Señores productores de la serie televisiva La Casa de Papel: Ya no piensen más. Encontraron a su guionista estrella para la próxima temporada. Esta vez vamos a imprimir Bitcoins. Sí, vamos a imprimir auténticos Bitcoins. Nuevos y frescos recién salidos del horno. Tendremos un gran secuestro. Y todo en el mismo estilo de la serie. Algo como lo que hicieron en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España, pero esta vez con Bitcoin. Cinco meses de preparación y 11 días de ejecución. Formaremos un equipo de personas que no tienen nada que perder. Sin embargo, en esta oportunidad no imprimimos sobre papel. Ahora entramos al mundo digital. Y estamos hablando de un botín de 500 mil Bitcoins. Hundiremos al Titanic. Y esta vez no vamos a construir un túnel para poder sacar el dinero. Lo tenemos todo: Acción, intriga, suspenso. Bitcoin asegura ser imposible de hackear. Bueno, aún no han conocido a El Profesor. Netflix, aquí vamos. 

Es importante destacar que esto es simplemente un ejercicio que estamos haciendo y no dedicamos mucho tiempo en cubrir todos los detalles. Aquí pedimos cierta tolerancia, porque obviamente no estamos siendo demasiado precisos. Esto es solo juego. La idea es construir un universo hipotético que pudiera servir como base para elaboración de una serie. Es decir, no se pongan necios señalando las pequeñas incongruencias. La ficción es ficción. Enfocamos en lo grande. En otras palabras, ¿cómo podríamos atracar Bitcoin al estilo de una gran serie? La Casa de Papel ha causado furor en el mundo. Lo podemos ver por los memes que están por todas partes. Es una serie española. Y ahora está en Netflix. En resumen, El Profesor recluta a un equipo de personas para realizar el atraco del siglo: Tomar el lugar donde se imprime el dinero. 

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Esto por supuesto no es posible con Bitcoin. He ahí la razón por la cual debemos atracar Bitcoin. En el primer capítulo de la temporada, en algún punto, debemos filmar una escena con un idiota dando una charla TED asegurando que Bitcoin es imposible de hackear, no confiscable e incensurable. O sea, lo más seguro en el planeta Tierra. Además, debe decir con mucha arrogancia que la única manera de tomar el sistema es controlando más del 51% del poder de cómputo de los mineros. Eso sería por supuesto una vía prácticamente inviable. Alguien del público le preguntaría al idiota sobre la posibilidad de algo como lo ocurrido en España (caso casa de la moneda) pueda ocurrir con Bitcoin. En tono muy condescendiente el idiota y el público se burlan de la pregunta. “Es imposible”. Bitcoin es descentralizado y no se puede crear de la nada. Eso solo puede ocurrir con el dinero de papel. El Profesor aparece en la escena escuchando la charla. Y termina el capítulo uno. 

Si el objetivo es ganar dinero, para realizar un gran atraco yo en lo personal me inclinaría por atracar a Tether. Secuestro las oficinas de Tether, imprimo Tether como loco y los utilizó para adquirir Bitcoins. Pero no le estaríamos callando la boca al idiota de la charla TED. Porque él podría argumentar que el atraco no fue a Bitcoin directamente y que de hecho no se imprimieron nuevos Bitcoins como en el caso de la Casa de la Moneda en España. Y estaría en lo cierto. Tampoco podemos realizar una estafa como la de Onecoin, hackear un exchange o crear una ICO fraudulenta por las mismas razones. Estas son cosas que ha pasado ya y algo así carecería de la grandiosidad que estamos buscando para nuestra serie. No podemos hacer un ataque del 51% porque no tendría sentido. Sería absurdo. Y no sería muy cinematográfico. Necesitamos un espectáculo. Y atracar a Bitcoin en la médula. 

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Si vamos a trabajar con el mismo elenco, pues trabajamos con el mismo elenco. Y básicamente estaremos realizando otra temporada de la misma serie. En las primeras dos temporadas, se atracó una fábrica de dinero fiat. Después de eso, en las siguientes temporadas, robaron oro del Banco de España. Bitcoin sería el paso siguiente. Claro que los Gobiernos y los bancos son antagonistas muy atractivos. Pero con Bitcoin los antagonistas serían otros. Si podemos escoger un elenco nuevo, eso se podría más fácil. Porque los personajes podrían tener un pasado conflictivo con Bitcoin.  Desarrolladores frustrados, viejos cypherpunks, personas que perdieron sus llaves privadas por accidente, y traicionados que piensan que Bitcoin ha olvidado sus orígenes y está dominado por un grupito de empresas. Es decir, rebeldes antisistema que se sienten que Bitcoin ha evolucionado de mala manera y quieren venganza atacando su alma. 

Ahora bien, pese a que tal vez no necesitamos realizar un secuestro en el caso de un atraco a Bitcoin, obligatoriamente necesitamos de un gran secuestro en nuestra serie por efectos dramáticos. Podemos escoger la ciudad de Nueva York durante la Consensus Week. Es decir, vamos a secuestrar un hotel 5 estrellas. Un penthouse, tal vez. Particularmente una fiesta privada. ¿Organizada por Cointelegraph? Valga la publicidad. Después de todo, alguien tiene que pagar por la producción de la serie. Asumo que Netflix solo coloca una parte. No sé. ¿Y a quién secuestramos? Vamos a secuestrar a 60 ballenas. Los CEOs de los 16 principales exchanges, los CEOs de los 10 principales pools de minería, celebridades, influencers, la junta de la fundación Bitcoin, y los principales desarrolladores del código. Con 30 personas tendríamos para controlar todo el sistema, pero vamos a colocar 60 para ir con el número del secuestro de la casa de la moneda. 

Lo primero es eliminar a Roger Ver y a Craig Wright. Yo no sé cómo vamos a hacer, pero tiene que pasar de algún modo u otro. Hablaron demasiado y volvieron locos a los secuestrados. Entonces, lo último que vieron en este mundo fue una sudadera roja, un arma semiautomática y una máscara de la Salvador Dalí (o por esta vez la cambiamos por una máscara de Satoshi). Eso lo tenemos que hacer por el rating. Hay que complacer al público. Todavía no sé qué debemos hacer con John McAfee. Pero si llegamos a convencer a una productora con esta idea, algo se me ocurrirá. De pronto, como estamos en un penthouse, podemos empujarlo para que deje el nido y aprenda a volar. Todos estos son detalles que podemos ir puliendo en la medida que avance en la elaboración del guión. 

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Pero, ¿cómo haremos el atraco en sí? Vamos a realizar un hard fork. Y con este hard fork podemos crear nuevos Bitcoins o podemos simplemente liberar Bitcoins que se consideran perdidos. Seguramente se tendría que añadir en la trama que un hard fork se esperaba para ese momento. Y todos los nodos y los mineros están esperando el hard fork, y el trabajo de El Profesor y su equipo es sustituir el código de los desarrolladores de Bitcoin por uno que ellos hicieron. El secuestro es necesario para que estas ballenas promuevan en toda la comunidad el nuevo código como algo rutinario. Pero en realidad es un caballo de Troya. Si el hard fork incluye una nueva función de privacidad, estos nuevos bitcoins no podrán ser rastreados. El resto de la comunidad no sabría la diferencia porque el código de El Profesor es virtualmente idéntico al código original. Además, este código tiene la “bendición” de todos los patriarcas (porque están secuestrados, pero nadie lo sabe).

Las ICOs producen monedas de la nada. Y Ethereum realizó un hard fork para recuperarse de un robo en una oportunidad. No soy desarrollador. Pero asumo que técnicamente es posible valerse de un hard fork para robar e “imprimir Bitcoins” al estilo de la Casa de Papel. Si consideramos que la mayoría de los Bitcoins en circulación están en los principales exchanges y tan solo 6 pools cuentan con más del 50% de todo el sistema, entonces Bitcoin no es tan descentralizado como muchos aseguran. Además, estas son empresas centralizadas y tienen sus CEOs. Por ende, estamos hablando de 30 a 60 personas claves. En teoría, es posible controlar el sistema con un gran secuestro.

No quiero herir susceptibilidades aquí ni nada. Esto es simplemente una idea para un guión. Sería una obra de ficción. Una parodia de la Casa de Papel para entretener. ¿Y tal vez para reflexionar? Bueno, productores del mundo, Netflix, Amazon, y otros, estamos a la orden. ¡Atraquemos Bitcoin!