Project Eleven, una empresa de desarrollo centrada en la criptografía poscuántica, recaudó USD 6 millones para ayudar a proteger Bitcoin y otros activos digitales frente a futuras amenazas de la computación cuántica.
Según un anuncio compartido el jueves con Cointelegraph, la ronda de financiación fue codirigida por el inversor líder en Web3 Variant Fund y el inversor en tecnología cuántica Quantonation, entre otros. Se trata de la primera inversión de Quantonation en el ámbito de las criptomonedas.
El CEO de Project Eleven, Alex Pruden, afirmó que la financiación permitirá a la empresa crear "las herramientas, los estándares y el ecosistema necesarios para garantizar la seguridad de los activos digitales en un mundo poscuántico".
Según los datos de Eleven Labs y YCharts citados por Project Eleven, "actualmente hay 10.095.693 direcciones de Bitcoin con un saldo distinto de cero y una clave pública expuesta, lo que pone en riesgo de un posible ataque cuántico un total de 6.262.905 BTC, por valor de unos USD 648.000 millones".
El primer lanzamiento de la empresa, un registro criptográfico llamado Yellowpages, está diseñado para permitir a los usuarios crear una prueba resistente a la computación cuántica que vincule sus direcciones Bitcoin actuales con otras nuevas y seguras, sin depender de la actividad onchain. Pruden afirmó que el registro actuará como respaldo en caso de que los ordenadores cuánticos comprometan las claves Bitcoin existentes.
Pruden señaló que Yellowpages ha sido auditado por Cure 53 y que la empresa publicará los resultados de la auditoría en breve. Project Eleven también ha iniciado conversaciones con los desarrolladores de Bitcoin Core sobre posibles actualizaciones futuras.
La amenaza cuántica para Bitcoin
Adam Back, citado por Satoshi Nakamoto en el libro blanco de Bitcoin (BTC), sugirió anteriormente que la presión de la computación cuántica podría obligar al creador de Bitcoin a revelar si está vivo.
La amenaza cuántica para Bitcoin es un tema controvertido, ya que algunos argumentan que se trata de una amenaza teórica que no justifica la dedicación de recursos específicos. Sin embargo, muchos se toman en serio el riesgo.
La Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. "pretende que todos los sistemas de seguridad nacional sean resistentes a la computación cuántica para 2035", según un documento de finales de 2024. Según esos planes, las nuevas adquisiciones deberán contar con cifrado resistente a la computación cuántica para 2027, y los equipos antiguos se retirarán progresivamente entre 2030 y 2031.
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. también declaró a finales de 2024 que su objetivo es "lograr la adopción generalizada [de la criptografía poscuántica] para 2035".
"No se trata de si es teórico o no, sino de en qué momento se convierte en práctico", declaró Pruden a Cointelegraph.
Rand, una organización sin ánimo de lucro estadounidense y think tank de política global, instituto de investigación y consultora del sector público, realizó una encuesta a expertos sobre el tema en 2020. El informe estimaba que el tiempo medio hasta la aparición de un ordenador cuántico capaz de descifrar la criptografía es 2033, pero señalaba que "es posible un desarrollo más temprano o mucho más tardío", con un rango que comienza en 2027.
La investigación de Rand precedió a un estudio publicado por Google en mayo, que logró reducir el requisito para descifrar RSA-2048 de 20 millones a aproximadamente 1 millón de qubits ruidosos funcionando durante una semana, lo que sigue estando muy por encima de las capacidades actuales, que rondan los pocos cientos de qubits estables.
Los ordenadores clásicos siguen siendo los reyes
Pruden declaró a Cointelegraph que "los ordenadores cuánticos ya pueden factorizar pequeñas claves públicas ECDSA". Sin embargo, lo mismo puede decirse de los ordenadores clásicos.
En un artículo de 2022, los investigadores compartieron el logro de factorizar un número semiprimo de 48 bits, 261.980.999 226.229, en un ordenador de 10 qubits. El año pasado, D-Wave utilizó un ordenador de recocido cuántico para factorizar un número semiprimo de 50 bits utilizando una búsqueda híbrida clásica y cuántica.
Para contextualizar, el récord en ordenadores clásicos se estableció en 2020 en un superordenador con unos 2.700 años-CPU, que fue capaz de factorizar una clave RSA de 829 bits e implicaba un número primo de 415 bits. Esto equivale a unos tres meses en un clúster HPC medio.
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