El gobierno argentino nuevamente endurece el llamado “cepo cambiario”, como se denomina a las medidas que restringe la compra o gasto de divisa extranjera; particularmente, el dólar estadounidense. A partir del 12 de octubre habrá un nuevo esquema para gastos con tarjeta de crédito en dólares que afectará a los consumos que superen los USD 300. El Estado argentino ya confirmó que implementará un anticipo de pagos al impuesto de Bienes Personales que representará, para el consumidor, un 25% de impuestos sobre cualquier consumo por encima de la alícuota de USD 300.

La medida sigue la misma línea que el llamado impuesto PAIS y Ganancias Personales, de 30% y 45% respectivamente, que el gobierno mantiene desde hace varios meses. Desde el gobierno afirman que la idea detrás de la medida es “cuidar las reservas para la producción” y responder a “las solicitudes y reclamos de cámaras empresarias y sectores productivos”, según explicó la AFIP, la entidad recaudadora de ese país. Sucede que el gobierno argentino tiene problemas para aumentar sus reservas. En el día de hoy, las reservas brutas repuntaron USD 3,569 millones y volvieron a superar los USD 40,000 millones.

Para ejemplificar los nuevos valores, puede tomarse el valor del dólar público según Banco Nación que asciende a 157 pesos argentinos. A esto se le suma el Impuesto PAIS del 30%, más el 45% de la percepción a cuenta de ganancias, mencionado anteriormente, y a partir del 12 de octubre se adiciona un 25% a cuenta de bienes personales por lo que el nuevo dólar para gastos por encima de USD 300 pasará a cotizar en 314 pesos argentinos, muy por encima de la cotización blue o paralela de 280 pesos argentinos por dólar.

Sin embargo, hay algunos rubros que no se ven afectados por la medida. Los consumos con tarjeta de hasta USD 300 mensuales seguirán pagando solo el 75% de impuestos, los pasajes a países limítrofes tampoco pagarán el 25% extra ya que gozan de un beneficio especial, tampoco pagaran el 25% las aplicaciones o el streaming. Sin embargo, la retención alcanzará a los llamados bienes de lujo (automóviles y motos de alta gama, jets privados, relojes Premium, joyería de alto valor e incluso máquinas de minado de criptomonedas.

Finalmente, desde el gobierno explican que las nuevas medidas impositivas sobre consumos en divisas no significan la existencia de tipos de cambio diferenciados –algo que el gobierno quería evitar para no enfrentarse nuevamente con el FMI, tal como pasoócon el llamado dólar soja.

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