La inflación ha sido nuestro dolor de cabeza durante los últimos años. Sin embargo, por fin, ya se está viendo una luz al final del túnel. De hecho, se prevé que la inflación se normalice en 2024 para la mayoría de los países, tras alcanzar niveles máximos en varios años durante 2022 y 2023. ¿Qué significa esto para la economía mundial y para el futuro de las criptomonedas?
La inflación afecta al poder adquisitivo de las personas, es decir, a la cantidad de bienes y servicios que pueden comprar con una misma cantidad de dinero. La inflación también influye en las decisiones de inversión, ahorro y consumo de los agentes económicos, así como en las políticas monetarias y fiscales de los gobiernos y los bancos centrales.
La inflación no es necesariamente mala, siempre y cuando sea moderada y predecible. De hecho, una cierta inflación es deseable para estimular el crecimiento económico y evitar la deflación, que es la caída generalizada y sostenida de los precios, que puede provocar una espiral de recesión, desempleo y deuda. La mayoría de los bancos centrales tienen como objetivo mantener una inflación cercana al 2%, que se considera un nivel óptimo para el funcionamiento de la economía.
¿Qué factores podrían favorecer la normalización de la inflación?
Claro que hay motivos para ser optimistas sobre la evolución de la inflación en el futuro. Los economistas de Goldman Sachs estiman que la inflación subyacente (excluyendo alimentos y energía) en las economías más afectadas por la inflación posterior a la pandemia ha caído a un ritmo anualizado del 2,2% en los últimos tres meses, lo que sugiere que el pico inflacionario podría haber quedado atrás. Se espera que, para finales de 2024, la inflación promedio en este grupo de economías esté cerca o en los objetivos de inflación de la mayoría de los bancos centrales importantes, es decir, alrededor del 2%.
¿Qué factores podrían favorecer esta normalización de la inflación? En primer lugar, la mejora de la situación sanitaria, gracias al avance de la vacunación y al desarrollo de nuevos tratamientos, podría permitir una mayor reapertura de la economía y una mayor movilidad de las personas. Esto podría aliviar las restricciones y los cuellos de botella que han afectado a la oferta de bienes y servicios, y reducir la presión sobre los precios de los sectores más demandados.
En segundo lugar, la moderación de las políticas de estímulo fiscal y monetario, que ya se está produciendo en algunos países, podría contener la demanda agregada y evitar un sobrecalentamiento de la economía. Esto podría implicar una reducción del gasto público, un aumento de los impuestos, una disminución de la compra de activos y una subida de los tipos de interés por parte de los gobiernos y los bancos centrales. Estas medidas podrían tener un efecto negativo a corto plazo sobre el crecimiento económico, pero podrían ser necesarias para garantizar la estabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
En tercer lugar, la adaptación de los agentes económicos a la nueva realidad post-pandémica, que podría implicar cambios en los hábitos de consumo, las preferencias de inversión y las expectativas de inflación. Estos cambios podrían favorecer una mayor diversificación de la demanda, una mayor competencia entre los proveedores y una mayor eficiencia en la producción. Estos factores podrían contribuir a una mayor estabilidad de los precios y a una mayor confianza de los consumidores y los inversores.
¿Qué implicaciones podría tener la normalización de la inflación para las criptomonedas?
La normalización de la inflación global podría tener un impacto positivo en el mercado de las criptomonedas, especialmente en el de Bitcoin, que se ha consolidado como el principal activo de reserva de valor en el mundo digital. La caída de la inflación podría impulsar el crecimiento económico de dos maneras: aumentando el poder adquisitivo de los hogares y permitiendo a los bancos centrales recortar las tasas de interés. Estos factores podrían beneficiar a los activos de riesgo como Bitcoin, que se benefician de unas tasas más bajas y de una mayor demanda de los inversores.
¿Qué retos podría suponer la normalización de la inflación para las criptomonedas?
Por otro lado, la normalización de la inflación también podría suponer algunos desafíos para las criptomonedas, que tendrían que enfrentarse a una mayor competencia y regulación por parte de los actores tradicionales del sistema financiero. Por un lado, la reducción de la inflación podría disminuir el atractivo de las criptomonedas como una alternativa a las monedas fiduciarias, que podrían recuperar parte de su valor y credibilidad. Por otro lado, la normalización de la inflación podría aumentar el interés de los gobiernos y los bancos centrales por desarrollar sus propias monedas digitales, que podrían ofrecer algunas de las ventajas de las criptomonedas, como la rapidez, la seguridad y la trazabilidad, pero sin renunciar al control y la soberanía monetaria.
Estos factores podrían generar una mayor presión regulatoria sobre las criptomonedas, que podrían verse sometidas a mayores requisitos de transparencia, supervisión y cumplimiento normativo. Estas medidas podrían tener un impacto negativo sobre la privacidad, la innovación y la inclusión financiera que ofrecen las criptomonedas. Además, podrían generar una mayor volatilidad y una mayor incertidumbre en el mercado de las criptomonedas, que podría verse afectado por las decisiones y las declaraciones de las autoridades financieras.
¿Qué podemos esperar del futuro de las criptomonedas?
En resumen, la noticia de la posible normalización de la inflación global representa un rayo de esperanza para la economía mundial, y potencialmente también para el mercado de las criptomonedas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la situación sigue siendo compleja y la recuperación dependerá de la evolución de las circunstancias tanto internas como externas. En particular, la guerra en Ucrania y las interrupciones en las cadenas de suministro podrían obstaculizar el proceso de normalización de la inflación. Hay motivos para la esperanza, pero todavía no hemos ganado la batalla.
En este contexto, las criptomonedas podrían seguir desempeñando un papel importante como una alternativa al sistema financiero tradicional, que ofrece una mayor libertad, una mayor eficiencia y una mayor resiliencia. Sin embargo, las criptomonedas también tendrán que afrontar una serie de desafíos, como una mayor competencia, una mayor regulación y una mayor volatilidad. Estos desafíos podrían requerir una mayor adaptación, una mayor colaboración y una mayor educación por parte de los actores del ecosistema de las criptomonedas.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.