Desde el inicio de la pandemia, América Latina ha tenido un auge importante en la utilización de Startups del sector financiero. Ello se debe al cierre abrupto de los sistemas financieros tradicionales, y por ende las Fintech del sector financiero están ocupando el espacio que generó el vacío en los servicios financieros locales. 

La inestabilidad económica que ha sufrido Latinoamérica data desde antes de la pandemia, en realidad los altos índices de inflación, corrupción y delincuencia son los elementos más comunes en la región, y por ello la diversificación por parte de los empresarios en la manera de hacer negocios. 

En este sentido, las Fintech han obtenido una gran inversión. Los datos indican que para el 2019 las inversiones alcanzaron 2.6 mil millones de dólares en la región, siendo Brasil el principal país de América Latina con inversiones de capital, seguido por México y Argentina, según una nota revelada por latinamericareports.

Estos datos mostraron un amplio crecimiento con respecto al año anterior, mostrando un aumento de inversiones en un 180% en el sector Fintech, y de allí la multiplicidad de plataformas especialmente de Neobancos en la región. 

El Banco Mundial indica que al menos un 60% de los Latinoamericanos no están bancarizados, por ello, en este 2020 este sector se afianzó en la captación de nuevos usuarios, y para ello el uso de tecnologías más incipientes con el atractivo para nuevos usuarios. 

Panorama latinoamericano

Países como Venezuela que es azotada por una hiperinflación jamás vista en ese país, sin embargo, hace unos años se decía que era el país más rico de Sudamérica. A pesar de la situación país, Venezuela cuenta con la tasa más alta de personas bancarizadas de la región alcanzando el 73,2%, y la cifra más baja de bancarizados es de Nicaragua con un 28,4%. 

Se estima que en toda Latinoamérica hay unas 703 Fintech operativas, lo que supone una intención inequívoca de expandir negocios en la región. La pandemia ha impulsado este panorama de oportunidades para los inversores, pues la declaratoria de cuarentena en los países de la región generó que muchas personas se quedaran sin efectivo para realizar las compras de bienes de consumo, insumos y pago de servicios. 

De allí, que los neobancos en América Latina ahora están ayudando a los ciudadanos a administrar su dinero digitalmente. La empresa Argentina de tecnología financiera Ualá ofrece a los ciudadanos una tarjeta prepaga y una aplicación para realizar pagos nacionales e internacionales. Las transferencias entre usuarios de Ualá son gratuitas y los clientes también pueden recargar su crédito de teléfono móvil y pagar facturas a través de la aplicación. 

Neon de Brasil está expandiendo de manera similar el acceso a la banca. Los usuarios de Neon obtienen una tarjeta de débito internacional, una tarjeta de crédito virtual y retiros de efectivo gratuitos limitados. También pueden usar una calculadora de préstamos en la aplicación que estima las tasas de interés y las cuotas para pedir prestado dinero de manera responsable. 

En Colombia, Rappi se asoció con Arcus para ayudar a los clientes a administrar mejor los pagos sin la necesidad de salir de casa durante esta pandemia. Este servicio conocido como Rappi Pay, que originalmente solo permitía transferencias entre usuarios de aplicaciones antes de introducir pagos con Código QR, ahora ofrece a los usuarios ofertas de devolución de efectivo y retiros de cajeros automáticos sin comisiones. 

En Argentina bancos como Santander Rio, Banco de la provincia de Córdoba y Banco de la Nación, por ejemplo, se han visto en la necesidad de implementar servicios de aperturas de cuentas a distancia, empleando tecnologías disruptivas para la banca tradicional, basándose algunas en tecnología Blockchain.

Mercado libre con el relanzamiento de su billetera virtual Mercadopago, ofrece diversas maneras de movilizar el dinero, de fondearlos, incluso de utilizar los fondos para invertirlos en fondos comunes de inversión y generar algún tipo de interés sobre el dinero en cuenta, pago de servicios entre otros servicios ofrecidos por el gigante de las ventas en Latinoamérica son algunos de los impulsos que se han llevado a cabo a raíz del colapso del sistema financiero tradicional.

Las Fintech también han centrado su vista en el envío de remesas en la región, pues los datos indican que al menos el 15% de Producto Interno Bruto de países como el Salvador, Haití, Honduras y Jamaica se basan en envío de remesas. En líneas generales, solo un 1.5% del PIB de América Latina está representado por el servicio de remesas. Sin embargo, el uso de herramientas de transferencia de dinero P2P sigue siendo relativamente bajo en la región, mientras que los costosos bancos tradicionales y los operadores de transferencia de dinero aún dominan el mercado. 

Innumerables datos demuestran que en la región la mejor opción para el envío de remesas está siendo usada a través del criptomercado, por ello, se siguen sumando plataformas de intercambio. En un principio plataformas como Localbitcoins era una solución casi universal, pero con el crecimiento del mercado de criptomonedas en la región surgieron otras como ArgenBtc, Cryptomkt, Localcryptos, Buda entre otros tantos. 

Es por ello que Brasil ha anunciado que lanzará su propia plataforma de pagos Fintech, PIX, el Banco Central de ese país indicó que se busca combatir el crecimiento de los intercambios de cifrados no regulados y permitir a los ciudadanos un mejor acceso digital a sus fondos tratando de facilitar las transferencias directas entre usuarios sin que medie algún tipo de intermediarios. 

Situación actual de las PYMES

En medio de esta crisis sanitaria, las pymes latinoamericanas luchan por obtener préstamos en el sistema financiero existente porque no tienen suficiente información crediticia para aprobar las verificaciones del historial crediticio o porque no tienen suficientes garantías. La mala infraestructura crediticia ha provocado que los bancos a menudo sobrevaloren el riesgo, lo que lleva a altas primas y tasas de interés (entre 50% y 120% ) que las PYME no pueden pagar. Como era de esperar, el costo es la razón por la cual el 60 por ciento de los no bancarizados en América Latina dicen que no tienen cuentas formales. 

Estos datos demuestran que el sistema tradicional sigue ahorcando alas pequeños y medianos empresarios de la región, pues quienes se están iniciando en cualquier rama económica no tiene un apalancamiento abrumador de capital que permita respaldar los requisitos para acceder a créditos y seguir en muchos casos operando.

Por el contrario, las empresas Fintech emergentes tienen sistemas de calificación crediticia basados ​​en algoritmos de datos que analizan el riesgo crediticio de manera innovadora y ofrecen tasas de interés más bajas que los bancos tradicionales. También aumentan el acceso de las PYME a productos y modelos financieros, ayudándoles a recaudar capital.

Entre los ejemplos de fintech exitosas para pymes en los mercados latinoamericanos se incluye Konfio, una plataforma de servicios financieros con sede en México que ayuda a las pymes a obtener liquidez y aumentar sus operaciones. Mientras que los bancos luchan con préstamos de menos de $ 40,000, los préstamos de Konfio promedian $ 12,000 y se dispensan dentro de las 24 horas sin garantía. Tienda Pago es una plataforma para que los pequeños comerciantes compren a los distribuidores mediante pagos móviles, mientras que Alegra es un sistema de facturación y administración basado en la nube para pequeñas empresas.

Este tipo de soluciones son bien recibidas por el sector empresarial y por ende, este tipo de Fintech siguen aumentando su presencia con más servicios financieros disponibles para ofrecer a sus usuarios. 

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