La naturaleza del fraude de criptomonedas se está alejando de los hacks de exchanges y se orienta hacia fraudes al estilo Ponzi, esquemas piramidales y estafas de salida. Un aumento masivo del 533% en el valor de tales delitos significa que a medida que se lavan los fondos malversados, el sistema bancario tradicional está cada vez más expuesto al riesgo bajo las futuras reglas del Grupo de Acción Financiera (GAFI). Esa es la conclusión a la que llegó CipherTrace, una empresa de inteligencia de criptomonedas, en un informe publicado hoy.

La Travel Rule requiere que las empresas de monedas virtuales "obtengan, mantengan y transmitan la información requerida del originador y del beneficiario para identificar y reportar transacciones sospechosas, monitorear la disponibilidad de información, tomar medidas de congelación y prohibir transacciones con personas y entidades designadas".

La regla se aplicará a los 37 miembros del GAFI, incluidos Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur y muchos países europeos. Su implementación está programada para junio de 2020.

¿Bancos expuestos al riesgo?

A pesar de una importante escala anual de 160% de las pérdidas sufridas por los usuarios, exchanges e inversores de criptomonedas, de USD 1.74 mil millones en 2018 a más de USD 4.5 mil millones en 2019, no es solo la criptoindustria la que puede perder como resultado directo de aumento de la actividad criminal. Según la investigación de CipherTrace, el típico banco de los 10 principales de EE. UU., sin saberlo, facilita aproximadamente USD 2 mil millones en transacciones ilícitas de criptomonedas cada año. Si bien los bancos pagaron un total de más de USD 6.2 mil millones en multas contra el lavado de dinero (AML) en 2019, ese número podría aumentar a medida que se introduzca la Travel Rule.

"A medida que los criptoactivos se mezclan cada vez más en los servicios financieros tradicionales, los riesgos de cumplimiento de AML y CTF [Financiamiento contra el terrorismo] van en aumento", dijo Stephen Ryan, director de operaciones de CipherTrace. “Los activos virtuales ahora están en todas partes en las cuentas bancarias y las redes de pago, y los bancos deben encontrar formas de lidiar con los riesgos. La mitigación efectiva de los riesgos de criptomonedas requiere equipar a los oficiales de cumplimiento con las mejores herramientas e inteligencia para ganar visibilidad en esta nueva clase de activos".

El CEO de CipherTrace, David Jevans, continuó:

“Les guste o no, los bancos tienen muchos más activos virtuales inmiscuyéndose en sus cuentas y redes de pago de lo que la mayoría de la industria había pensado anteriormente. Los bancos necesitan nuevas capacidades para descubrir MSB [negocios de servicios monetarios] ilícitos, financiamiento del terrorismo y otras fuentes importantes de riesgo”.

Estafas en aumento

Aunque el valor total de los robos y hacks disminuyó un 66% en 2019, las pérdidas sufridas por los participantes directos de la industria de la criptomoneda aumentaron a USD 4.5 mil millones, impulsadas por el aumento en la cantidad malversada a través de estafas.

CipherTrace llacó a 2019 como el año del "infiltrado malicioso", explicando que la tendencia de eventos como la desaparición de fondos de los exchanges QuadrigaCX e IDAX se cuentan como trabajos de "infiltrados".

Si bien la disminución de los ataques de seguridad es alentadora, el "aumento logarítmico" en las pérdidas por estafas perpetradas por información privilegiada significa que los participantes de la industria de las criptomonedas deben continuar ejerciendo una extrema precaución en su investigación de inversiones.

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