Alemania, España, Francia e Italia comienzan a relajar el confinamiento, luego de dos meses de medidas extremas. Obviamente que no hay soluciones sencillas en esta pandemia. Lo que es bueno para la salud ha sido terrible para la economía. ¿La vida o el “cochino “dinero?  Sería absurdo pensar en esos términos. El problema es que, si vamos demasiado lejos y destrozamos por completo la economía, las muertes por hambre serían mayores que las muertes por cualquier otro mal. En este caso, sería peor el remedio que la enfermedad. La economía no es algo trivial o superfluo. De hecho, es la máquina que mantiene al mundo. Y sí, su vida. El camino hacia la normalidad ya ha comenzado. Los mercados se animan porque ya se puede ver una luz al final del túnel. ¿Qué significa para la economía y para Bitcoin antes del halving?  Hablemos de este proceso. 

Todos sabíamos muy bien que las medidas de confinamiento tendrían terribles efectos para la economía. Sin trabajo, no hay producción. Y sin producción, no hay nada. El dinero no es otra cosa que un gran pacto social. Es básicamente el comercio de relaciones humanas. Y me temo que una sociedad paralizada con negocios cerrados no puede ser muy próspera. La actividad económica se puede parar por un tiempo, pero no de manera indefinida. La gente debe comer todos los días y el pan requiere trabajo. El virus todavía no se ha ido. No podemos cantar victoria en ese respecto. Sin embargo, el confinamiento se está relajando. Ya sabemos que este encierro no será eterno. Obviamente que todo esto es un proceso gradual. Nada será de la noche a la mañana. Y seguramente que tendremos una nueva normalidad. Pero por lo menos comenzamos el proceso. Antes no teníamos eso. Antes la incertidumbre era mucho mayor. 

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Esta semana comienzan a llegar nuevos reportes económicos. Por supuesto que todas las cifras son espeluznantes. Los negocios en todos partes están perdiendo dinero. No hay ingresos. Así de sencillo. Y naturalmente que el desempleo se fue a las nubes debido a esta parálisis económica. Eso quiere decir que el dinero de reserva se está agotando y las deudas se están acumulando. La economía doméstica está en aprietos. En casa, lejos del virus, pero sin dinero. ¿Y qué significa esto para la economía? Tenemos un severo cuadro deflacionario debido la caída brusca de la demanda. Sin embargo, los planes de desconfinamiento nos hablan de un futuro mejor. 

El dinero necesita moverse para que la economía genere riquezas. La demanda incita la oferta. Las personas producen al saber que tendrán compradores. Sin demanda, caen los precios. Los negocios son menos rentables. Menos incentivos para producir más. Generando desempleo. Y todo es una reacción de cadena. El mundo está lleno de cosas. Pero si de pronto todo para, esas cosas no valen nada. Porque su valor depende del deseo humano. En otras palabras, la caída de la demanda es lo que está causando todo este lío. Y es el aumento de la demanda la que nos sacará del pozo.

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La recuperación, obviamente, no será instantánea. Los negocios eventualmente abrirán sus puertas, pero eso no quiere decir que estaremos en la misma situación que antes del cierre. Porque tomará un tiempo salir de la inercia. Será un proceso largo superar esta crisis. Por el simple hecho de que nuestra capacidad de compra ahora es menor. Nuestros bienes valen menos. Tenemos menos dinero en el bolsillo. Y nuestras deudas pesan más. En consecuencia, volveremos a la “normalidad” con un ala rota. Podemos caer en un segundo, pero levantarnos y sanar la herida siempre toma un poco más de tiempo. Así es la economía. Podemos parar el tren económico en un tres por dos, pero volver a prender motores no es un proceso sencillo. 

La economía real no se recuperará tan fácilmente. Es lenta. Sin embargo, los mercados financieros sí son más propensos a cambios más violentos. Al principio, los inversores subestimaron la capacidad de propagación del virus. Pero, luego, cuando la cosa se empezó a complicar, todo se fue al piso. Absolutamente todo cayó. Las bolsas, el oro, el petróleo, y Bitcoin. La comunidad cripto se sorprendió mucho con esta caída de Bitcoin, porque se creó falsas expectativas sobre el comportamiento de Bitcoin durante una crisis. ¿Así o más claro? 

Por razones que tienen que ver más con ideología que con evidencia, los entusiastas de Bitcoin pensaban (error) que el coronavirus impulsaría a Bitcoin a nuevos máximos. Según ellos, el mundo en medio de la crisis buscaría refugio seguro en Bitcoin. Eso obviamente no sucedió. Muchos criptoanalistas no aceptan eso y se encuentran en estado de negación permanente. ¿Han escuchado sobre los cultos que predicen el fin del mundo para una fecha en particular? La fecha llega y nada pasa, pero ellos no admiten su error, oh no, sino que justifican todo el asunto con algún argumento barato. Bueno, eso mismo está pasando en el espacio cripto. Ven los datos, pero no ven los datos. Ven lo que quieren ver. Ven un sueño, no la realidad. 

¿Qué pasó realmente? Durante la crisis, los compradores huyeron debido a la incertidumbre del confinamiento. Y el miedo generó ventas. Al bajar la demanda y subir las ventas, los precios bajan y no hay argumento que valga. Los sueños son muy bonitos, pero los inversores no siempre escuchan a los soñadores. Y son los inversores lo que mueven el precio. Lo interesante de todo esto es que el precio cayó tan duro, pero el único camino ahora es la subida. El pánico espantó a todos los espantables. Los vendedores se agotaron y los compradores están volviendo a aparecer. Es posible que la crisis del coronavirus no sea tan buena para Bitcoin como algunos esperaban, pero la recuperación sí podría ser espectacular. La confianza eventualmente volverá y los inversores se darán cuenta que todo en realidad está sumamente sobrevendido. Es decir, todo está a precio de regalo.  

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Pese a los gritos de protesta de los fieles devotos de la escuela austriaca de economía (tan numerosos entre los criptoentusiastas) los planes de rescate y las inyecciones de liquidez por parte la Reserva Federal y el Banco Central Europeo tendrán un efecto positivo en la economía. Ese dinero estimulará la demanda. Y la demanda sube los precios. ¿Adónde irá todo ese dinero de los estímulos? Bueno, por lo menos una parte, irá a Bitcoin. Y, lo siento, pero yo no voy a llorar por eso. 

No me gusta hacer predicciones. Pero sí pienso que Bitcoin está a muy buen precio en estos momentos. Es decir, por X o por Y, está subvalorado. Tarde o temprano, el mercado reconocerá su error y el precio se ajustará. Las condiciones están dadas para una futura subida en algún punto, porque el halving tendrá un impacto en la oferta y porque la demanda se incrementará debido a la abundancia de dinero disponible y por la eventual recuperación económica de la era post coronavirus. A pesar de la crisis, aún podemos tener fe en el futuro.