Tras las últimas disputas del gobierno venezolano con el estadounidense por no levantar la inhabilitación política de la líder opositora Maria Corina Machado, la administración de Joe Biden abogó por establecer una fecha límite al gobierno venezolano para que reculara, sino, en cambio, las sanciones serían restablecidas.
Bajo este panorama de una posible vuelta de algunas de sanciones que antes habían sido flexibilizadas por medio de licencias, las criptomonedas aparecen como una matriz de diálogo en este escenario, ya que las mismas suelen emplearse para evadir las sanciones impuestas a gobiernos no alineados con occidente.
Aaron Olmos, economista venezolano, ha conversado con Cointelegraph en Español sobre esta situación evaluando el papel que pueden desempeñar las criptomonedas para el gobierno venezolano como un mecanismo para evadir sanciones.
En primer lugar, Olmos recordó que, durante la pandemia en octubre del año 2020, se aprobó la Ley Antibloqueo en Venezuela, y subrayó que en su artículo 32 se le faculta al Ejecutivo Nacional para el uso de criptomonedas bajo el esquema de "diversificación de medios de pago".
Fuente: Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo - Gaceta Oficial N.º 6,583.
Según Olmos:
“Ya existe un documento legal Prêt-à-porter, o sea hecho a la medida para el Ejecutivo nacional, donde una de las opciones, y esto está desde octubre de 2020, es el uso de criptomonedas dentro y fuera del territorio”
En este sentido, explicó que no sería una nueva estrategia, sino que más bien sería seguir aplicando la misma estrategia que aplicó el gobierno venezolano desde que fueron facultados, incluso mientras han llevado a cabo la intervención de la Sunacrip, el departamento venezolano de criptoactivos que para el próximo mes cumpliría seis meses de extensión por la intervención de la Junta Interventora a raíz de la trama de corrupción PDVSA-Cripto en un marco donde justamente la Ley antibloqueo estaba siendo aplicada:
“Al hablar de evadir sanciones ya en 2020 habían hecho esta ley y el problema es que al final de cuentas con la Sunacrip no hubo contraloría y muchas otras cosas, mira todo lo que ha pasado, no se sabe finalmente si fueron 3,300 millones de dólares, 6,000 millones o más, no se sabe, no se tiene información no hay transparencia en las investigaciones respecto de eso, ni cuál fue el daño patrimonial exacto en criptomonedas”, señaló Olmos.
¿Uso del MIR para evadir sanciones?
Con respecto al uso de sistema de pagos interbancarios ruso, el MIR, como medida para evadir sanciones, Olmos reseñó que este precisamente se creó porque Rusia ya observaba la posibilidad de que era posible que Estados Unidos y Europa pudiesen utilizar plataformas financieras, estrategias financieras y la moneda como tal, como una herramienta para sancionar o para limitar la actividad comercial, económica y financiera de los países.
Dicho esto, argumentó que el hecho de que Venezuela se sume a este sistema, a pesar de no estar fuera del SWIFT, vendría siendo como un plan B o canal adicional para poder hacer pagos en plataformas financieras. Sin embargo, Olmos resaltó la desventaja en cuanto a ello:
“Más allá de todo, hay que recordar que de más de 200 países que hay en el planeta, casi todos están en el SWIFT, pero en el MIR solamente hay 14 países. En el MIR no está el planeta entero. Si bien puedes sumarte al MIR, y quizás te va a ayudar a pagarle a China, a Rusia, a Bielorrusia, a Turquía, a Irán, a estos países no alineados que de alguna manera prevén algún tipo de sanción por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos, pero repito, todos los países no están, y los países con los que a Venezuela le interesa hacer negocios, como Estados Unidos no está en el MIR, ni muchos países europeos tampoco lo están”.
Además, Olmos detalló que si de alguna manera alguna empresa venezolana quiere pagar a un proveedor estadounidense, tendría que utilizar corresponsalias y agencias bancarias en Estados Unidos. Las empresas tendrían que puentear mecanismos, y darle la vuelta al sistema financiero y en montos que se puedan manejar de forma que no llamen la atención:
“Quizás, que es lo que típicamente ha estado haciendo mucha gente una cantidad de tiempo para acá. De ahí que algunas plataformas como Zelle estén haciendo advertencias de que es una herramienta que se usa para cuentas personales y no para actividades comerciales”, agregó Olmos.
¿Las criptomonedas salvan a los venezolanos?
Por último, en cuanto a si las criptomonedas desempeñan un papel relevante para ayudar a los ciudadanos venezolanos en un contexto de país con sanciones financieras, Olmos alegó que para el caso de Venezuela, el asunto es que no existen datos reales y actualizados del uso de criptoactivos en el país, pero a pesar de eso, según él, el uso de criptoactivos en el país tiene dos caras: la visible y la invisible:
“El universo visible quizás ha perdido fuerza y vigor, que no lo vemos tan activo como antes con eventos, cursos, charlas, conferencias, las marquesinas de los negocios, que dicen acepto Bitcoin, acepto Binance Pay, y acepto Litecoin. Mientras, el universo invisible, el que no se ve, el que no se escucha, y del que mucha gente no sabe, se sigue moviendo. En ese otro universo participa el gobierno, participan las empresas y participan particulares. O sea, hay empresas que están haciendo sus operaciones entre empresas para pagar cosas y saldar cosas con proveedores en cripto”, explicó.
En resumen, de acuerdo a Olmos, los criptoactivos “siguen siendo” en general, si la gente sabe y está educada para su uso, un vehículo que “protege de muchas cosas” en un ámbito financiero como el venezolano donde la inflación se mantiene por niveles altos.
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