Para conocer la visión y la perspectiva que está teniendo el Petro dentro de la economía y finanzas de los ciudadanos venezolanos, Cointelegraph en Español ha salido a las calles del país sudamericano para así conocer las opiniones de la gente sobre la moneda virtual impulsada por Nicolás Maduro.
Preguntas como: ¿qué piensas sobre el Petro? ¿tiene futuro? ¿sientes que te ha mejorado la vida de alguna forma? ¿entiendes qué son las criptomonedas? ¿Qué opinas de que se tengan que pagar servicios con Petros? Fueron realizadas a venezolanos que usualmente desconocen sobre el entorno de las criptomonedas y que se han visto inmersos en la narrativa del Petro que está impulsando el gobierno de Venezuela.
Experiencias de los jubilados con el uso del “Petro aguinaldo”
La entrega del medio Petro por concepto de bono navideño para más de 8 millones de venezolanos, entre ellos 3 millones y medio de jubilados, fue un evento noticioso entre el mes de diciembre y enero. Para conocer los pormenores del evento, conversamos con algunos de los jubilados que resultaron beneficiados del bono estatal.
Desde Maracaibo, estado Zulia, una pareja de jubilados que prefirió mantener su identidad sin revelar, nos comentó que utilizaron su Petro para comprar en un comercio que contaba con el BioPago, la solución soportada por el Banco de Venezuela para aceptar la moneda virtual. Según lo relatado, el proceso les resultó fácil gracias a que contaron con la ayuda de un vecino y que el comerciante propietario del negocio era también un conocido de la pareja, gracias a esta ayuda pudieron adquirir sus productos rápidamente sin tener que hacer colas. Sin embargo, comentan que vieron como otros adultos de la tercera edad tenían que hacer fila desde horas de la madrugada para poder comprar en dicho establecimiento comercial.
Mery Fernández es una jubilada que vive en el estado Bolívar y nos comentó cómo fue su experiencia al pasar más de 10 horas esperando en un popular supermercado de la región que estaba aceptando el Petro por medio del BioPago. Según su relato, una de las razones por la que tardó tanto tiempo fue que el sistema del BioPago presentaba caídas, siendo la más larga de unas 3 horas de forma continua.
También nos comentó que los captahuellas de las máquinas no funcionaban del todo bien y que la lectura de las huellas de las personas mayores podía tomar varios minutos, llegando a ver casos de usuarios que esperaban hasta 30 minutos para que la huella fuera leída. Las complejidades con la lectura de las huellas eran tales que Fernández nos comenta que cada vez que el sistema lograba leer una huella rápido, las colas de clientes vitoreaban y aplaudían como si se tratara de una proeza.
Virginia Campos, otra jubilada con la que pudimos contactar, nos comentó que ve al Petro como una “burla para los que dimos toda la vida trabajando en la Administración Pública” y que siente que el gobierno le está entregando algo que no puede gastar y que no posee conocimiento sobre cómo se utiliza.
Burla para los que dimos toda la vida trabajando en la Administración Pública.
Campos nos recalcó que no entiende nada del mundo de las criptomonedas y que prefiere que su jubilación se la paguen en bolívares o dólares, nada de Petros. Para ella, la moneda estatal venezolana es “más un problema que una solución” y sobre todo para las personas mayores que no conocen de aspectos tecnológicos.
Desde la perspectiva del usuario común
Carlos Parra, mecánico de profesión y colombiano de nacimiento, pero con muchos años ya residiendo en el estado Bolívar, al sur de Venezuela, nos comentó que no entiende nada del Petro y que mucho menos entiende cómo es que se tendrán que pagar por servicios públicos con la moneda virtual. Expresó que todavía no se ha visto en la necesidad de adquirirlos, pero, cuando sea necesario irá hasta las oficinas del Banco de Venezuela para poder comprar los Petros.
Una visión similar a Parra pudimos encontrar en Williams González, quien nos comentó que tampoco ha recibido ningún Petro y que mucho menos lo entiende. Sí nos afirmó que ha sido testigo de que el Petro se ha convertido en un tema de discusión en la calle, aunque mencionó que ha visto que la gran mayoría de las personas no sabe cómo usarlo y que prefieren usar el dólar. Por último, mencionó que le parece una locura que se tengan que pagar servicios con el Petro puesto que no tiene ni idea de dónde comprarlos ni cómo son los métodos de pago con esta moneda.
También tuvimos la oportunidad de conversar con Pever Ramírez, quien nos comentó que se siente cómodo con el Petro al ser sencillo y práctico de usar. El oriundo del estado Nueva Esparta opinó que tan solo es cuestión de tiempo para que los venezolanos aprendan a utilizar la moneda digital para así poder “luchar contra las injustas sanciones que se impusieron a nuestro país para robarnos nuestros recursos y dejarnos empobrecidos”.
Ramírez expresó que ve como una excelente idea que se tengan que pagar servicios con el Petro y espera que pronto se pueda usar la moneda para todos los sectores de la economía del país. “Toda nuestra vida debe girar alrededor del Petro”, que la definió además como “la única moneda que ni la oposición ni la guerra económica puede acabar con su valor”. Por último mencionó que pronto veremos cómo Venezuela se convierte en “el primer país del mundo en adoptar al 100% la criptoeconomía”.
¿Cómo se ha visto desde el sector comercial?
El sector comercial ha sido un actor importante en medio de todo este proceso de adopción del Petro dentro de la economía de Venezuela. Para poder comprender su visión sobre todo este proceso de “petrolización”, desde Cointelegraph nos pusimos en contacto con algunos de los comerciantes que se han visto involucrados en su uso.
Desde el Supermercado Casa Fuerte ubicado en Barcelona, estado Anzoátegui, nos comentaron que no han aceptado la divisa estatal debido a que no cuentan con el sistema para poder recibirla. Aunque agregaron que, si el gobierno les proporciona de forma gratuita el dispositivo biométrico del BioPago y plantean que no se cobre ninguna comisión por su uso, si aceptarían el Petro.
La Colmena de Venezuela C.A. fue otro de los establecimientos con los que pudimos contactar desde Cointelegraph para que nos comentará su experiencia. Los encargados del negocio nos comentaron que aceptaron el Petro por el sistema del BioPago desde que se implementaron los bonos gubernamentales. Decidieron aceptarlos al ver la necesidad de los beneficiados de gastar sus Petros, buscando colaborar con la medida que había implementado el gobierno.
El representante del establecimiento expresó que la experiencia propia de ellos con el Petro ha sido bastante sencilla debido a que manejan muy bien la Plataforma Patria. Lo que sí nos comentan es que fue un poco complicado el tema de la logística para poder atender a todos los clientes. Al ser uno de los pocos negocios que contaba con BioPago en la localidad, recibieron una alta afluencia de personas, llegando al punto en el que los clientes tenían que amanecer frente al establecimiento para poder tener un puesto en la cola que se organizaba para entrar al establecimiento.
Otro establecimiento con el que pudimos conversar fue con una de las farmacias que forma parte de la cadena Meditotal, una de las más representativas de la región oriental del país. Uno de los empleados nos comentó que sí llegaron a aceptar el Petro como forma de pago, aunque en estos momentos no lo aceptan más. La razón que esgrimió para justificar la aceptación fue que tuvieron que apegarse a un mandato regulatorio del gobierno nacional que los obligaba al ser un comercio regulado.
El personal de Meditotal nos comentó que la experiencia con el uso del Petro fue bastante traumática dentro del establecimiento al ver como la lentitud del sistema generaba largas colas que terminaban en desorden y quejas por parte de los usuarios y clientes de la farmacia.
Octavio Páez, propietario del negocio Frigorífico Hermanos Páez ubicado en la ciudad de Upata en el Estado Bolívar, nos reflejó las complicaciones que tuvieron con el uso del Petro por vía del BioPago. Según lo que nos comenta Páez, el sistema funcionó sin mayor novedad hasta el primero de enero del presente año.
Luego del primer día del mes, el sistema BioPago dejó de liquidar las operaciones de los comercios, lo que llevó a que dejaran de operar con el sistema y empezara a exigir respuestas al Banco de Venezuela, la institución bancaria que respalda el punto de venta. Páez nos comentó que desde el Banco le respondían que la deuda iba ser cancelada directamente en Petro pero que no tenían fecha exacta de cuando ejecutarían los pagos.
Octavio Páez, quien también funge como miembro de la Cámara Nacional de Carnicerías, nos relató que el Banco terminó ejecutando los pagos en bolívares durante los últimos días del mes de enero y sin darle una apreciación a los Petros que se habían transado dentro de su comercio.
El oriundo del estado Bolívar concluyó que tiene cero confianza en el Petro y asumió que “Ningún comerciante quiere volver a trabajar con esta plataforma. Nadie quiere fiar, es mortal hacerlo en una economía enferma”.
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