Según el estudio publicado por la empresa de análisis de criptomonedas CipherTrace el 29 de enero, se obtuvieron alrededor de USD 1,7 mil millones en criptomonedas por medios ilícitos en el 2018.

De esos USD 1,7 mil millones, más de USD 950 millones fueron robados de los exchanges de criptomonedas, lo que representa un aumento de 3,6 veces en comparación con el 2017. Por otra parte, al menos USD 725 millones se perdieron en el 2018 por estafas como los esquemas Ponzi, los esquemas de salida y las ofertas iniciales de monedas (ICO) fraudulentas.

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CipherTrace también enumeró lo que la compañía cree que son las diez principales amenazas de criptomoneda: la más alta es el cambio de SIM, que es un tipo de robo de identidad que implica tomar control sobre el número de teléfono de la víctima, generalmente para obtener acceso a códigos de autenticación de dos factores.

Otras amenazas importantes citadas incluyen el dusting de criptomonedas, que implica enviar criptomonedas contaminadas a enormes cantidades de direcciones, y la evasión de sanciones internacionales con criptomonedas promovida por estados como Venezuela e Irán. El informe también hace referencia a los mezcladores de criptomonedas —empresas de servicios de dinero ficticio sin licencia—, ataques de cryptojacking en centros de datos y anonimato de lightning network.

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La investigación advierte sobre stablecoins descentralizadas —que pueden ser anónimas— extorsión y chantaje en línea y, por último, ransomware que roba criptomonedas y que no solo impide el acceso a los datos del usuario, sino que también roba claves privadas de la billetera.

Cointelegraph informó recientemente que la investigación descrita por la empresa de análisis de blockchain Chainalysis reveló que dos grupos de hackers, que probablemente todavía están activos, han robado mil millones de dólares en criptomonedas.

Además, ayer se conoció la noticia de que dos semanas después de que informara por primera vez un hackeo, el exchange de criptomonedas con sede en Nueva Zelanda Cryptopia todavía está comprometido por los ciberdelincuentes.

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