El 2017 del ecosistema de las criptomonedas y la tecnología blockchain sigue avanzando con mucha fuerza y generando nuevos sucesos a los cuales meses siquiera atrás no habríamos imaginado, al menos la mayoría de los usuarios. Ethereum, segunda criptomoneda en capitalización de mercado y ahora el “rival” más fuerte que enfrenta Bitcoin, ha sufrido los males que la blockchain pionera creada por Satoshi Nakamoto viene sufriendo: saturación en las transacciones.
En el reciente mes de junio la proliferación de Ofertas Iniciales de Monedas (ICO por sus siglas en inglés) se ha acentuado lo suficiente como para lograr que la gran cantidad de usuarios interesados en participar en estos eventos termine saturando a la red con la inmensa demanda de transacciones y contratos realizados al mismo tiempo. Una situación que quizás el equipo liderado por Vitalik Buterin no llegó a imaginar que sucediese tan rápido en la historia de la plataforma Ethereum.
Si bien en Bitcoin este es un fenómeno que se ha convertido en un importante problema que ha generado largos años de debates que al día de hoy todavía no han llegado a zanjarse la mayoría de ellos, en Ethereum ha sido hasta ahora un puñado de eventos no más, pero con la firme posibilidad de prolongarse a medida que los usuarios sigan acudiendo al uso de esta plataforma.
Las ICO’s, la nueva moda en el ecosistema de las criptomonedas
Ya mencionaba que la tokenización será el próximo paso de este ecosistema basado en las cadenas de bloques, donde la aparición de nuevas aplicaciones y tokens enfocados a diversas áreas de la sociedad y la industria irá en aumento. Ahora, con las facilidades que presenta la blockchain de Ethereum, muchos proyectos y desarrolladores han decido crear y ejecutar sus propias plataformas y tokens encima de la cadena de bloques de Ethereum; esta práctica empieza a ser cada vez más común y los tokens ERC20, construidos en la parte superior de dicha cadena de bloques, se vuelven más populares y utilizados.
Por supuesto, antes de la puesta en marcha de estas plataformas y de colocar los tokens en el mercado de las criptomonedas, la preventa de cantidades de estos activos digitales es realizada para que los equipos desarrolladores puedan recolectar sumas dinero que les permitan financiarse a futuro en el desarrollo del proyecto. A esto se le conoce como ICO’s, que al ser de tokens registrados en la blockchain de Ethereum, obliga a que los inversores tengan que comprar Ethers (ETH) para poder adquirir los tokens en preventa y así forzar la saturación de la red.
Esta congestión no se debe solamente a las transacciones de Ethers (ETH) relacionadas en las actividades las ICO’s -las cuales han atraído muchísimo capital- sino también a la creación y ejecución de contratos inteligentes y registros de datos de las miles de aplicaciones que ya han sido creadas sobre la plataforma de Ethereum y que están siendo probadas cada vez a mayor escala por diversas empresas, desarrollares y usuarios en general.
Las ICO’s que ha usado la plataforma de Ethereum como base han logrado que el precio del Ether (ETH) se haya disparado desde los 7$ en enero hasta superar los 400$ en semanas atrás. Colocando a esta criptomoneda incluso a punto de igualar la capitalización de mercado de bitcoin, que se dice pronto.
Sin embargo, como dice la frase “un gran poder exigen una gran responsabilidad”, Ethereum ha sido el principal causante de la caída del mercado de las criptomonedas de esta semana, puesto que un flash crash ocurrido en los precios del Ether (ETH) lograron causar gran cantidad de pánico en todo el ecosistema. Esto claramente es otro reflejo del peso que está ganado esta criptomoneda en todo el mercado.
Ethereum vive algunos de los males de Bitcoin
Al ser la criptomoneda pionera, Bitcoin ha enfrentado muchos más obstáculos que ninguna otra, y de mantenerse con el pasar del tiempo muy seguramente este registro se mantenga. Ethereum, nacida luego de que el ecosistema hubiese logrado distintos avances positivos en las áreas técnicas, legales, mediáticas y comerciales, ha logrado posicionarse gracias al inmenso potencial que posee y al apoyo de importantísimas empresas y consorcios tecno-bancarios alrededor del mundo.
Este repentino y acelerado crecimiento ha mostrado algunas costuras de la confección de la plataforma, siendo por supuesto la congestión de las ICO’s la más sorpresiva debido a que hasta ahora no había probada a fondo la capacidad de respuesta de la plataforma antes grandes cantidades de transacciones y contratos inteligentes ejecutándose en tan poco tiempo.
La saturación de la red, que sigue siendo pequeña aún en comparación con la que padece Bitcoin, ha generado los suficientes dolores de cabeza en la comunidad de usuarios. Esto último es una de las muestras más directas de los efectos secundarios de ser una de las plataformas más populares y empleadas en todo el ecosistema de las criptomonedas. Males que hasta ahora parecían reservados solamente para Bitcoin.
Aun así, Ethereum ha mostrado mucha mejor reacción que Bitcoin en este tipo de escenarios, además los usuarios siguen confiando en el potencial de esta plataforma a futuro y la construcción de diseños sobre su blockchain, así como la ejecución de ICO’s, pareciera que no va a detenerse tan fácilmente.