Una propuesta presentada al Grupo de Trabajo sobre Activos de Criptomonedas de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) advirtió que la computación cuántica podría destruir los fundamentos de criptomonedas de Bitcoin, Ethereum y el ecosistema de activos digitales en general, a menos que se implementen medidas de protección.

La propuesta escrita al grupo de trabajo, titulada "Marco de infraestructura financiera poscuántica" (PQFIF), fue redactada por Daniel Bruno Corvelo Costa, una de las muchas personas y entidades que han aportado sus comentarios por escrito.

El marco describe una hoja de ruta para la transición de los fundamentos criptográficos de los activos digitales, como Bitcoin (BTC) y Ether (ETH), a estándares resistentes a la computación cuántica. Advierte que billones de dólares en activos digitales podrían quedar expuestos si los métodos de cifrado actuales colapsan bajo ataques cuánticos.

La propuesta, publicada el miércoles, advierte que los avances en los ordenadores cuánticos relevantes para la criptografía (CRQC) "podrían romper la seguridad fundamental que protege billones de dólares en activos, lo que daría lugar a un riesgo sistémico, pérdidas catastróficas para los inversores y una erosión completa de la confianza del mercado".

La propuesta hace hincapié en la amenaza de "recoger ahora, descifrar después", en la que los adversarios ya están recopilando datos confidenciales cifrados para desbloquearlos una vez que se produzcan los avances cuánticos. Esta estrategia denominada "recoger ahora, descifrar después" es una preocupación creciente en los círculos de ciberseguridad.

Las primeras medidas de criptoprotección contra la amenaza cuántica

La propuesta pide que se tomen medidas tempranas contra la amenaza de la computación cuántica. Recomienda evaluaciones automatizadas de la vulnerabilidad de las plataformas de activos digitales, dar prioridad a los sistemas de alto riesgo, como los monederos institucionales y los exchanges, y una migración por fases utilizando criptografía clásica y poscuántica.

Cabe destacar que el plan integra las normas finalizadas por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) en 2024, incluidas las normas FIPS 203-205 y HQC como respaldo.

Una preocupación urgente es el riesgo sistémico de un avance cuántico repentino. Un ataque exitoso contra la criptografía existente podría provocar pérdidas masivas para los inversores, el caos operativo entre los custodios y los procesadores de pagos y una ruptura de la confianza del mercado.

Los expertos advierten que el "Q-Day", el día en que las máquinas cuánticas puedan descifrar el cifrado de Bitcoin, podría llegar en 2028.

"Es necesario establecer un ecosistema de activos digitales resistente a la tecnología cuántica para proteger los activos de los inversores y garantizar la integridad a largo plazo de los mercados de capitales estadounidenses", se lee en la propuesta.

Los desarrolladores de Bitcoin proponen una actualización resistente a la tecnología cuántica

En julio, los desarrolladores propusieron una nueva propuesta de mejora de Bitcoin (BIP) titulada "Migración poscuántica y desaparición de la firma heredada", que pide la eliminación gradual de los actuales esquemas de firma de Bitcoin en favor de alternativas resistentes a la cuántica.

La propuesta esbozaba una migración por fases. Inicialmente, impediría a los usuarios enviar fondos a direcciones antiguas vulnerables a los ataques cuánticos. Unos cinco años más tarde, congelaría todos los Bitcoins almacenados en dichas direcciones, haciendo que no se pudieran gastar.

En una opinión reciente para Cointelegraph, David Carvalho, CEO de Naoris Protocol, afirmó que el auge de la computación cuántica supone la amenaza más grave para la seguridad de Bitcoin hasta la fecha, ya que podría romper sus protecciones criptográficas en un plazo de cinco años o menos.

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