El exchange de criptomonedas Bitmart ha presentado una petición de medidas cautelares previas al arbitraje para evitar que los piratas informáticos chinos realicen transferencias ilícitas utilizando Bitcoin SV (BSV) falso en su plataforma. 

Según un informe este 26 de julio, GBM Global Holdings, la empresa propietaria de Bitmart, presentó su petición ante un juez federal de Nueva York a pesar de que las actividades fraudulentas tienen lugar en gran parte fuera del estado. La compañía ha argumentado que, no obstante, el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York tiene jurisdicción sobre "actos fraudulentos o manipuladores con efectos previsibles en Nueva York" y, por lo tanto, solicita que el juez intervenga antes de que los piratas informáticos puedan vender las criptomonedas ilícitas libremente en el mercado. 

La petición, al parecer ampliamente redactada, afirma que los fondos serán significativamente más difíciles de recuperar en nombre de los usuarios afectados si no hay intervención. Bitmart afirma que los piratas informáticos estafaron a un mínimo de 43 de sus usuarios en los Estados Unidos usando BSV falso en violación de la Ley de Bolsa y Productos Básicos de EE.UU. 

La Asociación de Bitcoin con sede en Suiza detectó por primera vez las monedas falsas el 8 de julio. Según los informes, se generaron a través de un ataque de reorganización de bloques en la red Bitcoin SV, es decir, bifurcando ilegítimamente la cadena de bloques para facilitar el doble gasto de monedas.

Bitmart, con sede en las Islas Caimán, ha identificado transacciones fraudulentas asociadas con el ataque a al menos otros ocho criptoexchanges incluidos Binance, Huobi, Okex y Kucoin. GBM ha reforzado su apelación al juez de Nueva York al señalar que ha podido "identificar al menos dos transacciones fraudulentas de los demandados con dos usuarios de Nueva York de su exchange de criptomonedas". 

GBM ha afirmado además que los piratas informáticos han "transferido la criptomoneda a otros exchanges que atienden a clientes de Nueva York con la intención de venderlos", y agregó que "si se les permite realizar tales ventas, es casi seguro que realizarán transacciones con contrapartes con sede en Nueva York". Con la esperanza de asegurar una intervención que pueda proteger a sus usuarios, GBM argumenta que:

"Los acusados ​​son piratas informáticos extranjeros, imposibles de identificar, con la intención de realizar estafas, casi no hay probabilidad de que paguen una indemnización por daños. A menos que reciban una orden judicial de una criptomoneda ya identificada y engendrada por fraude, no hay forma de que el peticionario asegurar la recuperación final".

Si bien los hackeos y exploits se han centrado cada vez más en el incipiente espacio DeFi, los exchanges centralizados continúan siendo vulnerables a ellos. En 2020, el caso más destacado involucró al exchange KuCoin con sede en Singapur, aunque otros hacks más pequeños afectaron a la plataforma italiana Altsbitentre otros.

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