En los sistemas de derecho anglosajón, un precedente es lo que informa los enfoques judiciales de cuestiones nuevas y que antes no se abordaban. El precedente que probablemente conformará el cuerpo de la jurisprudencia de Estados Unidos sobre las ofertas iniciales de monedas (ICOs) fraudulentas se está forjando actualmente en un tribunal federal en el municipio neoyorquino de Brooklyn, donde un empresario de 39 años de edad, Maksim Zaslavskiy, se ha declarado culpable de cometer fraude de valores.

El desarrollo que muy probablemente resultará en una decisión histórica —el jurado se reunirá en abril de 2019 para decidir una sentencia— es otro giro de un esfuerzo de 14 meses de duración, que involucra tanto al Departamento de Justicia de Estados Unidos como a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC). Anteriormente, el proceso ya había dado lugar a un fatídico fallo de un juez federal que estableció en septiembre que la ley de valores es aplicable a los casos relacionados con las ICOs.

El caso que está a punto de llegar a ser tan consecuente para todo el espacio de la ICO se refiere a dos empresas que no emitieron un token, ni desarrollaron ninguna infraestructura accionada por una blockchain: REcoin y Diamond Reserve Coin solo existían en papel. Sin embargo, también tiene mucho sentido que las autoridades hayan perseguido primero los casos más descarados de fraude de las ICO, los que más perjudicaron a los inversores minoristas novatos y causaron el mayor daño a la reputación de la industria.

Cuando la SEC presentó por primera vez una demanda contra Zaslavskiy en un tribunal federal en septiembre de 2017, se estimó que las ICOs de las monedas REcoin y Diamond Reserve Coin provocaron que alrededor de 1 000 inversores perdieran unos $300 mil. Tras haber caído en la agresiva campaña de mercadeo de Zaslavskiy, estas personas fueron inducidas a creer que, o bien invertían en un activo digital respaldado por bienes raíces ubicados en países desarrollados (REcoin), o compraban una membresía tokenizada en un club de élite para gente de negocios adinerada, con diamantes físicos bajo la custodia de la empresa como sustento del valor de los tokens.

En realidad estaban comprando "certificados sin valor", como dijo el fiscal de distrito de Estados Unidos, Richard Donague. El 15 de noviembre de 2018, Zaslavskiy admitió en su declaración de culpabilidad: "Todavía no habíamos comprado ningún bien inmueble." Ahora enfrenta hasta 5 años de prisión, a la espera de la decisión de un jurado. El regulador también está presentando una demanda civil contra Zaslavskiy.

La formación de un estafador

La ciudad ucraniana de Odessa, con vistas a una pintoresca costa del Mar Negro, es conocida por su espíritu vibrante y cultura única. A lo largo de los períodos imperial y soviético de su historia, la ciudad ha sido el hogar de una gran comunidad judía. Cuando los últimos años de la URSS vieron la liberalización de las políticas de inmigración, muchos judíos de Odessa decidieron irse a Israel o a Occidente. Maksim Zaslavskiy, nacido en la mencionada ciudad, tenía 12 años cuando su familia se trasladó a los Estados Unidos. Mientras que Maksim estaba destinado a hacer historia con la ICO, su hermano, Dmitry, eligió una carrera bancaria y más tarde se convirtió en director ejecutivo de Morgan Stanley.

Las páginas de redes sociales de Zaslavskiy, así como los sitios web de muchas organizaciones que dirigió en diversos momentos, fueron eliminados o dejaron de estar disponibles a raíz de la investigación de alto perfil sobre sus actividades. La principal fuente de información sobre su vida previa al juicio en estos momentos es la entrevista de cuatro horas al representante de la SEC que concedió en septiembre de 2017, de la cual la revista Fast Company logró obtener una transcripción.

En 2003, Zaslavskiy recibió su título en finanzas de Baruch College, seguido de un Máster en Derecho de la Escuela de Leyes Cardozo de la Universidad de Yeshiva tres años después. Trabajó como consultor de TI para varios bancos antes de iniciar su negocio internacional, cuya naturaleza es difícil de deducir en la entrevista. Zaslavskiy también afirmó haber estado involucrado en el negocio de bienes raíces desde los 18 años de edad, sin embargo, la investigación de Fast Company no verificó su empleo con las empresas para las que afirmaba haber trabajado.

Según la entrevista, la crisis de 2008 se convirtió en un duro golpe para el negocio de Zaslavskiy, lo que lo afianzó aún más en su resentimiento contra el sistema financiero estadounidense. Se dedicó al trabajo de caridad, fundando una organización filantrópica llamada Live Love Laugh. Sin embargo, es imposible decir si las ambiciosas declaraciones en su sitio web (que ahora está caído) fueron respaldadas por alguna acción real, ya que la entidad parece que nunca fue debidamente registrada.

Zaslavskiy también ha escrito al menos tres libros (bajo el nombre de Avi Meir Zaslavsky) que todavía se pueden encontrar en Amazon. Se trata de guías sobre los pormenores de los negocios inmobiliarios. Otro, que apareció cuando sus dos ICOs estaban en pleno apogeo en agosto de 2017, se propone explicar al lector que "lo que se percibe y utiliza como dinero está diseñado de tal manera que la riqueza creada por la economía solo beneficia realmente a los grandes bancos y a las corporaciones multinacionales".

Aparentemente, el libro tenía la intención de dar credibilidad al reclamo de Zaslavskiy de liderazgo intelectual en el criptoespacio, ya que su comunicado de prensa lo presenta como "uno de los principales proponentes de la descentralización de la moneda en el mundo". La campaña publicitaria en torno al libro ofrece un vistazo al enfoque de Zaslavskiy para promocionarse a sí mismo y a sus proyectos: audaz, extravagante, exagerado. Como era de esperar, este estilo se trasladó a la forma en que sus dos ICOs fueron presentadas a los inversionistas potenciales.

Tokens de bienes raíces y Ofertas Iniciales de Membresía

Para alguien desencantado tanto con el sistema financiero tradicional como con los medios tradicionales para ganar dinero, la fiebre de la ICO de 2017 presentó innumerables oportunidades. La belleza del modelo ICO radica en que abre el mundo del capital de riesgo, que antes estaba reservado exclusivamente a los inversores profesionales, a cualquiera que tenga algo de dinero de sobra y un cierto interés en el espacio inexplorado de las aplicaciones de la blockchain. La otra cara de la moneda es que algunos de los recién llegados fueron incapaces de distinguir los proyectos legítimos de las estafas abiertas repletas de banderas rojas.

El lenguaje megalómano y las promesas exageradas suelen ser signos reveladores de que algo no va bien con la empresa que está despegando. Los proyectos de Zaslavskiy tenían ambas cosas. REcoin, anunciada en junio de 2017, presentó a su fundador como un "gurú inmobiliario" y proclamó que el 101REcoin Trust poseía propiedades "en economías desarrolladas y estables como Estados Unidos, Canadá, Japón, Gran Bretaña y Suiza" sin aportar ninguna prueba en apoyo. Además, un "equipo internacional de abogados y programadores" estaba supuestamente allí para "trabajar incansablemente" en el aumento de la fortuna de los poseedores de tokens. Como revelaron los procedimientos de la corte más tarde, ese equipo jamás existió.

En agosto, después de enfrentarse a las primeras señales de interés de la SEC en REcoin, el "Empresario, filántropo y autor de libros, Max Zaslavsky" comenzó su campaña de mercadeo para un activo digital supuestamente respaldado por diamantes, el token Diamond Reserve Club. El comunicado (comenzando con "Si las Sagradas Escrituras nos han llegado a enseñar algo...") promocionaba un nuevo modelo de Oferta Inicial de Membresía, que se suponía que iba a ser una muestra de la participación de los inversionistas en un gran ecosistema de negocios interconectados. También sugirió que los tokens podrían ser heredados por los nietos de los inversores.

Se podría pensar que el lenguaje teatral y las garantías gigantescas de los documentos públicos de las dos ICOs solo harían que cualquier persona razonable se burlara. Sin embargo, entre julio y septiembre, Zaslavskiy y sus cómplices lograron acumular alrededor de $300 mil antes de que la SEC llevara el asunto a los tribunales.

Las consecuencias

El 29 de septiembre de 2017, la SEC presentó una demanda civil ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York contra Zaslavskiy y sus dos compañías, por violar las leyes de valores de Estados Unidos. REcoin y DRC respondieron en sus sitios web con una declaración conjunta que argumentaba que se debía a "la falta de claridad legal en cuanto a cuándo una ICO o un activo digital es un valor", sugiriendo que sus operaciones no estaban dentro del ámbito de la SEC.

Sin embargo, los federales parecían estar en desacuerdo. El 1° de noviembre, Zaslavskiy fue detenido por agentes del FBI y acusado penalmente de conspiración para cometer fraude de valores. A principios de diciembre, se declaró inocente y obtuvo una fianza de $250 mil respaldada por la casa de su familia en Brooklyn. En febrero, la defensa de Zaslavskiy presentó una moción para desestimar la acusación por aplicación inadecuada de la ley de valores a las criptomonedas. Sin embargo, tanto el DoJ como la SEC insistieron en que los tokens de REcoin y DRC pasaran la prueba de Howey, un estándar legal que determina si un contrato es un valor.

En septiembre, el juez de distrito estadounidense, Raymond Dearie, concluyó que a los efectos del caso, los tokens podrían, de hecho, ser tratados como valores, sentando potencialmente un precedente que podría dar forma al futuro de la regulación de la ICO. El juez también fue inequívoco al caracterizar la naturaleza de las empresas de Zaslavskiy:

"Despojado de la jerga del siglo XXI, incluyendo la propia caracterización del demandado de las oportunidades de inversión ofrecidas, la acusación impugnada acusa a un fraude directo, repleto de las características comunes de muchos fraudes financieros".