en Coca-Cola, puedes relajarte, porque la inflación no es el peor de los problemas para ti. 

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¿Por qué los mercados se preocupan tanto en torno a la inflación? Si bien es cierto que la inflación genera una presión en los costos operativos de las compañías, y eso perjudica los ingresos, tampoco estamos en un escenario del fin del mundo. Las compañías normalmente se adaptan ajustando sus precios. La verdadera preocupación de los mercados no es la inflación per se. El temor es un eventual aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos debido a la inflación. Un retiro de liquidez es la verdadera preocupación de los inversores. 

Si el dinero se vuelve caro, el mercado (normalmente) se vuelve conservador. Porque en un escenario de altas tasas, para poder pagar las deudas, hay que ser muy prudente y cuidadoso. O sea, se evitan los riesgos. Tenemos los últimos meses como ejemplo. Cuando los mercados se preocupan por la inflación, los inversores se refugian en activos seguros (efectivo, bonos-T, acciones defensivas y valor). Cuando los mercados se relajan, florecen los activos más especulativos (startups, tecnología, sector crecimiento, cripto). Esto no es una hipótesis. Es un hecho. Así se comportan los mercados. 

¿Por qué hay inflación? Por las fallas en las cadenas de producción y distribución. La máquina se apagó durante la pandemia y, debido a la inercia del paro, están teniendo problemas para recuperarse. ¿Por qué la Reserva Federal no retira liquidez del sistema? Los precios altos son un estímulo para la reactivación de la cadena. Si se retira liquidez ahora, no habrá dicho estímulo y las cadenas se estancan. En otras palabras, la inflación actual es una estrategia de la Reserva para fomentar el empleo.

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Ahora bien, la Reserva está jugando con fuego. Si bien es cierto que nos advirtieron de la inflación por anticipación, el temor de los inversores es que la cosa se salga de control. ¿Podrá la Reserva tener todo bajo control? Francamente, no lo creo. Esto significa que más temprano que tarde la Reserva se verá en la obligación de retirar liquidez del sistema. ¿Significa el fin del mundo? No. Pero podría significar el comienzo de un ciclo bajista en especial para los  activos más especulativos (startups, tecnología, sector crecimiento, cripto).

El mejor escenario para los inversores es un retiro paulatino de la liquidez con un incremento gradual de los ingresos corporativos. Eso crearía un escenario optimista que permitiría una tolerancia moderada al riesgo por parte de los inversores. O sea, no todo es desesperanza para los mercados especulativos. Si las cadenas de producción y distribución se recuperan a tiempo, lo que tendremos es crecimiento. Y el crecimiento trae abundancia. Lo que, a su vez, permite una política monetaria laxa. Mucho cuidado con lo que dicen que las criptomonedas rinden bien en todos los escenarios. Eso no es cierto. No hay ningún activo maravilla. Todo activo tiene sus ciclos. Las criptomonedas no son la excepción. No lo digo yo. Lo dice su propia historia.