Greenidge Generation LLC, una empresa minera de Bitcoin (BTC) con sede en el norte del estado de Nueva York, ha amenazado con emprender acciones legales por las repetidas afirmaciones "demostrablemente falsas" de los activistas locales.

Greenidge mina BTC en su central eléctrica de gas cerca del lago Seneca, en Dresden, y la empresa se ha visto inmersa en una larga batalla con activistas que alegan que las prácticas de la empresa son perjudiciales para el medio ambiente local.

Las activistas Yvonne Taylor y Abi Buddington afirman que el director general de Greenidge, Dale Irwin, les envió cartas "amenazantes" en respuesta a su presión pública contra la empresa. Las cartas han sido compartidas públicamente desde entonces y se refieren a la búsqueda de "todos los recursos legales disponibles" si los activistas continúan "engañando intencionadamente al público mintiendo descaradamente sobre las operaciones de nuestra empresa".

Taylor es la cofundadora del grupo ecologista Seneca Lake Guardian, que ha acusado a Greenidge de "arrojar gases de efecto invernadero y devolver diariamente millones de galones de contaminación térmica al lago Séneca". Buddington se ha pronunciado en múltiples ocasiones contra la empresa, cuestionando su cumplimiento de la normativa y su impacto medioambiental.

Durante una entrevista con el programa Capital Tonight de Spectrum News 1, el 27 de octubre, Taylor fue interrogada sobre la naturaleza de las amenazas legales. Afirma que Greenidge les había amenazado con demandarles si no se mantenían "calladas" a principios de este mes, y sugirió que las cartas formaban parte de una táctica de miedo.

"A pesar de que esto ha sido extremadamente desestabilizador, temo por mi seguridad", le dijo Taylor a Capital Tonight:

"Temo por la seguridad de mi familia. Siento que estoy en el lado correcto y tengo el derecho de la Primera Enmienda a la libertad de expresión."

Greenidge respondió a las afirmaciones de Taylor, argumentando que no está llevando a cabo acciones legales ni "impidiéndole a nadie compartir sus opiniones". Un representante de Greenidge le dijo a Cointelegraph:

“Si han leído las cartas a las que se refieren, verán que no hubo absolutamente ninguna amenaza. Enviamos peticiones respetuosas para que se les pusiera fin a las continuas declaraciones públicas falsas, a través de múltiples plataformas, sobre Greenidge y nuestro equipo. Proporcionamos una respuesta detallada, punto por punto, a las afirmaciones inexactas, como hemos hecho en el pasado.”

En las dos cartas dirigidas a los activistas, Greenidge refuta sus afirmaciones compartiendo sus propios datos operativos y registros de cumplimiento medioambiental y normativo.

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